Fuente: Vision Times en español
Como bien sabemos, el sol es la fuente de vida y energía. Gracias al calor del Sol, hay agua en estado líquido en nuestro planeta, que toda forma de vida (bacterias, plantas, insectos, animales y seres humanos) necesita para sobrevivir. Sin embargo, parece que un grupo poderoso está detrás de él. Hace un tiempo se supo que Bill Gates quería taparel sol lanzando a la atmósfera toneladas de polvo de carbonato de calcio y ahora aparece otro proyecto semejante.
Un video inquietante compartido por el bloque globalista conocido como Foro Económico Mundial (FEM) -o Foro de Davos- afirma que “los científicos del lnstituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) dicen que las ‘burbujas espaciales’ podrían ayudar a revertir el cambio climático al reflejar el calor del Sol lejos de la Tierra”.
El video se refiere a este proceso como “geoingeniería” y explica que “las burbujas serían fabricadas en el espacio por robots” y “formarían una ‘balsa’ del tamaño de Brasil”.
Esta idea -basada en la geoingeniería- tiene el objetivo de enfriar el planeta y los científicos del MIT la presentaron como «nuestra única y última opción». Sin embargo la mayoría de ideas que surgen en esta disciplina están «ligadas a la Tierra, lo que plantea riesgos tremendos a nuestro ecosistema», afirman en un comunicado divulgado a la prensa.
Tras ser infladas y desplegadas en el espacio, estas burbujas, fabricadas con una fina película de silicio, irían acercándose para formar una especie de malla circular que llegaría a tener el tamaño de Brasil.
Para esto se necesitaría algún tipo de nave capaz de inflar y desplegar allí las burbujas. El equipo seguirá estudiando esta idea y también planteando otras alternativas para enviar esas burbujas, por ejemplo a través de aceleradores magnéticos.
Otros científicos piden que se prohíban estos experimentos
Un grupo de 60 expertos de unos 20 países escribió recientemente una carta abierta para alertar sobre los peligros de la ingeniería planetaria o geoingeniería solar que algunos gobiernos están evaluando para enfriar la superficie de la Tierra.
Asimismo los expertos indican que esta iniciativa debería estar prohibida en el mundo.
Entre los firmantes de la carta destacan Frank Biermann, profesor de gobernanza de sostenibilidad global en la Universidad de Utrecht. También Aarti Gupta, profesora de gobernanza ambiental global en la Universidad de Wageningen en los Países Bajos. O Melissa Leach, directora del Instituto de Estudios del Desarrollo de Sussex, Inglaterra. La carta ha sido publicada en la revista ‘WIREs Climate Change’.
Los científicos indican que incluso el plan más debatido podría tener consecuencias negativas que superarían al posible beneficio.
«El despliegue de la geoingeniería solar no puede controlarse globalmente de manera justa, inclusiva y efectiva», indicaron.
Asimismo indicaron que el color del cielo podría cambiar; la composición química de la capa de ozono y de los océanos puede verse alterada permanentemente; la fotosíntesis, que depende de la luz solar, puede ralentizarse, lo que posiblemente dañe la biodiversidad y la agricultura. Y los patrones climáticos globales podrían cambiar de manera impredecible.
A pesar de los peligros potenciales, hoy en día no existe ningún mecanismo para evitar que un individuo, empresa o país lance una misión en solitario.
Para evitar esto, la carta abierta sugiere cinco medidas de protección urgentes: la prohibición de experimentos al aire libre, sin implementación, sin patentes, sin financiación pública y sin apoyo de instituciones internacionales como las Naciones Unidas.
Sin embargo, si estos experimentos son apoyados por el FEM, es probable que ya sean parte de la Agenda 2030 de la ONU.