Traducido de Greatgameindia.com por TierraPura.org
La catástrofe humanitaria producida por la guerra en Ucrania podría ser una espina en el costado de las élites políticas alemanas que quieren impulsar la agenda del coronavirus. Esta preocupación tiene su origen en el hecho de que los refugiados ucranianos están rechazando las vacunas COVID gratuitas del gobierno alemán.
Según los informes de las noticias alemanas, los refugiados ucranianos no están entusiasmados con la oferta del gobierno alemán de una vacuna gratuita contra el COVID-19.
“Desgraciadamente, parece que los refugiados no nos están arrebatando las vacunas de las manos”, señaló Marcus König, alcalde de Núremberg, en una entrevista con la Bayerischer Rundfunk de Baviera.
Además, Ucrania también tiene uno de los porcentajes de vacunación más bajos de Europa, ya que solo el 35% de la población está vacunada dos veces. Incluso esa cifra podría ser exagerada, ya que los datos oficiales sugieren que un alto porcentaje de los certificados COVID ucranianos son falsos.
Esta circunstancia preocupa a los funcionarios alemanes, que actualmente abogan por una política de vacunación obligatoria que sometería a toda la población alemana a los productos experimentales de ARNm.
La catástrofe humanitaria producida por la guerra de Ucrania podría ser una espina en el costado de las élites políticas alemanas que quieren impulsar esta agenda, ya que plantea la cuestión de si tal política, si se aplica, también se extendería a los refugiados ucranianos.
Obligar a vacunar a los inmigrantes ucranianos, como señaló la escritora alemana, Vanessa Renner, en un artículo sobre el tema del 2 de marzo, arruinaría la reputación de Alemania, que actualmente brilla por su apoyo a Ucrania contra Rusia. Eximir a los refugiados, por otra parte, socavaría la legitimidad de la ley porque el gobierno tendría que explicar su aplicación únicamente a los ciudadanos alemanes.
Según Thomas Jung, alcalde de Fürth, muchos ucranianos que huyen de su país debido al conflicto continuo con Rusia temen verse obligados a vacunarse.
“Muchas personas que llegan aquí tienen incluso pánico a las ‘vacunas forzadas'”, dijo Jung en una entrevista con Bayerischer Rundfunk.