Traducido por BreitBart.com por TierraPura.org
“Muchos espectadores taiwaneses están conmovidos, sorprendidos y encantados” por la bandera de Taiwán en la chaqueta de Top Gun de Tom Cruise, informa The Guardian.
Estas audiencias “vitorearon y aplaudieron”.
Cuando el tráiler de Top Gun: Maverick se publicó por primera vez hace casi tres años, (el virus del PCCh retrasó el estreno de la película durante dos años), la gente se dio cuenta de que la icónica chaqueta que llevaba el personaje de Cruise en el original de 1986 había sido alterada. Se habían eliminado las banderas de Japón y Taiwán.
Desde el punto de vista de la historia, dado que la chaqueta es un homenaje al padre fallecido del capitán Pete “Maverick” Mitchell, el cambio no tenía sentido y sólo podía interpretarse como otro ejemplo de que Hollywood, tan progresista, vendía su alma colectiva para hacer el favor a los genocidas del Régimen del Partido Comunista Chino.
Una de las razones del cambio a la chaqueta original podría haber sido la pérdida de un inversor chino en la secuela. Al parecer, este inversor consideró que la película era demasiado proamericana y se retiró. Así que bien por Tom Cruise y todos los demás implicados por no hacer lo que Hollywood ha hecho hasta ahora: censurar su arte para apaciguar a los genocidas del PCCh, aunque les cueste un inversor.
Este es sólo un ejemplo más de Top Gun: Maverick descifra el código que la llevó al fin de semana de estreno de todos los tiempos del Memorial Day: dar a los clientes lo que quieren.
Los clientes querían una secuencia fiel a la película de 1986 que todo el mundo adoraba. Sin embargo, a diferencia de las continuaciones de La Guerra de las Galaxias, que básicamente pedían disculpas por la trilogía original con un montón de basura ofensiva, ilógica, castrante y de izquierdas, Top Gun: Maverick buscaba emocionar y entretener con hombres masculinos protegiendo a su país. Nada de sermones, nada de sexualidad extraña, nada de sujetos con vestidos, nada de ¿Cómo podemos defender un país tan racista?
Aquí hay otro punto del artículo de The Guardian que vale la pena masticar…
Se espera que Top Gun: Maverick no se estrene en China, que sólo permite la exhibición de unas pocas películas extranjeras al año y sólo las que son aprobadas por los censores.
“Hollywood está ahora presionando”, dijo a Bloomberg Chris Fenton, un ex ejecutivo de cine que escribió un libro sobre Hollywood y los censores del Partido Comunista Chino. “El mercado sencillamente ya no merece la pena para intentar complacer a los censores del PCCh”.
Así pues, la única razón por la que las películas podrían dejar de hacer el favor a los genocidas del PCCh es porque este país ya no permite la exhibición de películas estadounidenses en sus pantallas, aunque las censure.
En otras palabras, Hollywood vendió su alma a cambio de nada, pero, mientras tanto, creó un incontable número de películas ética y artísticamente comprometidas que siempre servirán como recordatorio de una industria dispuesta a vender su alma a los genocidas.
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