Fuente: La Derecha Diario
Los administradores de la escuela preparatoria de Oak Park y River Forest (OPRF), ubicada en Chicago, Illinois, están analizando un plan que requerirá que los maestros ajusten las escalas de calificación el próximo año escolar para tener en cuenta el color de la piel o el origen étnico de sus estudiantes.
El plan llamado “Calificación y desarrollo profesional de educación transformadora” fue presentado en una reunión el 26 de mayo, introducido por la superintendente adjunta de aprendizaje estudiantil Laurie Fiorenza, y está pendiente de aprobación por la junta escolar en las próximas semanas.
En un esfuerzo por “igualar los puntajes de las pruebas entre los grupos raciales“, se buscará que los maestros excluyan de sus evaluaciones de calificación las variables que, según dicen, perjudican desproporcionadamente las calificaciones de los estudiantes negros.
El plan apunta a alcanzar la “justicia racial” en la calificación final del ciclo lectivo. Por ejemplo, en los exámenes habrá preguntas que si un estudiante de color las contesta mal no serán tenidas en cuenta porque “son más difíciles”.
Pero esto se extiende más allá de los exámenes. Según este plan educativo, los estudiantes negros no recibirán malas notas en sus boletines por faltar a clases, portarse mal en la escuela o no entregar sus tareas a tiempo.
“Las prácticas de calificación tradicionales perpetúan las desigualdades e intensifican la brecha de oportunidades”, se lee en una diapositiva en la plataforma de PowerPoint que describe su fundamento y objetivos.
La escuela rápidamente salió a tratar de desmentir la nota, asegurando que el plan solamente está en etapa de análisis y que todavía la junta directiva no ha tomado una decisión sobre si se implementará o no. Sin embargo, fuentes consultadas por el medio local West Cook News, indican que el plan iba a ser aprobado sin inconvenientes antes de que estalle la noticia.
Los centros educativos de Chicago entraron en crisis luego de que la Prueba de Aptitud Académica (SAT) del 2021 entregara resultados preocupantes. Los primeros exámenes después de un año entero de educación remota arrojaron que el 38% de los estudiantes de segundo año de la OPRF reprobaron.
Pero en vez de esforzarse por mejorar la calidad educativa, la junta directiva decidió quedarse con un dato anecdótico: la tasa de reprobados fue del 77% para los estudiantes negros, del 49% para los hispanos, del 27% para los asiáticos y del 25% para los blancos.
Según los fundamentos de este programa, las “desigualdades sociales” que viven las minorías les genera peores resultados académicos, y eso debe ser tenido en cuenta para “nivelar” las notas.
En vez de mirar otros datos más relevantes, como los ingresos de la familia del estudiante, si tiene a los dos padres o uno solo, y otros factores socioeconómicos que podrían explicar mejor los resultados, la escuela decidió mirar el único dato que no influye en la capacidad académica: la raza.
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