Por Oriana Rivas – Panampost

Nadie sabe el rumbo que tomarán las relaciones diplomática entre Estados Unidos bajo el mandato de Joe Biden y Rusia, con Vladimir Putin desde el Kremlin. El encuentro por videoconferencia de este martes –cinco meses después de la reunión en persona en Ginebra– no mostró muchos cambios. La tensión entre ambos mandatarios se mantiene, ahora con los ojos puestos en Ucrania.

La reunión de dos horas se llevó a cabo a través de una línea segura creada exclusivamente para los presidentes. Ante tal nivel de confidencialidad, resulta casi imposible conocer detalles de la conversación. El video que salió a la luz solo muestra el saludo inicial. No obstante, información emitida por la Casa Blanca asomó que lejos de una relación distendida, hay asuntos que mantienen recelosos a Biden y Putin. El posible ataque a Ucrania es uno de estos.

El mandatario estadounidense ha sido enfático en su «apoyo inquebrantable» a Ucrania ante el despliegue de tropas rusas en la frontera y la ocupación de Crimea. Una posición que plantó cuando llegó a la Casa Blanca y un punto que también fue discutido en Ginebra. Sin embargo, aquella advertencia parece no haber preocupado demasiado a Putin.

La evidencia está en una irregular movilización de tropas denunciada en noviembre pasado por autoridades ucranianas, quienes no escatimaron en alertar sobre una futura «masacre sangrienta» si Rusia decide invadir. Imágenes satelitales mostraron componentes militares en un campo de entrenamiento a unos 300 kilómetros de la frontera. Esto crispó las tensiones internacionales.

Las armas que Biden entregaría a Ucrania

Hay que recordar que el problema detonó en 2014 cuando Rusia anexó la península autónoma de Crimea. Una acción repudiada por Ucrania, asegurando que el territorio sigue conformando la República Autónoma de Crimea y la ciudad especial de Sebastopol. Lo que acá se plantea es un juego geopolítico complejo que involucra a Estados Unidos y la OTAN como aliados de Kiev. Las líneas rojas no se han cruzado porque eso es precisamente lo que se quiere evitar. Tanto Rusia como EE. UU. poseen arsenal nuclear y si las relaciones se degradaran al punto de llegar a un conflicto armado, las consecuencias podrían ser catastróficas.

Entendiendo esto, nos trasladamos de nuevo a la reciente reunión virtual entre Biden y Putin. EE. UU. y Ucrania creen que Rusia prepara una incursión en territorio ucraniano que podría producirse a principios de 2022, y que por eso ha desplegado entre 70000 y 94000 soldados rusos en la frontera con el país vecino, reseñó la agencia EFE, citando medios locales.

Para poner límites, Biden dijo a su homólogo que no dudará en «proporcionar más materiales defensivos a los ucranianos», según el reporte del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una rueda de prensa posterior a la cumbre. También podría haber mayores restricciones económicas. Fox News aseguró haber accedido a información de que podría tratarse de un bloqueo a Rusia en su acceso al SWIFT, sistema de mensajería interbancario que usan la mayoría de las entidades financieras en el mundo.

Sobre Moscú ya pesan sanciones desde la invasión en 2014, además en abril pasado Biden impuso nuevas prohibiciones a 32 personas y empresas y expulsó a 10 diplomáticos por supuesto ciberespionaje.

Suspender el mega proyecto gasífero

Lo cierto es que las cosas no comenzaron bien entre los mandatarios de ambas potencias. Biden llamó «asesino» a Putin cuando apenas iba a cumplir dos meses en la Casa Blanca y como no es de extrañar, Putin respondió con sarcasmo. «Mírate en el espejo», dijo al presidente estadounidense.

A la lista ahora hay que sumarle la amenaza de Biden de la suspensión del gasoducto Nord Stream 2 para duplicar las exportaciones de gas desde Rusia hasta Alemania. Es un mega proyecto ya culminado pero aún inoperativo con un valor de 11000 millones de dólares.

«Si Vladímir Putin quiere ver gas fluyendo a través de ese gasoducto, puede que no quiera asumir el riesgo de invadir Ucrania», declaró Sullivan. EE. UU. entra en este tema porque el presidente estadounidense ha mantenido conversaciones al respecto con el Gobierno alemán.

¿Qué respondió Putin?

Expertos han recordado anteriormente que una de las características del mandatario ruso es que «no le gusta jugar bajo las reglas de otro». Una línea que Putin ha mantenido desde 1999 cuando ocupó el cargo de Primer Ministro y que lo ha llevado a entenderse con seis presidentes estadounidenses.

En este sentido, respondió a Biden que Rusia no contempla una invasión a Ucrania. Adicionalmente, insistió en que considera una línea roja el posible ingreso de Ucrania a la OTAN, y quiere conseguir «garantías plasmadas jurídicamente» de que eso no ocurrirá, añadió EFE. Más allá de esta situación no se conocen mayores detalles sobre las palabras de Putin, pero es suficiente para entender que la tensión se mantiene.

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