Por Luis Leonel León – gaceta.es

Después de que el domingo del 11 de julio (11-J) de 2021 multitudes descontentas y eufóricas salieran progresivamente a las calles de Cuba para protestar en contra del régimen comunista, los videos de la represión y las cruentas condenas políticas a los manifestantes pacíficos le recordaron al mundo, otra vez, lo que sucede en la isla. 

Unos siguen callando. Están quienes, desde posturas desinformadas o insistiendo en su oficio de tontos útiles, han ayudado a mantener el statu quo tiránico. Y otros, por suerte, lo han denunciado. 

Estados Unidos -unas veces de frente, otras con acciones de acercamiento o abrazo (engagement) a la dictadura de La Habana- ha sido el país que, de cualquier modo, ha denunciado los horrores y la corrupción del castrismo con mayor ímpetu y sistematicidad. 

Recientemente Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, denunció que «desde el 13 de diciembre, el régimen cubano ha juzgado a más de 90 manifestantes» pacíficos. «El mundo ve la magnitud de estas injusticias: sentencias de hasta 25 años, cargos fraudulentos para silenciarlos y atroces condiciones de prisión para los manifestantes pacíficos«, escribió el funcionario en su cuenta de Twitter, acompañando sus palabras con un mapa de Cuba donde aparecen marcadas las zonas en las que la dictadura ha llevado a cabo los infames juicios castristas contra los manifestantes del 11-J. 

Desde el 11-J a la fecha, el régimen, de manera arbitraria y por razones políticas, con violencia y con el objetivo de escarmentar a la ciudadanía, ha detenido a más mil trescientos cubanos, según ha contabilizado y hecho público Cubalex, una ONG que monitorea, reporta y denuncia violaciones de derechos humanos en el país, y «brinda servicio directo y confidencial de asistencia y asesoría legal gratuita a las personas en la Isla», según su portal digital

«De los 1320 arrestados, 698 continúan en reclusión hasta el día de hoy, mientras que el resto se encuentra atravesando su situación procesal en arresto domiciliario o, unos pocos, en libertad bajo fianza», denunció Cubalex el 20 de diciembre, en su última actualización del listado de los detenidos el 11-J, y pidió a la comunidad internacional compartir «las cifras para visibilizar la represión en Cuba».

Absolutamente todos enfrentan falsos juicios con el propósito de castigarlos con penas lo mismo de 5, 10 que 30 años de cárcel. Todos por motivos meramente políticos y para esparcir el pánico a la protesta en la sociedad. 

Cubalex aportó al medio digital Infobae los siguientes datos: «Para 25 personas, los fiscales han pedido penas de hasta 5 años, 63 enfrentan cargos de entre 6 y 10 años de reclusión, 27 se enfrentan a potenciales penas de entre 11 y 15 años, 49 personas podrían pasar entre 16 y 20 años, y 46 individuos podrían estar presos, si se confirman los pedidos de condena que rigen sobre ellos, entre 20 y 30 años».

Mientras que en los países del llamado «mundo democrático» vive la Navidad, en Cuba se celebran juicios manipulados para enfatizar la represión. Este 23 de diciembre, la Embajada de Estados Unidos en Cuba denunció desde su cuenta de Twitter las arbitrarias y crueles condenas contra los cubanos que se manifestaron pacíficamente en las jornadas del 11-J. 

«Acusada de falta de respeto por protestar el 11-J, Jany Millo Espinosa se enfrenta a 6 años lejos de su hijo en duras condiciones carcelarias. En vez de encerrar a manifestantes por falta de respeto, el gobierno de Cuba debería escuchar al pueblo y liberar a los manifestantes», señaló la Embajada.

Desde la Isla este 24 de diciembre, Antonio Rodiles, líder del grupo opositor Estado de Sats, precisó que «lamentablemente estas navidades van a ser recordadas como unas de las más negras vividas durante las últimas décadas. El régimen ha decidido usar este periodo navideño, este periodo de fiestas relacionado con el nacimiento del Niño Jesús para afincar unas condenas brutales contra cientos de cubanos. Condenas por el simple hecho de protestar y manifestar el hartazgo que se tiene con respecto al desastre que se vive en nuestro país«. 

«El régimen sigue haciendo lo que le place y los discursos siguen pero no hay medidas concretas que le aten la mano. Yo creo que el pueblo cubano, todos tenemos que analizar qué va a pasar en este 2022. Qué vamos a hacer, cuáles estrategias vamos a seguir. Porque está bueno ya de tanto abuso y está bueno ya de tanta demagogia«, dijo el físico-matemático criticando el «triunfalismo» que no pocas veces atenta contra las estrategias de lucha de la oposición interna y las esperanzas de libertad dentro y fuera de la Isla. 

Rodiles subrayó que «el tiempo de Cuba tiene que llegar y ese tiempo de Cuba tiene que pasar por la verdad. Tiene que dejar a un lado la simulación y tiene que dejar a un lado esas falsas expectativas», dijo en un mensaje emitido a través de la cuenta de YouTube de Estado de Sats.

El politólogo y abogado cubanoamericano Jason Poblete compartió el tuit de Rodiles y escribió: “Para nuestros amigos en Cuba, especialmente los guerreros de la libertad, los que están fuera de prisión y los miles y miles encarcelados ilegalmente y bajo la atenta mirada del Partido Comunista, es un Navidad Negra, pero no están solos”, aseguró el presidente de la Alianza Global por la Libertad con sede en Washington DC.

No hay que ser un experto en violaciones de las libertades individuales y los derechos humanos para comprobar que en Cuba, desde hace más de 6 décadas, el régimen comunista ha desatado los mayores castigos en el Hemisferio Occidental contra no pocos de aquellos que, en medio de la represión, el adoctrinamiento, la desinformación y el contubernio internacional, se han atrevido a expresar públicamente su oposición al sistema. 

La maquinaria castrista no solo se ha ido engrasando con el paso de los años, sino que también ha ganado y se ha inventado todo tipo de paliativos durante su llamado «proceso revolucionario», uno de los eufemismos con que suele blanquearse a la dictadura cubana. Esto viene ocurriendo desde 1959. Definitivamente, no han sido suficientes las sanciones contra el castrismo y el enfrentamiento no ha surtido el efecto que se necesita y se pide desde dentro de Cuba. Los gendarmes del comunismo caribeño continúan con su misión dictatorial y la despliegan, trascendiendo los márgenes de la Isla, con total impunidad. Esta es la terrible realidad de mi país. 

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