Fuente: Derecha Diario
Tan solo una semana después de lograr formar gobierno, en una coalición entre el centroderechista VVD, el socialdemócrata D66, y los demócratacristianos CDA y CU, Mark Rutte volvió nuevamente al Ejecutivo holandés, y declaró una brutal cuarentena que afectará los festejos de fin de año.
El Gobierno holandés llamó a una reunión de emergencia del gabinete por el avance de la variante Ómicron, y resolvió tras algunas horas decretar un confinamiento estricto en los Países Bajos, que entrará en vigor este domingo y se mantiene hasta el 14 de enero.
De esta manera cerrará toda la actividad no esencial, para vacunados y no vacunados. Todos los comercios restaurantes, cines, teatros, bares y gimnasios deberán cerrar sus puertas por 25 días, además de colegios, universidades, y oficinas.
Se exigirá el trabajo telemático para trabajadores que no sean de salud o de primeros auxilios, y el transporte público estará limitado solamente para esta gente. Será la cuarentena más estricta en todo Europa en casi un año.
Las fiestas se pasarán encerrados. Se permitirá un máximo de dos invitados por hogar durante el día de Navidad (25 de diciembre) y Año Nuevo (1ro de enero), aunque se extenderá a cuatro visitantes por fuera del círculo familiar en Nochebuena (24 de diciembre después de las 18hs), y en Nochevieja (31 de diciembre después de las 18hs).
“Estoy aquí esta noche con un estado de ánimo sombrío”, dijo Rutte en una conferencia de prensa este sábado. “Para resumirlo en una frase, Holanda volverá al confinamiento a partir de mañana“, dijo el primer ministro en funciones.
Desde un escenario en La Haya, Rutte explicó que solo permanecerán abiertas las tiendas imprescindibles, como supermercados, farmacias, gasolineras y los servicios mínimos, pero todo lo demás deberán cerrar sus puertas por casi un mes.