Fuente: Minghui.org
El Hospital Cristiano de Changhua, el mayor sistema sanitario del centro de Taiwán, anunció el 10 de junio que no renovará sus contratos con dos cirujanos por su presunta implicación en la sustracción de órganos en China continental.
Chen Yaoli y Ke Zhiran, dos miembros del equipo de trasplante de hígado, visitaron China continental en numerosas ocasiones para llevar a cabo procedimientos de trasplante de órganos sin notificarlo al hospital, según el anuncio. Dada la controvertida procedencia de los órganos en China continental, las actividades de los médicos infringen la normativa sobre transparencia y trazabilidad de la procedencia de los órganos. Debido a la preocupación por estas violaciones de la ética médica, el hospital decidió no renovar sus contratos cuando expiren el 30 de junio.
El hospital apuntó a la sustracción forzada de órganos que se está llevando a cabo en China continental, con víctimas como tibetanos, uigures, cristianos y practicantes de Falun Dafa.
La Legislatura de Taiwán modificó la Ley de Trasplante de Órganos Humanos el 12 de junio de 2015 para prohibir el uso de órganos de presos ejecutados. También prohibió la venta, la compra y la comercialización de órganos, así como el “turismo de trasplantes”. Si quienes compran órganos para trasplantes en el extranjero son declarados culpables de recibir un órgano ilícito, la pena máxima es de cinco años más una multa de hasta 1,5 millones de dólares neozelandeses [unos 50.000 dólares estadounidenses]. Además, los médicos implicados en trasplantes ilegales de órganos podrían perder su licencia para ejercer la medicina.
El legislador Yu Mei-nu, del Partido Democrático Progresista, dijo que muchos taiwaneses iban a China para realizar trasplantes ilegales de órganos. Pero el Partido Comunista Chino (PCCh) participa activamente en el tráfico de órganos y depende en gran medida de la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa vivos. “Esperamos disuadir eficazmente el tráfico de órganos con esta enmienda”, explicó, “por eso se modificó la ley para exigir a quienes hayan recibido trasplantes de órganos en el extranjero que proporcionen información a los hospitales nacionales en los que vayan a recibir tratamiento tras el trasplante sobre dónde se realizó la operación y quiénes fueron los cirujanos”.
Aprobación de la Ley de trasplante de órganos humanos en Taiwán el 12 de junio de 2015.
Los abogados defensores de los derechos humanos acogieron con satisfacción esta legislación, ya que evita que los taiwaneses reciban órganos de fuentes desconocidas y ayuda a garantizar que el trasplante sea médicamente seguro. Al igual que las legislaturas en España, disuade a las personas de convertirse en cómplices de asesinato y comercio ilícito de órganos al ir a China para un trasplante de órganos.
En Israel, 220 líderes religiosos, políticos y académicos escribieron una carta abierta instando al PCCh a poner fin a la sustracción forzada de órganos. El 25 de julio de 2012, la Knesset (Parlamento de Israel) aprobó una enmienda a la Ley de Implantes de Órganos, 5768-2008. Esta ley tiene como objetivo eliminar el comercio de órganos mediante la penalización del comercio, así como la mediación en la donación de órganos para implantes.
El Tribunal de China publicó su sentencia final en marzo de 2020, titulada “The Independent Tribunal into Forced Organ Harvesting from Prisoners of Conscience in China” (Tribunal Independiente sobre la sustracción forzada de órganos de presos de conciencia en China). “Ha habido una población de donantes accesibles a los hospitales de la RPC cuyos órganos podían ser extraídos en función de la demanda de los mismos, y esto ha coincidido con la práctica a largo plazo en la RPC de la sustracción forzada de órganos y de que muchos practicantes de Falun Dafa, junto con uigures, fueron obligados a someterse a pruebas médicas centradas en sus órganos”, decía en su conclusión, “la RPC no tiene ninguna dificultad en someter a los practicantes de Falun Dafa a cualquier destino y puede utilizarlos fácilmente como población de donantes accesibles a los hospitales de la RPC cuyos órganos pueden ser sustraídos según la demanda de los mismos mediante la sustracción forzada de órganos”.
“En la práctica a largo plazo en la RPC de la sustracción forzada de órganos, fueron efectivamente los practicantes de Falun Dafa los que fueron utilizados como fuente -probablemente la principal fuente- de órganos para la sustracción forzada de órganos”, añade la sentencia.
Matthew P. Robertson, de la Universidad Nacional de Australia, y Jacob Lavee, del Centro Médico Sheba de Israel, publicaron en abril de 2022 un artículo en el American Journal of Transplantation titulado “Execution by organ procurement: Breaching the dead donor rule in China” (Ejecución para la obtención de órganos: El incumplimiento de las normas de los donantes muertos en China). Se basó en una revisión forense realizada sobre 2838 artículos de las publicaciones de trasplantes en idioma chino.
“Encontramos pruebas en 71 de estos informes, repartidos por todo el país, de que la muerte cerebral no pudo ser declarada correctamente. En estos casos, la extirpación del corazón durante la obtención del órgano debe haber sido la primera causa de la muerte del donante”, dice el artículo. “Dado que estos donantes de órganos solo podían ser presos, nuestros hallazgos sugieren firmemente que los médicos de la República Popular China han participado en ejecuciones para la sustracción de órganos”.
Como hijo de un sobreviviente del Holocausto, Lavee no podía entender por qué los médicos violaban la ética médica para colaborar con un régimen dictatorial totalitario en un crimen tan horrible.
Alejandro Centurión, neurólogo de la organización estadounidense Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH), instó a la Asociación Médica Americana (AMA) a adoptar una postura más firme en este asunto. “Necesitamos ver el liderazgo de la AMA. Los insto a que lo hagan”, explicó, y añadió que las asociaciones médicas británica y canadiense también están adoptando una postura de condena a la sustracción forzada de órganos del PCCh.