Por Carlos Esteban – gaceta.es
El genocidio que lleva a cabo el gobierno comunista chino en la provincia de Xinjiang contra el pueblo uigur desde hace años ha sido sistemática y consistentemente negado por Pekín, que denuncia las alegaciones como una maniobra imperialista de desprestigio.
Los chinos han podido seguir negando este proceso de limpieza étnica porque, siendo una tiranía, no permite el acceso de periodistas y mantiene una férrea censura interna, de modo que no existen pruebas incontrovertibles de la magnitud de esta política. Hasta ahora.
O, mejor dicho, hasta que en 2018 un grupo de piratas informáticos lograron entrar en los archivos de la Policía de Xinjiang y se los entregaron a Adrian Zenz, de la Fundación en memoria de las víctimas del comunismo (VOC). Zenz, uno de los principales investigadores del mundo del genocidio uigur, reclutó a un consorcio internacional de medios para validar minuciosamente las imágenes y los documentos durante los años siguientes, lo que resultó en la publicación de un sensacional informe presentado esta semana, informa el portal Breitbart News.
Zenz presenta su informe asegurando que las «revelaciones son muy inquietantes», ya que brindan «directrices de implementación policial francas» y pruebas de la «participación personal» de altos funcionarios chinos, incluido el dictador Xi Jinping. «Por primera vez, los archivos ofrecen a los investigadores miles de imágenes de uigures detenidos, así como fotos de guardias de Policía empuñando armas automáticas y esposando y encadenando a los detenidos durante los simulacros de seguridad del campamento», señaló la VOC.
Hay menores entre los detenidos
«Los archivos de la Policía de Xinjiang demuestran que los llamados centros de formación profesional de China son en realidad prisiones. Estos documentos demuestran de manera concluyente que Pekín ha estado mintiendo sobre sus graves violaciones de derechos humanos en Xinjiang. La comunidad internacional debe tomar medidas inmediatas y concretas para responsabilizar a China por estas atrocidades”, dijo el martes el presidente de VOC, Andrew Bremberg.
Los archivos policiales de Xinjiang incluyen más de 5000 «fotos policiales» de uigures, más de 2800 de ellos confirmados como detenidos en campos de concentración. Algunos de ellos estaban visiblemente angustiados cuando fueron fotografiados por sus captores chinos, quienes a menudo aparecen en las fotos empuñando bastones para mantener a los detenidos en línea.
15 de los detenidos fotografiados por la Policía de Xinjiang han sido confirmados como menores de edad, el más joven tiene apenas 15 años.