Fuente: La Derecha Diario
El gobierno de Gabriel Boric, con María Begoña Yarza al frente del Ministerio de Salud, profundiza la dictadura sanitaria en Chile. El MinSal anunció en la tarde de este martes, que a partir del 1ro de junio se bloqueará el Pase de Movilidad a todas las personas sin cuarta dosis de la vacuna Covid.
En los últimos 6 meses, el gobierno, tanto a cargo de Piñera como de Boric, estuvieron insistiendo para que la población se dé el “segundo refuerzo” o cuarta dosis de la vacuna, pero hasta el momento habían prometido que no sería obligatoria.
Pero ahora el gobierno comunista quiere que toda la población esté vacunada con cuatro dosis para el mes que viene. La información fue entregada por el subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado, en un nuevo informe que dio en conferencia de prensa por la pandemia.
Cuadrado aseguró que más de 17 millones de chilenos “cumplieron” con su tercera dosis, pero que muy pocos se han dado la cuarta, algo que quiere cambiar. Además, 2,8 millones se dieron el primer refuerzo hace más de 6 meses, y esos son los primeros que deberán darse el segundo refuerzo. “Los estamos convocando para que se pongan al día”, dijo ante la prensa.
Además, Cuadrado indicó que a partir de hoy la función que escanea el Pase de Movilidad entregará una alerta cuando un usuario esté a 14 días de quedarse sin el color verde por no tener la segunda dosis de refuerzo.
“Así, cuando las personas ingresen a un lugar público como restaurants o eventos masivos, podrán saber cuándo les toca su próxima dosis y mantener su vacunación al día, protegiéndose a sí mismos y al resto”, comentó Cuadrado.
La European Medicines Agency (EMA) y el European Centre for Disease Prevention and Control (eCDC) sacaron un comunicado en conjunto el pasado 10 de abril advirtiendo a todos los gobiernos del mundo que no insistan con una cuarta dosis general.
Ambos organismos mantienen la recomendación de “cuarta dosis” (segunda dosis de refuerzo) en personas inmunocomprometidas que pueden producir respuestas subóptimas a las dosis previas, pero nada más.
La mayor parte de la (limitada) evidencia sobre la cuarta dosis en población general procede de un estudio con bases de datos en Israel y en periodo de predominio ómicron. En resultados no ajustados, la cuarta dosis, administrada a los 4 meses de la tercera y respecto a las personas con sólo tercera dosis, reduce infecciones (17,7 vs. 36,1 casos de infección por 10.000 personas-día de seguimiento) y casos graves (0,15 vs. 0,39 casos graves por 10.000 personas-día de seguimiento).
Pero la protección frente a infección parece desvanecerse rápidamente y la protección frente a enfermedad grave se ha seguido muy pocas semanas. Además, el estudio cuenta con algunas limitaciones para poder generalizar sus resultados a otros contextos: solamente se hizo un estudio para la vacuna Pfizer, solo se tuvo en cuenta pacientes de 60 años o más, no fue un estudio aleatorizado.
Los autores del estudio concluyen que “una cuarta dosis de vacuna en trabajadores sanitarios jóvenes y sanos puede tener solo beneficios marginales”, y es posible que los efectos secundarios excedan los beneficios marginales otorgados por el segundo refuerzo.