Por Andrés Vacca – BLes.com

Un grupo de 12 misioneros cristianos estadounidenses y canadienses, lograron escapar tras ser secuestrados por una banda terrorista en Haití. Según el relato de los sobrevivientes, su creencia en Dios los ayudó a sobrepasar los momentos más duros y los guió hasta su exitoso escape.

Un total de 17 misioneros y sus familias fueron secuestrados a mediados de octubre, luego de haber visitado un orfanato en la ciudad de Ganthier, al este de la capital, Puerto Príncipe. Otros cinco ya habían sido liberados.

Entre los secuestrados se encontraban 5 niños, entre ellos uno de apenas 8 meses de edad.

“Juro por el trueno que si no obtengo lo que estoy pidiendo, pondré una bala en la cabeza de estos estadounidenses”dijo el líder de la pandilla Wilson Joseph en un video publicado en las redes sociales, unos días después de que trascendiera la noticia del secuestro.

La pandilla, conocida como 400 Mawozo, exigía 1 millón de dólares por cada uno de los secuestrados. 

Joseph también amenazó al primer ministro Ariel Henry y al jefe de la policía nacional de Haití mientras hablaba frente a los ataúdes abiertos que aparentemente contenían a varios miembros de su banda que fueron asesinados recientemente por las autoridades haitianas.

Los últimos 12 misioneros que permanecieron cautivos en Haití, llevaron a cabo un valiente y peligroso plan de escape para liberarse de sus captores. Según informaron en una rueda de prensa al regresar a Estados Unidos, su valentía y decisión fue gracias a su Fe determinante en Dios y por escuchar los mensajes y señales que les enviaba.

El grupo estaba compuesto por una pareja casada, cuatro hombres solteros, dos mujeres y cuatro niños, incluido un bebé y un niño de tres años. Todos habían acordado que intentarían escapar si recibían una señal de Dios, dijo Deston Showalter, el portavoz de la agrupación cristiana que promovió su viaje a Haití.

En dos ocasiones, dijo que el grupo recibió señales divinas para quedarse quieto, pero después de ‘recibir una señal para huir’, se escabulleron al anochecer del 15 de diciembre.

El grupo de rehenes se preparó para la huída empacando suficiente agua y tapando con ropa a los más niños para que no se lastimen con las ramas de la selva en la oscuridad de la noche, reportó la BBC.

“Cuando sintieron que era el momento adecuado, encontraron una manera de abrir la puerta que estaba cerrada y bloqueada, se dirigieron silenciosamente al camino que habían elegido seguir y abandonaron el lugar donde estaban detenidos”, dijo Showalter.

Tras largas horas de caminata entre las zarzas, el grupo logró llegar a salvo al lugar de destino y la Guardia Costera lo trasladó en avión a Florida, donde se reunieron con los otros rehenes y sus familiares después de dos meses de cautiverio. 

Según las declaraciones, si bien sufrieron mucha incomodidad debido al calor, los mosquitos y el hacinamiento, los secuestradores no maltrataron a sus rehenes en nigún momento. No quedó claro si finalmente los negociadores accedieron al pago total o parcial solicitado por su líder. 

Durante la conferencia, los miembros del grupo aseguraron no tener rencor contra sus captores, a quienes señalaron como los “verdaderos rehenes” de esta historia. “Nuestra oración es que los secuestradores sean transformados. Elegimos extenderles el perdón. Nos encantaría que se convirtieran en hermanos en Cristo”, dijeron.

La banda criminal 400 Mazowo utiliza frecuentemente los secuestros extorsivos como herramienta para conseguir financiamiento para mantener a sus líderes y al ‘ejército’ de delincuentes que ejecuta los planes criminales.

La anarquía política y social que reina en Haití desde hace años, permitió el desarrollo de este tipo de bandas que llevaron a que el país tenga las tasas más altas de secuestros de todo el mundo. 

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