Fuente: La Derecha Diario

El ministro de Economía de Brasil y principal artífice del programa económico de Bolsonaro, Paulo Guedes, estudia una nueva reforma sobre el tratamiento tributario para la inversión extranjera directa. Se plantea la exención tributaria total para los inversores extranjeros que adquieran obligaciones negociables de empresas nacionales.

Hasta ahora, los inversores extranjeros debían pagar una alícuota del 15% sobre las ganancias de capital producidas por la compra de bonos del sector privado en Brasil. Este impuesto sería eventualmente eliminado, alentando la entrada de capitales para la inversión financiera y real.

También se eliminaría así la distorsión que hubo desde 2006, siendo que solamente estaban exentos de este impuesto la inversión en el mercado de valores y la compra de títulos públicos.

La política monetaria impulsada por Roberto Campos Neto al frente del Banco Central de Brasil tiene solamente un objetivo y es producir una drástica baja de la inflación, por lo que el programa monetario requerido para hacerlo supone una fuerte suba de la tasa SELIC de política monetaria, una acción que atrae efectos recesivos sobre la economía y la inversión afluencia de capitales a Brasil.

La tasa de interés de referencia establecida por el Banco Central de Brasil ya alcanza el 9,25% anual, y se perfila a superar el 10% anual para mediados de este año. Se espera conseguir así una fuerte rebaja de la inflación para diciembre, y los datos mensuales de inflación ya comienzan a anticipar resultados positivos.

La rebaja tributaria sobre la compra de bonos corporativos busca compensar el efecto de la política monetaria, dejando inalterada a la entrada de capitales. La estabilidad en el flujo de capitales es crucial para sostener el crecimiento de la economía de Brasil, pues de lo contrario se podría producir un encarecimiento excesivo del capital financiero que pondría fin al desarrollo de muchos proyectos productivos dentro del país. Este efecto conocido como “detención súbita” de capitales es lo que se busca evitar a toda costa.

Las medidas buscan combatir el encarecimiento del costo de capital para las empresas, al mismo tiempo en que se mejora el rendimiento para los inversores. Esta “diferencia” entre retribuciones era generada por un impuesto a la entrada de capitales, que ahora podría ser definitivamente eliminado si Guedes tiene éxito con su iniciativa.

Por otra parte, el riesgo latente por la amenaza que representan las políticas extremistas de Lula da Silva en Brasil también genera un marco de incertidumbre sobre la inversión en bonos privados locales, ya que los agentes buscan siempre anticiparse a un eventual cambio de signo político y sus consecuencias. En este sentido, la exención impositiva podría compensar parcialmente la incertidumbre.

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