Por Mamela Fiallo Flor – Panampost.com

En el mes del orgullo LGBT se abre el debate sobre un tema que pone en peligro a las mujeres. Hay hombres que se declaran mujeres y eso basta para que un delincuente que ha cometido un crimen vaya a una cárcel femenina. Allí, existen casos comprobados de abusos sexuales a las presas, por parte de estos nuevos ingresos. Todo en complicidad con los medios masivos, progresistas, que dicen defender a la mujer.

Aunque el feminismo alega que los hombres gozan de privilegios, en el sistema penal ser mujer tiene beneficios. Por ello son cada vez más los hombres que se declaran mujeres y las mujeres son las más perjudicadas. Pues deben convivir en las cárceles con asesinos  y depredadores sexuales.

“Solo en las prisiones federales, se dice que hay más de 900 hombres biológicos alojados en cárceles de mujeres, lo que resulta en violaciones masivas y continuas de los derechos civiles y otros agravios contra las reclusas diariamente”, explicó Harmeet K. Dhillon, director ejecutivo de la organización nacional de derechos civiles The Center for American Liberty, para The Daily Caller News Foundation.

“En Estados Unidos, el castigo por un delito después de la sentencia no debe incluir agresión sexual, violación de restricciones basadas en la fe sobre la cohabitación de géneros mixtos y un sinfín de otras violaciones de derechos humanos y derechos civiles que ocurren cuando las mujeres se ven obligadas a compartir cuartos con hombres biológicos”, dijo Dhillon.

Pedófilo se declara trans para ir a cárcel de mujeres y viola a una reclusa

De acuerdo con la ideología de género, existen personas de «género flexible». Pueden considerarse hombres hoy y mujeres mañana y nuevamente hombres después. Así fue como un pedófilo terminó en una cárcel de mujeres, donde abusó de su compañera de celda, una mujer con trastornos psiquiátricos y al salir de la cárcel, se cortó el cabello y volvió a vivir como varón.

Se trata de Hobby Bingham, quien adoptó la identidad de Andrómeda Love. Según la declaración del exguardia Scott Fleming, quien trabajó en la prisión donde sucedió el abuso, para que un hombre sea trasladado a una cárcel de mujeres, «el único requisito es que declare que se identifica como mujer» en el estado de Washington.

Cabe destacar que al estar privadas de su libertad, todo acto sexual que transcurre en la cárcel se considera no consentido. Sin embargo, los medios masivos no han dado visibilidad a estas mujeres abusadas. Al contrario, llaman mujeres a los hombres que las someten sexualmente.

También están siendo forzadas a convivir con asesinos violentos. Sin embargo, el feminismo hegemónico no ha cuestionado esto.

Amber Heard ofreció millones a ONG que mete a hombres en cárceles femeninas

Recientemente el movimiento feminista ha sido duramente cuestionado por la conducta de una sus referentes: Amber Heard. La iniciativa #MeToo la apoyó a pesar de la evidencia en su contra, durante el juicio de difamación que inició el actor Johnny Depp, cuyo veredicto final fue que la actriz de «Aquaman» actuó con “malicia” cuando publicó una columna en The Washington Post en la que se declaró víctima de violencia doméstica.

En uno de los interrogatorios que tuvo en el estrado, durante el juicio que duró seis semanas, Heard declaró que el dinero que obtuvo del divorcio fue a favor de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). No obstante, esta afirmación la desmontó una de las abogadas de Depp, Camille Vásquez, quien cuestionó si en verdad la artista entregó el dinero a esta asociación.

Resulta que ACLU tiene un rol clave en la inclusión forzada, no solo de hombres sino de depredadores sexuales y asesinos en cárceles de mujeres. De acuerdo con el portal Daily Caller, la ACLU ejerció presión en Nueva Jersey  para que permitiera que se permitiera que las personas de sexo mascualino, pero que se identificaran como transgénero fueran alojados en prisiones femeninas. Esta medida se activó a través de una demanda de 2019.

A su vez, el portal explica que desde entonces, al menos dos reclusas han quedado embarazadas de un recluso varón en dicho estado.

Uno de los casos más escandalosos es el de Perry Cerf, quien ahora se hace llamar Michelle Hel-Loki Angelina. Fue sentenciado a 75 años de prisión en 2003 por el asesinato de una mujer de 47 años. Por medio de una carta, admitió haberla matado a patadas, aplastado su cráneo y bebido su sangre.

“Como tengo un gusto muy inusual por la sangre, la bebí y lamí hasta llenarme”, escribió en una carta de 2003 al New York Daily News.

Al momento de ser arrestado, Cerf ingresó al sistema como hombre. Sin embargo, ahora está en el Centro Correccional Edna Mahan para mujeres, en Nueva Jersey. En el sitio oficial aparece registrado con su nuevo nombre: «Michelle Hel-Loki Angelina», no como «Perry Cerf».

En cada vez más estados que se denominan «progresistas», de gobierno demócrata, no es necesario que un hombre se opere ni se hormonice para que se considere como mujer. Basta con que diga que lo es y puede estar en prisión junto aotras féminas a las que pone en peligro.

Asimismo, el día que se reincorpora a la vida civil como hombre, no hay cuestionamiento alguno. Los titulares de los medios masivos lo llaman mujer, si así se declara. Cuando hombres se declaran mujeres, pueden abusar de una mujer en la prisión y marchan libres, sin repercusión.

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