Por Álvaro Colombres Garmendia – BLes.com
La Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos aprobó el miércoles 8 de diciembre una nueva ley que obligará a las empresas que importen sus productos desde la provincia china de Xinjiang, a probar que no utilizaron mano de obra esclava en el marco del genocidio contra los uigures.
En medio de la tensión entre Estados Unidos y el régimen comunista chino por el reciente boicot diplomático a los Juegos Olímpicos en Beijing 2022, representantes de la Cámara aprobaron este miércoles la ‘ley de prevención del trabajo forzado uigur’ con una votación casi unánime de 428 a favor contra 1 en contra.
Debido a que el Senado aprobó una ley similar y solo falta realizar una conciliación entre ambas, para que la ley entre en vigor falta la firma del presidente Biden, que como fue patrocinada por los demócratas y la presidente de la Cámara, Nancy Pelosi se ha pronunciado a favor, es muy probable que cuente con el apoyo de la Casa Blanca.
La medida no es ‘nueva’ ya que los republicanos en la era Trump también aprobaron una ley similar en 2020 y como resultado las autoridades secuestraron varios cargamentos de ropa y otros productos provenientes de Xinjiang.
No obstante, esta nueva ley tiene un mayor alcance al asumir que todos los productos provenientes de esa región debido a la extensión de la represión del Partido Comunista Chino sobre los uigures, son hechos con el trabajo forzado completa o parcialmente, y por ende cualquier importación proveniente de Xinjiang, deberá cumplir con la normativa, una vez que el presidente la convierta en ley propiamente dicha.
Entre las empresas que han estado haciendo lobby en el Congreso para prevenir que la iniciativa se convierta en ley son Coca Cola y Nike, que han sido acusadas de utilizar el trabajo esclavo de los uigures en su cadena de producción.
En julio, la fiscalía nacional antiterrorista de Francia, abrió una investigación criminal sobre las famosas marcas de ropa Zara y Uniqlo porque parte de su producción de indumentaria, estaría ligada a la represión de los uigures en Xinjiang.
En el texto de la ley, los legisladores resaltan lo difícil que resulta determinar que un producto hecho en la región no esté vinculado a la represión del PCCh, debido a que la economía en Xinjiang funciona con el trabajo esclavo mezclado con el trabajo voluntario, a que las víctimas de la represión estatal no pueden hablar libremente con investigadores independientes por temor a las represalias y al hecho de que el PCCh otorga incentivos económicos a los funcionarios locales para ocultar estos hechos.
La ley de prevención de trabajo forzado concluye que desde el 2017, el PCCh ha detenido arbitrariamente a 1.8 millones de uigures, kazajos, kirguises y miembros de otros grupos minoritarios musulmanes en un sistema de campos de concentración clandestinos, además de detener arbitrariamente a muchos de ellos en prisiones y centros de detención oficiales, y ha sometido a los detenidos a trabajos forzados, tortura, adoctrinamiento político, esterilización forzada y otras graves violaciones de los derechos humanos.
Sin embargo, existen reportes previos sobre el amplio uso del trabajo forzado que incluye la tortura y a veces muerte de prisioneros de conciencia detenidos en campos de trabajo forzado en todo el territorio chino.
Minghui.org una organización sin fines de lucro ha documentado la persecución a los practicantes de Falun Dafa desde el año 2000 y entre sus reportes que cuentan con información de primera mano, existe evidencia del uso trabajo forzado por parte del régimen chino tan temprano como 2001.
En 2012, luego de años de presión de la comunidad internacional, Xi Jinping cerró el sistema conocido como ‘reeducación a través del trabajo’ el cual era usado para producir masivamente productos de importación con el trabajo esclavo y forzado de personas encarceladas por sus creencias.
La medida añadirá tensión a la deteriorada relación entre Estados Unidos y el PCCh, al quien el mundo le está cerrando las puertas en varios frentes mientras sigue reprimiendo, torturando y matando a personas inocentes en China.
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