Fuente: diariosanrafael.com.ar
Una familia sanrafaelina decidió hace un tiempo pasar un fin de semana en San Juan. Para ingresar a la provincia vecina debían estar vacunados y como sus hijos, de 15 y 14 años, no lo estaban, decidieron inocularlos para viajar sin impedimento. Estiman que a Franco, el joven de 14 años, la vacuna lo afectó de tal manera que debió permanecer internado veinte días en San Juan. Danilo Patruno, padre del chico afectado, dialogó al respecto con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael. “Yo vacuné a mi hijo Franco Patruno el día 5 de octubre ya que viajábamos a un evento de fin de semana en San Juan. Viajamos sin problemas, pero cuando llegamos ya hizo un broncoespasmo, que derivó en una intubación que lo obligó a estar veinte días internado, diez de ellos intubado en UTI.
…los médicos de San Juan nos dijeron que el cuadro había sido consecuencia de la vacuna
Al momento de volver a San Rafael, los médicos de San Juan nos dijeron que el cuadro había sido consecuencia de la vacuna, ya que no encontraron ninguna otra causa que originara lo que le pasó a mi hijo. Cuando llegamos a San Rafael, nos dijeron que denunciáramos el caso como un efecto colateral de la vacuna Moderna. Hemos denunciado la situación en la ANMAT, también ante las autoridades de la Provincia y en el hospital Schestakow. Hasta el día de hoy no hemos tenido ninguna respuesta. Al contrario, ponen en duda lo que les informo; tengo la historia clínica de lo que le pasó a mi hijo. Él nunca tuvo ningún otro síntoma de nada, ni crisis, ni nada que se le parezca antes de que le colocaran la vacuna. Estaba en perfectas condiciones, jugaba al rugby en Belgrano. Ahora tuvo que dejar de jugar por los efectos colaterales que todavía tiene; ha tenido que suspender viajes e inconvenientes para ir a la escuela. Esto nunca le pasó antes y sigue teniendo los efectos colaterales de la terapia intensiva. He denunciado esto por los canales oficiales de los gobiernos de la Provincia y de la Nación. No he tenido ninguna respuesta y, es más, me repreguntan; por momentos siento que me toman el pelo”.
Patruno continuó relatando que “nos sentimos desamparados; todos hablan de que hay que ponerle la segunda vacuna, cosa que nos parece una locura; tampoco sabemos qué pasa si se contagia de Covid. En nuestra familia tenemos tendencia a ser asmáticos, muy leves, ya que nunca hemos recibido oxígeno ni hemos sido internados por esta causa. Franco ahora está haciendo rehabilitación, porque por la internación ha perdido nueve kilos, tiene problemas de movilidad en los miembros inferiores, y nos dicen que la rehabilitación será larga. Tuvo caída de pelo, mucho, afortunadamente ahora le está comenzando a crecer nuevamente. Le han quedado muchos problemas de movilidad y coordinación, estamos tratando de resolver eso, y nos preocupa si puede aparecer otro inconveniente oculto, porque lo que cuento es lo visible, lo que en el día a día vivimos con él”.
Agregó que “al llegar a San Rafael, por sugerencia de su neumonólogo, le hicimos análisis de anticuerpos a la vacuna y al Covid. De esa manera, nos dijo, tendríamos más certezas de si el problema que tuvo lo desencadenó la vacuna o alguna otra cosa. Los resultados, llamativamente, indicaron que generó anticuerpos hacia la vacuna, pero no hacia la Covid. Esto nos reafirma en la idea de que la causante de sus problemas fue la vacuna Moderna. Hasta el día de hoy nadie nos dice nada; solo contamos con la opinión de los médicos que hemos consultado; ellos, al ver la historia clínica, nos dicen que es el resultado de la vacuna. Pero no tenemos nada oficial y no sabemos qué hacer; estamos totalmente desamparados por la parte oficial. Le pusimos la vacuna Moderna porque el Gobierno decía que esa era la vacuna para los niños y jóvenes. Resulta ahora que una vez que nosotros se la hicimos colocar, comenzó a informarse que la vacuna Moderna no es para los jóvenes, que para ellos hay otra. Me dediqué a averiguar y encuentro que en algunos países esta vacuna está prohibida para los jóvenes. Estamos desorientados y sobre todo nos pasa esto porque no tenemos ninguna respuesta de nada. Antes de vacunar a mis hijos, consulté con pediatras amigos y todos los caminos apuntaban a la vacunación. Hicimos lo correcto, somos provacuna en nuestra familia. Nuestra obligación sería colocarle otras dosis, pero es muy difícil tomar una decisión sin tener respuestas. La pasamos muy mal, verdaderamente muy mal; fuimos un fin de semana a San Juan a pasar un buen momento y terminamos con mi hijo internado durante veinte días. A esto sumémosle el daño psicológico que Franco todavía tiene. Por suerte, le hemos hecho estudios neurológicos en Mendoza y todo indica que lo que le pasa es pasajero. Concurre a diario a un instituto de rehabilitación y está muy contento porque va mejorando. Lo que necesitamos es una respuesta oficial sobre nuestro caso; nos siguen preguntando lo mismo cada vez que nos entrevistan. Ayer me enviaron un mail preguntándome si toda la información que brindamos estaba bien… Les contesté que sí, que es la cuarta vez que informamos exactamente lo mismo. Sentimos que nos toman el pelo con las preguntas que nos hacen”.