Mamela Fiallo Flor para Panam Post

El primer ministro de la provincia canadiense de Alberta, Jason Kenney, está demandando al primer ministro de la nación, Justin Trudeau. La medida surge luego de que el mandatario nacional activara la polémica Ley de Emergencias. Esta es una legislación que data de 1988 y otorga poderes extraordinarios al Gobierno federal.

Entre las prácticas que se pueden permitir bajo la protección de esta media figura el derecho de prohibir los viajes desde o dentro de cualquier área específica y de requisar la propiedad que considere necesaria para manejar cualquier situación.

La implementación de esta legislación provocó molestia en la ciudadanía y el primero en demostrarlo fue Kenney, quien informó el viernes pasado que Alberta preparará una impugnación judicial por el «uso injustificado de la Ley de Emergencias». El funcionario tacha su uso como innecesario y desproporcionado. Agregó que esto también viola la justicia natural, se entromete en la jurisdicción provincial y crea un precedente peligroso para el país. Asimismo, indicó que su equipo legal puede apoyar otros desafíos judiciales.

El premier también dio a conocer este lunes un cronograma que explicaba cuándo los habitantes de Alberta sabrán si se levantarán más medidas de salud pública utilizadas para abordar la propagación del COVID-19 a principios del próximo mes, según Global News.

“El sábado 26 de febrero, el gobierno anunciará una decisión final sobre pasar a la Fase 2 de nuestro plan para levantar casi todas las restricciones el 1 de marzo. Será una decisión prudente basada en los últimos datos», tuiteó.

La rebelión contra Trudeau gana cada vez más seguidores

La figura del primer ministro Jason Kenney ha tomado un mayor auge desde que llegó al poder en Alberta en 2019, tras encabezar el efecto dominó que puso fin a las restricciones anticonstitucionales en las provincias del país norteamericano frente al coronavirus. Hasta ahora, la mitad de estas jurisdicciones en Canadá, cinco de diez, anunciaron que no se aplicarán más dichas medidas.

Es por ello que ante el panorama que vive Canadá con la activación de esta legislación por parte de Trudeau, Kenney se pronunció en defensa de los habitantes de su provincia y otros quienes acompañan esta iniciativa.

Al respecto, el político afirmó que “la invocación de la Ley de Emergencias por parte del gobierno federal (Trudeau) es una medida innecesaria y desproporcionada que puede violar las libertades civiles, invade la jurisdicción provincial y crea un precedente muy peligroso para el futuro y no es necesario. Como demostramos aquí en Alberta en Coutts y Ontario en el puente Windsor Ambassador, las autoridades policiales provinciales pueden lidiar con los bloqueos ilegales de carreteras”.

Justin Trudeau vs. el Convoy Libertad

En vista que los camioneros y sus simpatizantes han demostrado que no se retirarán hasta que Trudeau quite las restricciones constitucionales o en su defecto renuncie, las autoridades locales y nacionales deben enfrentar la paralización de la circulación

Trudeau anunció que su gobierno invocaría la Ley de Emergencias el 14 de febrero. En la oscuridad de la madrugada, unas horas antes de que el primer ministro diera a conocer esta información, la policía montada había allanado el campamento de los transportistas y arrestó a 11 personas. Acusó a cuatro de ellos de conspiración para cometer asesinato, debido a que presuntamente las autoridades encontraron armamento.

En vista que el gobierno de Alberta actuó con mayor rapidez que los agentes nacionales, Kenney increpa: «La pregunta entonces es, ¿por qué (está) el gobierno federal usando el poder que no es necesario para confiscar cuentas bancarias y activos, por ejemplo, de personas arbitrariamente, extrajudicialmente, sin órdenes judiciales, con base en sus opiniones o a quienes han donado a poderes realmente diseñados para interrumpir cosas como el financiamiento del terrorismo?».

Por su parte el ministro de Asuntos Municipales de Alberta, Ric MciVer, declaró que ya presentaron dos aplicaciones ante la Corte Federal para enfrentar la Ley de Emergencias, la más reciente táctica de Trudeau para apaciguar las protestas en el país. Afirma que las medidas extraordinarias no fueron solicitadas. En este caso, será la corte quien dé el veredicto final.

Kenney: los manifestantes no buscan un golpe de Estado

Si bien el primer ministro Jason Kenney dejó en claro que quería que se restableciera la ley y el orden, y que no quería que lo malinterpretaran, aseguró que debe haber límites al poder del Estado. “La situación en Ottawa es grave”.

Kenney aclaró que a pesar de que los manifestantes no deberían poder bloquear el centro de ninguna ciudad, y mucho menos la capital de la nación, por ningún motivo o causa, el uso de la Ley de Emergencias como recurso de Tradeau para hacer frente a estas iniciativas es desproporcionado en relación con lo que ocurre en el país.

“La Ley de Emergencias fue diseñada para entrar en vigor en caso de falla del Estado”, en caso de un golpe de Estado o una insurrección que amenazara con derrocar las instituciones democráticas de Canadá. “Sin embargo, no hay insurrección, ni golpe de Estado”, indicó.

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