Por Álvaro Colombres Garmendia

Una red de criminales que se dedicaban a prostituir niñas menores de edad que vivían en albergues del gobierno fue desbaratada por la Policía Nacional de España luego de una extensa investigación que comenzó en abril del año pasado. Las autoridades revelaron el pasado 4 de enero que una de los cabecillas de la organización incluso prostituyó a su propia hija menor de edad.

La operación ‘Sana’ comenzó en abril de 2020, cuando agentes del Grupo XXII de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de Madrid notaron que una de las niñas que vivía en un albergue de la comunidad madrileña se fugaba periódicamente.

Tras investigar, los agentes descubrieron que la niña iba hasta un departamento en la zona de Usera y Vallecas, un barrio con una densa población de inmigrantes dominicanos y bolivianos y latinoamericanos en general, para tener relaciones sexuales por dinero o a cambio de drogas.

El departamento lo manejaba una mujer que era parte de la red de prostitución de menores junto con otros 36 individuos. La mayoría de ellos eran dominicanos, aunque había algunos españoles, rumanos, nigerianos, marroquíes, cubanos y tenían entre 18y 57 años de edad.

Las niñas eran contactadas a través de las redes sociales, donde los criminales le ofrecían dinero a cambio de vender drogas. No obstante, una vez que las niñas iban a entregar las drogas, a veces en patinetas, los compradores abusaban de ellas sexualmente, debido a que los criminales arreglaban previamente con los consumidores un pago por sexo con las niñas.

Una de las niñas estuvo tres días en el departamento en la calle Juan Español, donde la mujer que manejaba el lugar, les ofrecía a los compradores de drogas, tener sexo con ella.

La niña logró escapar y dio aviso a la Policía Nacional.

Luego de siete meses de investigaciones, cuando las autoridades identificaron a todos los involucrados, el 30 de noviembre unos 150 agentes comenzaron a registrar las propiedades de la red de prostitución de menores que incluyeron una peluquería que tenía un sótano sin luz donde había una cama para los fines de explotación sexual de las niñas.

Las autoridades también secuestraron una cámara de videos que se está analizando para ver si los criminales produjeron material pornográfico con las menores.

Uno de los cabecillas del grupo, identificado como M.M.C por el reporte del diario el Mundo, prostituyó a su propia hija de 16 años de edad.

La niña que para convencer a los demás que tenía 18 años, realizó una fiesta de cumpleaños en la ciudad marroquí de Tetuán, vendía sus servicios sexuales en páginas web para tales fines, incluso con fotos suyas. Su padre se quedaba con todo el dinero de los encuentros sexuales.  

Los criminales vendían a las niñas por la mera suma de 50 euros por cada encuentro sexual.

Las hacían adictas al crack (derivado de la cocaína), para poder controlarlas y obligarlas a prostituirse. También las obligaban a traficar las drogas y ofrecerles sexo a los compradores.

Uno de los arrestados es un rapero dominicano llamado Saymol Fyly de 21 años de edad que cuenta con 150 mil seguidores en YouTube. Al parecer el rapero se encargaba de atraer a las chicas al círculo de los criminales.

Saymol usó su cuenta de Instagram para negar los alegatos.

Un total de diez niñas fueron rescatadas en el operativo, la mayoría de ellas vivían en albergues del gobierno, y solo una tenía familia.

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