Traducido de GreatGameIndia.com por TierraPura.org

La familia del capitán Mantell, piloto de caza estadounidense y distinguido veterano de la Segunda Guerra Mundial que participó en el Día D, afirma que murió mientras perseguía un ovni.

La explicación oficial es que perseguía a Venus o a un globo meteorológico cuando se elevó demasiado en un avión y se quedó sin oxígeno, pero su nieto Terry y el resto de la familia Mantell saben que no es así.

El P-51 Mustang del Capitán Mantell que volaba el día de la persecución
Thomas Mantell murió el 7 de enero de 1948, cuando su avión de combate cayó del cielo en Kentucky

El gobierno ha tratado de decir que “era un “fly boy”, que era como Maverick en Top Gun, pero él solo hacía lo que le decían que hiciera”, dijo Terry.

“Tenía dos hijos, estaba casado con su novia del instituto, era un piloto experimentado y murió persiguiendo algo que creía que era una amenaza para Estados Unidos. ¿Qué era? No estoy seguro”.

Mantell era un distinguido veterano de la Segunda Guerra Mundial que participó en el Día D y recibió la Cruz de Vuelo Distinguida por su valor.

Sin embargo, el joven padre murió cuando su P-51 Mustang cayó inesperadamente del cielo a pocos kilómetros de su lugar de nacimiento en Franklin, Kentucky, a pesar de evitar la muerte a manos de los cañones antiaéreos nazis.

El 7 de enero de 1948, el aeródromo del ejército Godman, en Fort Knox, envió al capitán Mantell, que estaba en una misión de entrenamiento con otros tres pilotos, a investigar los informes de un objeto no identificado.

Tanto los oficiales de policía como los aviadores estacionados en la torre de control de la instalación notaron la misteriosa figura en el cielo.

El objeto en el cielo fue referido por algunos testigos como un “disco de 300 pies” y por otros como un “cono rojo llameante que arrastraba una niebla verde gaseosa”.

Seis meses después del histórico incidente de Roswell y del primer avistamiento “moderno” realizado por el piloto Kenneth Arnold, el avistamiento se produjo mientras la fiebre de los ovnis recorría el país.

Sin embargo, mientras aquellos avivaron el interés por los ovnis y la creciente obsesión de Estados Unidos por ellos, el encuentro del capitán Mantell dio un giro trágico y tuvo un final oscuro.

Thomas dio la orden a uno de sus compañeros de ala del 165º Escuadrón de Caza de regresar a la base y armar su avión con “armas calientes” para prepararse para el combate.

Los otros pilotos abandonaron la persecución, pero el veterano de batalla Mantell continuó volando hacia el OVNI.

Y todo contacto con Thomas se perdió abruptamente cuando alcanzó una altura de 20.00 pies.

Se dice que algunas de sus últimas transmisiones de radio a la torre de control de la base aérea incluían la descripción de un objeto “metálico” de “tremendo tamaño”.

Hubo un extraño tramo de silencio tras sus últimos mensajes antes de que se restableciera el contacto visual con su avión.

Su Mustang regresó a tierra en espiral, horrorizando a los espectadores en tierra, antes de estrellarse contra el suelo en una granja alrededor de las 3.18 p.m.

Los equipos de rescate llegaron enseguida al lugar del accidente, pero Thomas ya había muerto.

Dejó atrás a su mujer Peggy, a sus dos hijos Thomas y Terry, y un misterio sin resolver que aún hoy sigue angustiando a la familia.

Y sus nietos siguen intentando averiguar qué pasó con su abuelo después de que su hijo Terry falleciera el año pasado a la edad de 74 años.

Terry nieto continuó: “Mi padre solo tenía dos años y medio cuando ocurrió, pero siempre le afectó.

“La primera vez que oí hablar de ello fue cuando era muy joven, y por aquel entonces me resultaba difícil hablar con la gente porque nadie me creía.

“Es increíble, pero al mismo tiempo es triste. Thomas ni siquiera tenía que volar ese día, pero el otro piloto estaba enfermo, y solo debía ser una misión de práctica”.

“Me siento muy orgulloso cuando pienso en él, ya que logró tanto a una edad tan temprana, obtuvo la Cruz de Vuelo Distinguida y sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial.

“Y que luego volviera a casa y muriera de la forma en que lo hizo fue muy doloroso, y el gobierno no le ha hecho justicia a Thomas”.

La familia Mantell busca respuestas cuando se acerca el 75º aniversario de Roswell y el debate sobre los ovnis en Washington se ha convertido en uno de seguridad nacional.

Muchos funcionarios y políticos de muy alto nivel han admitido que hay ovnis en los cielos, lo que ha hecho que el tema pase del ámbito de las teorías conspirativas marginales a las audiencias del Congreso y los informes del Pentágono.

Y hasta ahora no se ha ofrecido ninguna explicación, a pesar de que el Pentágono ha investigado cientos de avistamientos que podrían haber amenazado la seguridad nacional.

Los veteranos, incluidos los pilotos del ejército, están ahora más dispuestos a compartir sus historias públicamente.

“Algunas de estas personas han tenido que vivir con eso durante tanto tiempo, que debe ser gratificante para ellos presentarse y compartir su historia”, dijo Terry.

“¿Por qué iban a mentir? Son grandes pilotos, ¿qué ganan?”.

Y esto contrasta con otras investigaciones oficiales estadounidenses, incluido el Proyecto Libro Azul, que descartó por completo las denuncias de avistamientos de ovnis.

Terry afirmó que los controladores de las torres de las fuerzas aéreas que observaron el contacto de Thomas con un OVNI con forma de platillo recibieron instrucciones de mantener sus observaciones en secreto.

La tripulación fue finalmente dispersada por los Estados Unidos tras ser amenazada de que hacerlo les haría “perder sus pensiones”.

La familia llegó a hablar con un aviador que les corroboró la historia.

Para la familia Mantell, no hay duda de que la muerte de Thomas fue encubierta, pero el reciente movimiento por la transparencia en Washington les ha dado esperanzas.

“Me gusta que los ovnis salgan en las noticias y que el gobierno hable de ello, pero me gustaría que volvieran a contarnos lo que le ocurrió a Thomas”, dijo Terry a The Sun Online.

“Tienen que tener algo sobre el caso: aportaría mucha paz a la familia”.

“Estoy transmitiendo la historia a mis hijas – y les digo que tienen que tener mucho orgullo porque su bisabuelo es Thomas Mantell.

“Él no era un loco que vio un OVNI, fue instruido por Fort Knox para perseguir esta cosa y comprobarlo. Fue básicamente el primer mártir”.

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