Fuente: La Derecha Diario
La dictadura sandinista que gobierna Nicaragua rompió relaciones formales con el gobierno de Taiwán. El canciller Denis Mocada Colinders anunció la decisión en un comunicado oficial este jueves por la tarde.
“El gobierno de la República de Nicaragua declara que reconoce que solo hay una China en el mundo“, declaró en un comunicado. El texto continúa diciendo que “la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán es una parte inalienable del territorio chino“.
Cabe recordar que tras el golpe de Estado comunista en China en 1949, el gobernante Kuomintang se escapó a la isla de Taiwán, donde continuaron políticamente con la República de China, y hasta el día de hoy mantienen la indeclinable meta de algún día volver a llevar el sistema republicano a la China continental.
El reconocimiento de Taiwán como la “verdadera y legítima China” es un tema tabú para los países de la actualidad, que agachan la cabeza ante la hegemonía del Partido Comunista Chino.
Durante el gobierno de Trump, hubo un pico de apoyo a Taiwán, con 21 naciones en todo el mundo reconociendo al gobierno republicano como legítimo. Hoy este número ha llegado a 14. Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Burkina Faso, El Salvador, Kiribati y las Islas Salomón han cortado lazos con Taiwán desde 2017.
A través de Twitter, la presidente taiwanesa Tsai Ing-wen habló sobre la división. “Nicaragua puso fin a las relaciones diplomáticas con Taiwán”, escribió en Twitter.
“Me gustaría enfatizar que ninguna presión externa puede socavar nuestro compromiso con la libertad, los derechos humanos, el estado de derecho y la asociación con la comunidad democrática internacional como una fuerza para el bien”, escribió en la red social.
Nicaragua históricamente apoyó la soberanía de Taiwán, siendo uno de sus más cercanos aliados comerciales y diplomáticos del mundo. Sin embargo, desde la llegada de Daniel Ortega al poder, el país ha sufrido un fuerte acercamiento geopolítico a la China comunista.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, emitió ayer un comunicado abordando el asunto, donde se cuestiona la legitimidad del presidente nicaragüense Daniel Ortega para decidir sobre la ruptura.
“El régimen de Ortega-Murillo anunció que había cortado las relaciones diplomáticas y puesto fin al contacto oficial con Taiwán, pero el simulacro de elecciones del 7 de noviembre no le dio ningún mandato para sacar a Nicaragua de la familia de las democracias mundiales”, escribió.
“Sin el mandato que acompaña a una elección libre y justa, las acciones de Ortega no pueden reflejar la voluntad del pueblo nicaragüense, que sigue luchando por la democracia y la capacidad de ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales”, finalizó.