Era líder de una pandilla, cambió su vida gracias a una disciplina espiritual y ahora es perseguido por el régimen chino

Traducido de bitterwinter.org por TierraPura.org

Por YANG FENG

En 2013, los practicantes de todo el mundo de la disciplina espiritual de la Escuela Buda, Falun Gong, protestaron y recogieron firmas en favor de Zheng Xiangxing, un practicante que había quedado discapacitado por las graves torturas que tuvo que sufrir en la cárcel y fue sometido a dos craneotomías. Sus peticiones nunca recibieron respuesta, y desde entonces los amigos de Zheng se preguntan si está vivo o muerto.

Según la información que ha trascendido en las redes sociales, y que Bitter Winter considera fiable, en enero de 2022 Zheng seguía vivo, y todavía detenido en la cárcel de Baoding, en la provincia de Hebei.

La historia de Zheng es algo excepcional. Su vida puede dividirse en tres partes. En la primera, Zheng fue un personaje rudo. Nació en 1968 en lo que entonces era el condado de Tanghai y ahora es el distrito de Caofeidian de Tangshan, una ciudad a nivel de prefectura en la provincia de Hebei. Se convirtió en el líder de una banda de motoqueros y acabó siendo detenido. En 2001, cuando estaba en la cárcel, compartió celda con un practicante de Falun Gong, que había sido detenido por su fe.

Los dos se hicieron amigos y Zheng empezó a practicar Falun Gong. También decidió que debía poner fin a sus actividades delictivas. Así comenzó la segunda parte de su vida, durante la cual Zheng fue propietario de una tienda. Abrió una tienda de electrodomésticos en la ciudad de Tangshan y practicaba discretamente a Falun Gong, intentando que la policía no notara que era un practicante.

Consiguió pasar desapercibido durante una década, pero el 25 de febrero de 2012 la policía llamó a su puerta y lo detuvo como practicante de Falun Gong. El 26 de julio de 2012, el Tribunal del Condado de la ciudad de Tangshan lo condenó a diez años en virtud del artículo 300 del Código Penal chino, que castiga a los activos en un grupo religioso prohibido como xie jiao.

A partir de 2012, comenzó la tercera y más triste parte de la vida de Zheng. Es la vida como preso de conciencia, que había sido torturado e inhabilitado por su negativa a renunciar a su creencia en Falun Gong. 

Entre el 26 y el 27 de octubre de 2012, a causa de las torturas sufridas, su estado se deterioró. Fue llevado al hospital, donde se le diagnosticó una hemorragia cerebral. Sus familiares creen que fue causada por los fuertes golpes en la cabeza que le infligieron en la cárcel.

Zheng fue sometido a una craneotomía, que probablemente le salvó la vida pero le dejó medio paralizado y casi ciego de ambos ojos. Sin embargo, cuando fue capaz de decir algunas palabras, fue llevado de nuevo a su celda. Las protestas de su esposa Sun Suyun, que se sentó a las puertas de la cárcel de Baoding pidiendo que le trasladaran a un hospital especializado de Beijing, no fueron escuchadas, y la policía le ordenó que se fuera a casa.

El 25 de julio de 2013, Zheng tuvo que ser llevado de nuevo al hospital, donde se le practicó una segunda craneotomía. En agosto, fue enviado de nuevo a la cárcel. Mientras tanto, su caso se había dado a conocer internacionalmente.

Según la información mencionada, Zheng está vivo y sigue en la cárcel de Baoding. En teoría, debería salir en libertad el 25 de febrero de 2022. Sin embargo, no es infrecuente que los devotos del xie jiao que se niegan a firmar declaraciones en las que renuncian a su fe permanezcan en prisión durante períodos adicionales.