Por Oriana Rivas – Panampost.com
Hace tan solo horas el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, hablaba de sus intenciones de encausar al país en un proceso de «cambios y transformación», prometía espacios de colaboración y de un nuevo orden social armónico. Palabras más, palabras menos, el líder de Apruebo Dignidad ofrece un discurso que probablemente no coincida con el futuro cercano de Chile, lo cual queda en evidencia a medida que hace nuevos nombramientos.
No se trata solo de Izkia Siches, designada como ministra de Interior; de Camila Vallejo, secretaria general de Gobierno y de otros tantos futuros ministros con raíces comunistas. A ellas se suman subsecretarios ministeriales, entre los que figura Galo Eidelstein como próximo subsecretario de las Fuerzas Armadas. Es un militante del Partido Comunista y vinculado al chavismo, al punto de haber recibido ocho millones de dólares para una universidad chilena actualmente clausurada.
Si las críticas contra Boric abundaron cuando designó su gabinete ministerial, ahora estas recrudecen tras darse a conocer la designación de Eidelstein. La preocupación gira en torno al mensaje que pudiera estar enviándose a las Fuerzas Armadas chilenas con un subsecretario comunista y con Maya Fernández Allende en el Ministerio de Defensa, socialista y nieta de Salvador Allende.
Para el excandidato presidencial José Antonio Kast, las Fuerzas Armadas están «en grave riesgo» de ser sometidas a las políticas y orientaciones «de alguien que fue parte de las irregularidades en la Universidad ARCIS y tiene vínculos directos con el régimen narcoterrorista de Maduro».
Sospechoso financiamiento del chavismo
Puede que las comparaciones sean odiosas. Pero la región ha visto cómo ejércitos de países anteriormente democráticos han adoptado un enfoque de izquierda por orden de los caudillos en el poder. Hugo Chávez lo hizo con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Fue en 2007 cuando asomó por primera vez su necesidad de conformar “el nuevo pensamiento militar” y para 2009 ya definía a la institución armada como “antimperialista, revolucionaria y socialista”. Por esos años Galo Eidelstein ya era cercano al chavismo.
Eidelstein, hoy con 70 años, es ingeniero civil de la Universidad de Chile y psicólogo de la UNIACC. También posee un magíster en Seguridad y Defensa de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos. Forma parte de la comunidad judía de Chile.
En su expediente figura su papel como vicerrector de Gestión, Operaciones y Finanzas de la Universidad de las Artes y Ciencias Sociales (ARCIS). Cerrada definitivamente en 2021, la institución vinculada al Partido Comunista de Chile se enfrentó a una crisis de financiamiento que explotó en 2014 a pesar de haber recibido ocho millones de dólares del régimen de Hugo Chávez.
La historia del préstamo se remonta a julio del año 2007, cuando la institución educativa otorgó al dictador venezolano el título de Doctor Honoris Causa. Meses después, en enero de 2008, el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), bajo el control del ministerio chavista de Finanzas, autorizó el millonario monto «pagadero a 20 años, con un interés anual de 3,3 % y un año de gracia antes de empezar a pagar», reseñó entonces El Mostrador. Entre Venezuela y la institución chilena había también un convenio de becas.
Eidelstein, junto a Juan Andrés Lagos, encargado de relaciones internacionales del Partido Comunista, y el empresario amigo de Fidel Castro, Max Marambio, viajaron a Caracas para cerciorarse de que el préstamo se concretara, agregó el medio chileno.
Pero luego de manejos errados de los fondos y disputas internas, la Universidad se vino abajo y las funciones cesaron completamente en enero de 2021. Pero el caso está lejos de quedar en el olvido. El diputado Diego Schalper (RN) anunció recientemente que se reactivará una comisión investigadora en la Cámara de Diputados para investigar el financiamiento de la Universidad ARCIS.
Un judío que defiende ataques antisemitas
Ser parte de la comunidad judía en Chile llevó al próximo subsecretario de Fuerzas Armadas a defender al exprecandidato presidencial Daniel Jadue por declaraciones antisemistas. Parece que primó la militancia partidista por encima de su religió y sus raíces. La firma de Galo Eidelstein estuvo en una carta dirigida al Centro Simon Wiesenthal por incluir a Jadue en un ranking de los incidentes globales antisemitas del año 2020, tras acusar a los judíos «de control de los medios y doble lealtad».
Así como defendió a Jadue, también ha criticado a José Antonio Kast, acusándolo de simpatizar con el nazismo. En octubre del año pasado replicó un video que estaba acompañado del mensaje ‘La franja de José Antonio Kast’. Era una parodia de un nazi que no reconoce su ideología.
Así es el expediente del futuro hombre que tomará las decisiones administrativas de las Fuerzas Armadas chilenas. Alejado del diálogo y el consenso que hoy tanto profesa Gabriel Boric.