Traducido de Breitbart por Tierrapura.org

Un informe reciente afirma que Tesla planea comenzar el desarrollo de una nueva instalación en Shanghai tan pronto como el próximo mes, más que duplicando su capacidad de producción en China. Elon Musk ha elogiado con frecuencia el régimen comunista genocida de China. En una reunión con el gobierno, Musk dijo: “Quiero mucho a China y estoy dispuesto a venir más”.

Reuters informa de que Tesla planea comenzar pronto la construcción de una nueva planta en Shanghái como parte de sus esfuerzos por aumentar su presencia en China. La nueva instalación duplicará con creces su capacidad de producción en China para satisfacer la creciente demanda de sus vehículos en el país y en otros mercados.

La nueva planta dará a Tesla la capacidad de producir hasta 2 millones de coches al año en sus instalaciones de Shanghai, que es el principal centro de exportación de la empresa. La nueva planta se ubicará cerca de la actual planta de producción de Lingang, en la Nueva Área de Pudong.

Según los informes, Tesla tiene previsto producir alrededor de 1 millón de vehículos este año. El objetivo de la empresa es elevar su producción semanal en las instalaciones de Shanghai a unos 22.000 vehículos en los próximos meses. Esto supondría la producción de alrededor de 1,1 millones de vehículos en un año completo en las instalaciones de Shanghái, lo que supondría duplicar su capacidad prevista originalmente.

En su nuevo libro Red-Handed, Peter Schweizer, colaborador principal de Breitbart News, presidente del Instituto de Responsabilidad Gubernamental (GAI), no partidista, y autor del best-seller Clinton Cash y Profiles in Corruption, se centra en cómo las grandes empresas tecnológicas, que se aprovechan del dinero, han puesto en riesgo la privacidad de sus usuarios y la seguridad nacional de Estados Unidos en un intento de apaciguar a China.

Red-Handed también explica el tórrido romance de Elon Musk con la dictadura comunista del país. Tras negar que fuera a abrir fábricas de Tesla en China, Musk cambió radicalmente de opinión.

Según Red-Handed:

Entonces Pekín extendió la alfombra roja: Los bancos chinos, respaldados por el gobierno, soltaron 1.600 millones de dólares en préstamos subvencionados. Y las autoridades gubernamentales eliminaron la burocracia reglamentaria para construir en China. “Lo que me sorprendió es el poco tiempo que tardó el proceso de regulación en ser aprobado por el gobierno chino”, explicó Ivan Su, analista de Morningstar Inc. La enorme planta se construyó en menos de un año.

Musk llegó al país para la ceremonia de colocación de la primera piedra y se reunió con funcionarios de alto rango. Dos días después, se reunió con el viceprimer ministro Li Keqiang en el recinto privado reservado a los visitantes de alto rango. “Quiero mucho a China y estoy dispuesto a venir más”, dijo Musk a Li. El viceprimer ministro se ofreció a hacerle residente permanente en el país.

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