Por Mamela Fiallo Flor – Panampost.com
Durante la reciente visita a Brasil, el presidente de Vox, Santiago Abascal y el eurodiputado Hermann Tertsch, posaron junto al presidente Jair Bolsonaro, quien llevaba puesta la camiseta de la selección española como muestra no solo de su respaldo a España, a Vox, a toda la Iberosfera sino también como símbolo de patriotismo frente al avance del globalismo. Sin embargo, ningún medio lo cubrió.
Frente a este hecho, Tertsch, quien fue periodista antes que político, señaló que la prensa no hizo referencia a este encuentro porque teme a los liderazgos de Abascal y Bolsonaro.
Y es que el cuarto poder, la prensa, se ha marcado cada más hacia la izquierda, en particular los medios masivos. La muestra más clara se vio en los recientes comicios en Chile. Mientras a Gabriel Boric lo destacaron por su edad y lo distinguieron como «socialdemócrata», a su rival, José Antonio Kast, lo posicionaron como un «ultraderechista», además alegando que lo primero era positivo y lo segundo peyorativo e incluso amenazante.
Por lo cual figuras como Abascal, líder de Vox, y Bolsonaro, máximo referente de la derecha en Latinoamérica, resultan temibles para el cuarto poder, pues quiebran el relato oficial que los medios masivos pretenden instaurar.
La revista Time, por ejemplo, le negó a Bolsonaro la posibilidad de estar en su portada como «persona del año», pese a que fue el más votado por elección popular para ser merecedor de este reconocimiento. Superó por amplio margen a sus rivales. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quedó en segundo lugar y tampoco fue considerado por los editores.
Y es que ambos líderes, al igual que Abascal, han sido retratados como personajes malvados de la «ultraderecha». De modo que no conviene mostrar el respaldo popular que tienen, mucho menos beneficiar la imagen de Bolsonaro en vísperas de un año electoral.
Con la llegada de Bolsonaro al poder, el Foro de Sao Paulo se vio desplazado y la izquierda se reorganizó en México en el Grupo de Puebla, tras el triunfo de Andrés Manual López Obrador. Ahora el nuevo rostro del socialismo es el progresismo que busca destruir toda base histórica de las naciones en nombre del «progreso», descartando todo lo anterior como «retrógrado». Esta noción le dio el triunfo a Boric, que por ser joven fue convertido por las corporaciones de medios en un ícono de renovación.
Entonces dos hombres maduros, que creen en la preservación de la civilización occidental y, sobre todo, en la integración de la Iberosfera, incomodan a ese discurso.
Por este motivo fue necesario desestabilizar la región con lo que Diosdado Cabello y Nicolás Maduro denominaron las «brisas bolivarianas» para referirse a las protestas violentas, saqueos y disturbios que empezaron en octubre de 2019 en Chile y que fortalecieron a la izquierda regional al demonizar a las fuerzas del orden y glorificar a los manifestantes.
Con el surgimiento de la nueva izquierda progresista ya no rigen los términos de la Guerra Fría. Ahora el enfrentamiento es entre patriotas y globalistas. El internacionalismo socialista ahora se vive por medio del globalismo, con agencias internacionales como la ONU y la Unión Europea presionando a los Estados soberanos a renegar de sus constituciones y ceder espacios. Pero Bolsonaro y Vox, con Abascal a la cabeza, han sido un muro ante ese avance.
PanAm Post se comunicó con el eurodiputado Hermann Tertsch, a cargo del bloque conservador dentro del Parlamento Europeo, para conocer la importancia del encuentro con Bolsonaro para la Iberofesera:
El presidente de Brasil es el gran adversario del Foro de Sao Paulo que queda en el poder en plena nueva avalancha del movimiento comunista y del crimen organizado que es el FsP y el Grupo de Puebla, cada vez más fuerte por su agitación y su enorme poder por la cocaína cuyo trafico controlan Cuba-FARC-Venezuela y los carteles Mexicanos. Sus embajadores: Correa, Evo, Zapatero, etc.
Bolsonaro los conoce bien. No es casual que el Foro lo organizaran Lula y Castro. Hoy llevan toda la avalancha totalitaria, política y mediática gracias al miedo y al dinero de la droga. Abascal ha lanzado la Carta de Madrid y el Foro de Madrid es ya el referente capital en la lucha contra el comunismo de nuevo tipo, el narcocomunismo y sus aliados socialdemócratas.
El bloque de firmeza frente a ellos debe triunfar a la vista de los fracasos de las opciones centristas. Abascal y Bolsonaro coinciden en esta lucha y el hijo de Bolsonaro, el diputado mas votado de la historia de Brasil, es un activo miembro del Foro de Madrid, y con su fundación conservadora liberal es uno de los grandes adalides de la batalla cultural.
Hay que centrar los esfuerzos en Brasil y Colombia. Yo diría especialmente en Colombia, donde el centrismo se ha hecho con el partido de Uribe, y la amenaza de Petro, que es Maduro y las FARC y Lula y Boric y Castillo y Evo y Zapatero, es inmensa.