Fuente: RT
El Ministerio de Defensa ruso ha vuelto a denunciar los crímenes dirigidos contra la población civil por parte de los nacionalistas ucranianos. Según un nuevo informe, los neonazis minaron una presa de Odesa, siguiendo órdenes del gobernador de la provincia, con el fin de volarla.
“Con la realización de estas acciones criminales, en la zona de inundación se encontrarán áreas densamente pobladas“, declaró el jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa Nacional de Rusia, el coronel general Mijaíl Mizíntsev.
El alto cargo señaló que los intentos por parte del representante del servicio estatal de Ucrania para situaciones de emergencia de evitar esta “decisión insensata” fueron reprimidos “de manera grosera y dura”, incluso con una amenaza de ejecución.
“De esta manera, las autoridades de Kiev demuestran en todos los ámbitos su total indiferencia hacia su propio pueblo y la disposición a sacrificar a personas inocentes para lograr los objetivos geopolíticos de sus ‘amos occidentales'”, enfatizó Mizíntsev.
Por otra parte, desde el ministerio también se denunció el hecho de que en la ciudad de Kramatorsk, ubicada en la región de Donetsk, los nacionalistas “cínicamente” abrieron fuego con morteros contra un vehículo, que transportaba agua potable a los civiles. La agresión tuvo lugar en el momento de reparto, tres personas resultaron heridas y dos sufrieron contusiones.
“Una vez más, llamamos la atención de las Naciones Unidas, la OSCE [la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa], el Comité Internacional de la Cruz Roja sobre la política criminal de Kiev oficial en relación con los ciudadanos de Ucrania, las graves violaciones no solo del derecho internacional humanitario, sino también de la constitución del propio país”, concluyó Mizíntsev.