Traducido de Covid World por Tierrapura.org
Un padre sano murió a causa de una hemorragia cerebral grave solo 11 días después de recibir la vacuna AstraZeneca COVID-19, según una investigación. Adam Bounds, de 41 años, falleció en el Derriford Hospital en Plymouth el 31 de mayo.
El hombre de 41 años comenzó a quejarse de sentirse enfermo después de regresar de la barbacoa de un amigo y se enfermó por la noche. Su padre, Les Bounds, lo revisó por la mañana y lo encontró muy mal, según Informes de PlymouthLive.
Adam le dijo a su padre que creía que pudo haber comido “algo poco fiable” en la barbacoa. A la hora del almuerzo, había comenzado a quejarse de dolor de cabeza y tomó paracetamol. Sin embargo, continuó deteriorándose hasta el punto en que su padre llamó a una ambulancia.
A medida que su nivel de conciencia disminuyó, se decidió llevarlo al departamento de emergencias del hospital Royal Devon and Exeter. A su llegada, se sometió a una tomografía computarizada que reveló una hemorragia aguda en el lóbulo frontal derecho que provocó la compresión del tronco encefálico.
Luego fue trasladado al Hospital Derriford para una neurocirugía, sin embargo, a pesar del drenaje de la hemorragia, su condición no mejoró. Adam, un devoto fanático del Liverpool y un padre devoto, murió el 31 de mayo y la causa de la muerte fue catalogada como hemorragia intracerebral.
Al funeral de Adam el 18 de junio en Minster Church en Axminster asistieron cientos de personas, muchas de ellas de la comunidad del fútbol. La multitud era tan grande que muchos tuvieron que permanecer fuera de la iglesia debido a las restricciones de COVID.
Adam había sido un ávido fanático del fútbol y jugó para Axminster Town y Uplyme.
En un gesto final de su amor por el fútbol, su ataúd estaba cubierto con camisetas del Liverpool FC e Inglaterra.
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