Fuente: Minghui
Después de haber sido encarcelada tres veces por su fe en Falun Gong, una residente de la ciudad de Baishan, en la provincia de Jilin, ha sido condenada de nuevo, cinco meses después de su última detención.
El 8 de junio de 2021, cuatro agentes del Departamento de Policía del Condado de Jingyu irrumpieron en el apartamento de alquiler de la Sra. Wu Xiuqin y la detuvieron. También saquearon su casa y la retuvieron en el Centro de Detención de la ciudad de Baishan. El 18 de noviembre de 2021, un juez del Tribunal de la Ciudad de Baishan la condenó a cuatro años de prisión con una multa de 2.000 yuanes.
Esposada y electrocutada en un campo de trabajos forzados
Desde que el régimen comunista chino inició la persecución a Falun Gong en julio de 1999, la Sra. Wu ha sido recluida en un campo de trabajos forzados en dos ocasiones, en 1999 y 2008, y condenada a cinco años de prisión en 2011.
La Sra. Wu fue detenida e internada en el Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de Heizuizi pocos días después de que comenzara la persecución, el 20 de julio de 1999. Los guardias la eligieron a ella y a otras dos practicantes, Zhu E y He Hua, para intensificar la persecución. Ataron las manos de las tres practicantes a la espalda y les ataron las piernas, cruzadas en posición de loto completo. Las practicantes fueron atadas en esta dolorosa posición durante ocho horas al día durante tres días y no se les permitió usar el baño durante ese tiempo. Los guardias les pegaban todos los días. Las piernas de la Sra. Wu estaban cubiertas de ampollas y apenas podía caminar después.
Un día de diciembre de 2000, las tres practicantes impidieron a los guardias que colgaran en las paredes de sus celdas folletos que calumniaban a Falun Gong. Los guardias arrastraron a las Sras. Zhu y He a una oficina, donde las golpearon y les dieron una descarga eléctrica que les causó un dolor insoportable. A continuación, los guardias las esposaron, les taparon la boca con cinta adhesiva y les pegaron los folletos difamatorios.
Más tarde, un guardia arrastró a la Sra. Wu a la oficina y ella retiró los folletos de las dos practicantes en cuanto los vio. Otro guardia la sacó de la oficina y la esposó a la estructura de una cama, mientras que un tercer guardia le dio descargas eléctricas con una picana eléctica. Esta tortura duró toda la mañana.
Después de la sesión de tortura fue puesta en aislamiento. Le esposaron las manos a la espalda y la obligaron a permanecer sentada durante las dos semanas siguientes. Cuando salió del aislamiento, tenía las manos y las piernas muy hinchadas.
Huir de casa para evitar la persecución
El 11 de febrero de 2003, un grupo de agentes de la Oficina 610 del Condado de Jingyu la sorprendió repartiendo folletos de Falun Gong y la metió en un centro de detención durante ocho días. Dos días después de su regreso, la policía saqueó su casa. Decidió huir de su casa para evitar más acoso.
En julio de 2005, varios policías del Departamento de Policía del Condado de Jinyu fueron a buscarla a la ciudad de Lushuihe, en el Condado de Fusong. En ese momento, realizaba trabajos esporádicos y criaba sola a su hijo de 12 años.
Alimentada a la fuerza y con una droga desconocida hasta casi la muerte
Los agentes de la Estación de Policía de Sanchazi la detuvieron cuando distribuía volantes de Falun Gong en el condado de Jiangyuan el 22 de abril de 2008. La policía le impuso arbitrariamente otra condena en el Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de Heizuizi el 13 de mayo. Los guardias la desnudaron y la obligaron a ponerse el uniforme del campo de trabajo.
Cuando se negó a ponerse el uniforme el 16 de marzo de 2009, un guardia la esposó y la torturó. Dos días después, otro guardia trajo a cuatro hombres. Uno de ellos le dio una descarga eléctrica y otro la golpeó repetidamente en la cara. Los otros dos le quitaron la ropa.
La Sra. Wu inició una huelga de hambre para protestar por los abusos. Los guardias la esposaron durante 40 días, durante los cuales la alimentaron por la fuerza y le inyectaron drogas desconocidas. Uno de los guardias se abalanzó sobre ella y la golpeó, mientras que otros dos le azotaron la cara con cinturones. A continuación, le ataron los brazos y las piernas a una estructura de la cama y le inyectaron cuatro frascos de drogas desconocidas. Dos médicos le introdujeron repetidamente una sonda en el estómago para alimentarla a la fuerza. Al ver que se había puesto pálida y temblaba sin control, un médico sugirió que podría morir. Los guardias retiraron entonces las agujas.
Las autoridades del campo se negaron a ponerla en libertad al expirar su condena el 22 de julio de 2009. Al día siguiente, dos guardias la golpearon por la noche, alegando que “representaban al gobierno”. La retuvieron durante otros cuatro meses antes de ponerla en libertad el 13 de noviembre.
Torturada en prisión durante cinco años
La policía detuvo a la Sra. Wu en su casa y la ingresó en el Centro de Detención del Condado de Jingyu el 7 de marzo de 2011. Fue condenada a cinco años y llevada a la Prisión de Mujeres de Jilin.
Durante un mes de 2015, un guardia y un drogadicto trabajaron juntos para torturarla. Del 23 de noviembre al 22 de diciembre de ese año, no dejaron de tirar de su ropa con la excusa de “corregir su posición sentada”. La ropa se rompió, y los tirones y pellizcos le provocaron moratones en los hombros y los brazos, y arañazos en el cuello. Durante un tiempo, la obligaron a permanecer de pie durante largas horas y, cuando se cansaba, solo se le permitía sentarse en el suelo de cemento. Otros días, fue torturada al ser obligada a sentarse inmóvil en un pequeño taburete desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche, excepto para comer o ir al baño. Fue liberada el 27 de febrero de 2016.
Represor que detuvo a una docena de practicantes
Uno de los represores que participó en la última detención de la señora Wu es Yu Xuejun, capitán de la Oficina de Seguridad Nacional del Departamento de Policía del Condado de Jingyu. Durante su mandato de casi una década, ha detenido a más de diez practicantes de Falun Gong. Dos de los practicantes murieron a consecuencia de las torturas, tres fueron condenados a prisión y otros tres fueron recluidos en campos de trabajos forzados. Yu saqueó muchas veces las casas de los practicantes de Falun Gong y confiscó sus pertenencias, como ordenadores, impresoras y dinero en efectivo. El marido de la señora Wu no pudo soportar la presión constante del acoso de Yu y se divorció.
Los dos practicantes que murieron tras ser detenidos por Yu fueron los Sres. Wang Xuezhu y Zhou Ji’an. Murieron tras sufrir lesiones físicas y traumas mentales por la tortura en la cárcel.
El Sr. Wang iba en bicicleta cuando Yu lo detuvo en abril de 2008. Un juez lo condenó a cuatro años de prisión. Lo mataron a golpes a los tres años de su condena en la prisión de Siping. Tenía 41 años.
El Sr. Zhou estaba en su casa cuando Yu lo detuvo el 2 de septiembre de 2008. Fue condenado a cinco años. Mientras cumplía su condena en la prisión de Gongzhuling, los guardias golpearon al Sr. Zhou hasta romper las macanas de madera y los cinturones de cuero que utilizaban con él. Sus pies resultaron tan heridos que se le desprendieron las uñas de los pies y sufrió lesiones internas que nunca se curaron. Tras ser liberado, el Sr. Zhou permaneció aletargado y sin apetito. Vivía con un miedo constante. Falleció en enero de 2016 a la edad de 50 años.