Por Oriana Rivas – Panampost.com

Cuidarse las espaladas es uno de los requisitos más importantes de los regímenes autoritarios para evitar que sus planes fracasen. Lo hizo Sadam Huseín en Irak, Idi Amin en Uganda y así una larga fila de tiranos que se extiende hasta hoy. Es así como China bajo el mando de Xi Jinping ha decidido actualizar los métodos de vigilancia contra los miembros de su propio partido usando inteligencia artificial (AI, en inglés).

El fin de esta y de muchas decisiones del Partido Comunista de China (PCCh) es «hacer lo que dice Xi Jinping». Para lo cual el Instituto de Inteligencia Artificial del Centro Nacional Integral de Ciencias, ubicado en la ciudad de Hefei, integró la tecnología de inteligencia artificial en el partido.

En este sentido, el China Digital Times, portal que difunde información bloqueada por el régimen comunista, logró obtener fragmentos de un video en el que uno de los científicos se acerca a una pantalla táctil para hacer una especie de prueba. Se extrae información facial, datos sobre la actividad eléctrica del cerebro y de la piel para combinarlas «a fin de realizar el juicio de concentración, reconocimiento y dominio de los miembros del partido cuando reciben información para comprender el efecto de la educación ideológica y política».

Es un paso que va más allá —mucho más— de lo que venía aplicando el comunismo chino al endurecer el adoctrinamiento en niños y jóvenes en escuelas o empeorando las medidas coercitivas contra sus ciudadanos por la pandemia para evitar que se socave el orden público que Xi Jinping necesita a pocos días de la reelección para lograr su tercer mandato consecutivo.

«Lavado de cerebro tecnológico»

Si bien la información sobre el uso de AI en miembros de PCCh había trascendido a inicios de año, ahora cobra especial importancia porque el 20º Congreso Nacional del Partido Comunista de China se celebrará justo en la segunda mitad de este año en Pekín.

Dentro de dicho Instituto de Inteligencia Artificial, hay 43 miembros del PCCh de acuerdo al medio que publica la información. Se entiende entonces por qué se desarrolló la tecnología para la medición de la «lealtad» al régimen de Xi Jinping, enfocado desde 2012 en una supuesta campaña contra la corrupción dentro de sus filas.

Otro reporte más reciente, esta vez de The Epoch Times, menciona que la información sobre AI había sido difundida por WeChat, pero fue eliminada. Como bien se sabe, la plataforma está regulada por los censores del PCCh. Aún así el medio citó críticas públicas sobre el uso de la IA para monitorear el adoctrinamiento ideológico, y algunos dijeron que era un “lavado de cerebro tecnológico” y “autoritarismo digital”.

Expulsión de funcionarios

Con el objetivo de purificar filas en camino al tercer mandato, Xi Jinping sigue silenciando a compañeros de partido. Al fin y al cabo lo importante para sí mismo es la permanencia en el poder sin signos de descontentos o diferencias ideológicas internas.

Es así como en enero tres altos funcionarios chinos fueron expulsados del PCCh y puestos bajo una investigación criminal, incluyendo a un exregulador bancario de alto nivel, por presunta corrupción. Esa campaña para detectar miembros no leales al partido ya habría logrado la captura de más de un millón de funcionarios, según información citada por France24. Aquellos condenados, «pueden ser despojados de su riqueza y de su afiliación partidaria, y enfrentarse a una vida tras las rejas o incluso a la muerte».

Ahora la inteligencia artificial forma parte del operativo de vigilancia estatal que busca hilar cada vez más fino para excluir supuestos traidores de la causa comunista china.

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