Por Emmanuel Rincón de El American.
“Los CDC y sus socios están vigilando activamente los informes de miocarditis y pericarditis tras la vacunación con COVID-19. El seguimiento activo incluye la revisión de datos e historiales médicos y la evaluación de la relación con la vacunación contra la COVID-19”, dice la página de la agencia del Gobierno Federal.
Para todos aquellos que desconozcan el caso —probablemente una gran parte de la población—, durante los últimos meses diferentes deportistas profesionales han presentado cuadros de miocarditis —problemas en el músculo cardíaco— u otras afectaciones respiratorias.
Quizás de los casos más famosos se podría nombrar el de Christian Eriksen, quien se desplomó en un encuentro de la pasada Eurocopa y por poco pierde la vida, además del caso del futbolista argentino, Sergio Agüero, quien tras sufrir dolores de pecho en un partido del F.C. Barcelona, y tras diagnósticos médicos, debió retirarse del fútbol profesional a la edad de 33 años —aunque vacunado, el cardiólogo que trata al futbolista declaró que la vacuna no tenía nada que ver con el incidente—.
Sin embargo, además de sus casos, probablemente de los más conocidos por la envergadura de sus nombres, existen otros de atletas con menor nivel que han fallecido o se han enfermado en los últimos meses. El guatemalteco, Marcos Menaldo de 25 años; el croata Marin Cacic, de 23 años; el algeriano Sofiane Lokar, de 30 años; y el omaní Makhlid Al Raqadi, de 29 años; fallecieron repentinamente en las últimas semanas por problemas cardiovasculares.
Diversas páginas en internet y medios alternativos han estado publicando durante los últimos meses sobre el fallecimiento o repentinos desplomes de atletas de alto rendimiento que habían sido vacunados. Sin embargo, es importante aclarar que hasta el momento no hay base científica para adjudicar estos repentinos problemas cardíacos a las vacunas. De hecho, el mismo Covid-19 podría ser el causante de los problemas en el corazón.
No obstante, pese a que los propios CDC reconocen que se está estudiando la correlación entre las vacunas y problemas cardiacos, nadie habla de ello, y pese a que no existen datos concluyentes al respecto, continúan en diversas partes del mundo obligando a las personas a inocularse limitando su derecho a decidir sobre sus propias vidas.
¿Qué dicen los CDC sobre la miocarditis?
Los CDC dicen en su página web que: “La miocarditis es la inflamación del músculo cardíaco, y la pericarditis es la inflamación del revestimiento exterior del corazón. En ambos casos, el sistema inmunitario del organismo provoca la inflamación en respuesta a una infección o a algún otro factor desencadenante (…) Busque atención médica si usted o su hijo tienen síntomas de estas afecciones después de la vacunación con COVID-19. En raras ocasiones se han notificado casos de miocarditis y pericarditis, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes varones en los días posteriores a la vacunación con COVID-19”.
En la página también se puede leer un apartado de lo que se debe saber en caso de presentar efectos adversos:
“Se han producido casos de miocarditis notificados al Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas:
- Tras la vacunación con COVID-19 de ARNm (Pfizer-BioNTech o Moderna), especialmente en adolescentes y adultos jóvenes de sexo masculino.
- Más a menudo después de la segunda dosis.
- Generalmente en la semana siguiente a la vacunación.
- La mayoría de los pacientes con miocarditis o pericarditis que recibieron atención respondieron bien a los medicamentos y al reposo y se sintieron mejor rápidamente.
Por lo general, los pacientes pueden volver a sus actividades diarias normales después de que los síntomas mejoren. Los que han sido diagnosticados de miocarditis deben consultar con su cardiólogo (médico del corazón) sobre la vuelta al ejercicio o al deporte. Se compartirá más información a medida que esté disponible”.
Sin embargo, pese a las advertencias, en un apartado posterior, los CDC aclaran de inmediato que usted debe someterse a las pautas de vacunación.
¿Realmente los atletas de alto rendimiento y gente joven está muriendo por las vacunas?
En estos momentos no hay información concluyente para determinar si esta afirmación es falsa o cierta, es verdad que ha habido un número bastante elevado de casos de personas jóvenes y atletas con problemas cardiacos en el último año, pero no existe evidencia que compruebe que se debe a la vacuna específicamente, al covid, o algún otro factor.
De lo único que tenemos certeza es que históricamente las vacunas pasan por un largo y complejo proceso de estudios que toma entre 10 y 15 años, esto, con el fin de asegurar que las mismas no produzcan efectos adversos al largo plazo muchos peores al de la enfermedad que buscan combatir.
Debido a la irrupción imprevista del Covid-19 y sus nocivos efectos para la población mundial, los laboratorios han desarrollado vacunas de emergencia con la intención de mitigar los efectos de la pandemia. Sin embargo, la verdad sea dicha, no ha existido el tiempo suficiente de prueba y ensayo para asegurar que las vacunas son 100 % efectivas, que no tendrán efectos secundarios a largo plazo, y que son menos nocivas que la enfermedad que busca combatir.
Según un reportaje publicado por CNBC, quien consultó con diversos especialistas legales, las personas que sufran efectos adversos por la vacuna, no podrán demandar a las empresas farmacéuticas, ni tampoco al Gobierno por daños o perjuicios, pese a que en varios estados han obligado a cierto grupo poblacional a inocularse.
Recientemente Twitter también decidió eliminar la cuenta del Dr. Robert Malone, parte del equipo creador de las vacunas ARNm, quien se había manifestado en diversas ocasiones en contra de la vacunación a niños, y de los mandatos de vacunación al argumentar que los antídotos siguen en fase de ensayo. Sus videos de YouTube también fueron eliminados. Censurar al Dr. Malone y a personas con experticia médica y opiniones distintas con respecto a las vacunas que se están administrando genera suspicacia y serias dudas a la población. Si las actuales vacunas son realmente efectivas, ¿por qué censurar a quienes tienen reservas con respecto al desarrollo de las mismas, por qué sencillamente no responder con data y evidencia? ¿Por qué bloquear las demandas contra productores y el mismo Gobierno?
Los efectos adversos y los beneficios de las vacunas en personas jóvenes
El médico Peter Attia discutió en su podcast con el Dr. Marty Makary, Profesor de Johns Hopkins e investigador de salud pública, y el Dr. Zubin Damania, Internista formado en Stanford por la UCSF y fundador de Turntable Health, sobre los efectos adversos y beneficios de las vacunas en personas jóvenes.
Los especialistas argumentan que las vacunas tienen un riesgo que en realidad es peor para los más jóvenes, y unos beneficios que son mucho menores para ese grupo poblacional. Según la data recogida: los varones de 12 a 17 años presentan de 56 a 69 casos de miocarditis por millón de dosis, y las hembras de 12 a 17 años presentan de 8 a 10 casos de miocarditis por millón de dosis, lo cuál en realidad es un margen de error aceptable, sin embargo, analizando las estadísticas de personas jóvenes fallecidas sin comorbilidades, se llegó a la conclusión de que la vacuna salva a 38 personas jóvenes de hospitalización, y 1 muerte, quiere decir que se van a presentar aproximadamente 60 casos de miocarditis para salvar una muerte.
Otro detalle importante es que el riesgo de efectos secundarios adversos crece con los booster.
Países europeos bloquean la vacuna de Moderna para personas menores de 30 años
Alemania y Francia fueron los primeros países en bloquear la vacuna de Moderna para menores de 30 años en territorio europeo, esto debido a que dicha vacuna presenta un riesgo 3 o 4 veces mayor al de otras vacunas de generar casos de miocarditis en personas jóvenes.
Posteriormente Finlandia, Suecia, Dinamarca y Noruega recomendaron que no se utilice la vacuna Covid-19 de Moderna en los grupos de edad más jóvenes, citando los riesgos de efectos secundarios cardiovasculares. Sin embargo, en Estados Unidos se sigue administrando la vacuna de Moderna en personas jóvenes, e incluso, algunas empresas, universidades, y gobiernos locales están exigiendo la vacunación obligatoria a dicho grupo de personas, algo que preocupa a los especialistas anteriormente mencionados.
De hecho, un detalle que resaltaron los especialistas fue que, con la aparición de ómicron, Pfizer sacó un comunicado de prensa diciendo que la vacuna era segura para combatir la nueva variante, pese a que en ese momento ni laboratorios privados, ni el propio Gobierno tenía datos suficientes o información para hacer dicha afirmación, y al día siguiente los CDC publicaron una recomendación de colocar un booster a todos los adolescentes.
Bajo este escenario los especialistas coincidieron en que básicamente tenemos al Gobierno Federal sirviendo de portavoz de las grandes farmacéuticas sin cuestionar o contrastar la información que ellos difunden.
Los CDC reconocen que el 75 % de las personas vacunadas fallecidas presentaban comorbilidades
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, admitió en una entrevista con Good Morning America que, por lo menos el 75 % de los vacunados fallecidos por covid tenían al menos 4 comorbilidades, un dato sumamente importante a la hora de tomar precauciones sobre el covid, entonces, ¿cómo es que hasta ahora venimos enterándonos de esta data? ¿Por qué no lo supimos antes? Peor aún, ¿por qué el Gobierno y otros organismos no han realizado campañas promoviendo la buena alimentación y el ejercicio, entre otras variantes para tratar de combatir las comorbilidades?
Al tenista Novak Djokovic le trataron en Australia como un criminal por no haberse vacunado, esto pese a contar previo a su viaje con la autorización de Gobierno de Victoria para arribar al país por una exención médica; su caso se ha politizado de tal forma que su participación en el Grand Slam continúa en duda, pese a que el deportista de alto rendimiento cuenta con excelentes condiciones físicas y tiene anticuerpos en su sistema inmune por haber contraído el covid recientemente.
De vuelta a América, la jueza liberal de la Corte Suprema de Justicia, Sonia Sotomayor, declaró recientemente que había cien mil niños hospitalizados por covid—19 en el país generando alarmismo en la población, cuando lo cierto es que tan solo 3.500 infantes están internados por la enfermedad, demostrando una vez más la politización y las mentiras de funcionarios gubernamentales sobre la pandemia.
Los americanos y ciudadanos de todas partes del mundo deberían comenzar a exigir a las autoridades transparencia en el tratamiento de la pandemia, ¿cuántas mentiras más no han dicho? ¿Por qué se han negado a revelar la data completa de las vacunas? ¿Y por qué han limitado la capacidad de los ciudadanos a demandar por efectos secundarios relativos a la vacunación?
Por todas estas razones es sumamente importante que quienes se inoculen la vacuna lo hagan bajo su propia responsabilidad, y no por una decisión gubernamental, puesto que la misma puede tener efectos benévolos, pero también nocivos, y debería ser decisión de cada individuo si prefiere someterse a los riesgos asociados a no vacunarse o a los asociados a inocularse.
Todo individuo debería tener la potestad de decidir sobre su salud, eso es lo más humano.