Alvaro Colombres Garmendia – BLes
Habiendo alcanzado más de un millón de seguidores en Telegram, otra vez los medios principales lanzaron una campaña para desacreditar al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusándolo de promover noticias falsas para manipular a los electores y prediciendo que intentará hacer de nuevo lo que hizo en 2018: ganar las elecciones haciendo campaña en las redes sociales.
En un mundo ideal, los políticos ganarían las elecciones debatiendo sus políticas, sus proyectos, por su carisma o quizás su reputación. Pero en la realidad de hoy, no es así.
Cuando las ideas políticas de alguien no concuerdan con lo que se considera ‘mainstream’ o de la corriente principal, los medios de comunicación predominantes junto con las Big Tech, censurarán, difamarán e intentarán cancelarlos.
En sus plataformas no existe el debate, las personas que opinan en sus programas, solo presentan información de un solo lado del espectro político: claramente la izquierda.
Tal fue el caso de Donald Trump, que lamentablemente estableció un precedente al oponerse abiertamente a las Big Tech y al Establishment.
Y tal es ahora el caso de Bolsonaro, a quien los medios están intentando cancelar, difamar o desprestigiar por no estar de acuerdo con sus políticas que tienen un perfil nacionalista.
El Financial Times entre los ‘grandes’ medios internacionales de habla inglesa y El País, salieron a atacar al presidente brasilero, acusándolo de usar Telegram para propagar ‘fake news’ y tratar de ganar las elecciones, diciendo que está último en las encuestas, etc.
Bolsonaro fue elegido por la revista Time, como el personaje del año, que por supuesto para los medios principales, como lo explica un párrafo de El País, fue todo gracias a sus seguidores en las redes sociales.
“La campaña para que Time eligiera a Bolsonaro se fraguó en Telegram, el nuevo espacio digital preferido del brasileño y otros líderes mundiales de la derecha que erosiona la democracia. Es el lugar donde buscan refugio ante las medidas contra la desinformación y las noticias falsas que van adoptando Facebook, Twitter, Google o YouTube.”
El análisis de País continúa renegando de los puntos de vista del presidente y sus seguidores:
“Las medias verdades y mentiras que circulan por redes sociales tuvieron gran protagonismo en las últimas elecciones de Brasil. Internet fue crucial en la victoria de Bolsonaro”.
Pero mirándolo desde el lado opuesto, ¿acaso no es el hecho de que los medios principales y las redes sociales hayan censurado a Trump y Bolsonaro, el motivo por el cual ellos tuvieron que acudir a una plataforma que los deje expresar sus ideas?
Sí, la política es brava por naturaleza y las peleas entre diferentes partidos por quién tiene la culpa de qué, no es para los de corazón blando.
Pero si los medios principales están convencidos de que su verdad es ‘la verdad’ o que su enfoque es el ‘correcto’, no deberían tener miedo a debatir, a escuchar los otros argumentos y, principalmente, a dejar que la gente decida quién es el mejor o cuál es la verdad que quieren seguir.
Según el reporte de El País, ‘las autoridades’ de Brasil, ¿gente de Lula y la oposición?, no saben qué hacer para censurar a Bolsonaro en Telegram:
“Con la vista puesta en los comicios del próximo octubre, las autoridades electorales están especialmente preocupadas por Telegram, que gana velozmente usuarios y con el que no logran siquiera establecer una interlocución”.
Aparentemente, basados en las opiniones de ‘expertos’ en el artículo del Financial Times, la Corte Suprema y las autoridades del colegio electoral, ya han citado a declarar al dueño de Telegram – ¡un ruso que vive en Dubái! – pero no tuvieron éxito porque la empresa no tiene representación legal en Brasil.
“Suscríbase gratuitamente a este canal de información que lamentablemente no verá en la mayoría de la prensa. Bienvenido siempre”, escribió el pasado 11 de enero Bolsonaro en su cuenta de Twitter, lo que dio lugar a las teorías de los medios de que gestará su campaña desde ahí.
La historia ya ha probado que los medios principales y las Big Tech están equivocados: cuando suspendieron las cuentas en todas las redes sociales de Trump – uno de los presidentes más populares de la historia moderna – luego del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, Telegram ganó más de 25 millones de suscriptores en apenas días.
En otra instancia reciente, a fines de diciembre, Bolsonaro se diferenció del resto de los líderes mundiales que siguen los lineamientos globalistas para la vacunación a niños de entre 5 y 11 años.
Como lo reportó AP:
“Mientras los líderes mundiales confían en los especialistas en salud pública para informar sus decisiones sobre si vacunar a los niños contra el coronavirus y cómo hacerlo, el gobierno de Brasil está pidiendo orientación al público en línea”.
“En las últimas semanas, el presidente Jair Bolsonaro se ha posicionado en contra de la vacunación de los niños de entre 5 y 11 años, y su administración dio el paso inusual de crear una plataforma que podría validar una postura que es ampliamente opuesta por los expertos”.
¿En qué estará pensando Bolsonaro cuando se le ocurre preguntarles a los padres si están de acuerdo con vacunar a sus hijos antes de tomar una decisión? ¡Cuánta desinformación señor presidente!
Más allá de lo que digan los medios, las Big Tech e incluso nuestra opinión, seguramente Bolsonaro ganará o perderá las elecciones basado en su gestión, en sus políticas y en su capacidad de guiar al país en la dirección correcta, y ahí veremos quién tenía razón y quién estaba equivocado.