Fuente: El American
La autoridad de salud en Inglaterra clausurará la única clínica dedicada al cambio de sexo para menores luego de que una investigación arrojase que “no es segura” para los niños.
Un reporte del periódico The Telegraph indicó que la clínica para transgéneros de Travistock fue sometida a una revisión independiente sobre sus procedimientos desde el año 2020, dadas serias dudas respecto al uso de “evidencia escasa y no concluyente para apoyar la toma de decisiones clínicas”.
La investigación determinó que los profesionales de la salud eran presionados para, sin cuestionamientos, afirmar la pretendida identidad de género de los niños pacientes, y arrojó que el centro médico omitía los procesos de evaluación clínica necesarios antes de practicar cambios de sexo en niños.
La expresidenta del Royal College of Pediatrics and Child Health, la doctora Hilary Cass, quien lideró la investigación, dijo que los procedimientos médicos de la clínica estaban dejando a los jóvenes pacientes “en un riesgo considerable” de trastornos de salud mental, y que un centro médico con esas características no es una “opción segura ni viable al largo plazo”.
A la vista de los resultados, el Servicio Nacional de Salud (NHS) decidió cerrar el establecimiento y reemplazar sus servicios por los de clínicas regionales que ofrecerán un enfoque más “holístico” al cambio de sexo en menores de edad.
Travistock había enfrentado varios escándalos antes de la investigación. Uno de los más conocidos fue el de la joven transexual Keira Bell, quien ganó una demanda contra la clínica en 2020 por su uso de los peligrosos medicamentos conocidos como “bloqueadores de pubertad”.
Según la BBC, Bell dijo estar complacida por el cierre de la clínica, ya que “muchos niños se salvarán de seguir el camino que yo seguí”.
Incluso activistas LGBT celebran el cierre de la clínica. El grupo Stonewall, uno de los más grandes y ruidosos del Reino Unido, dijo estar de acuerdo con la medida del NHS por los tiempos de espera “inaceptables” que el centro médico ofrecía a pacientes transgénero.
Biden promueve el cambio de sexo en niños
Mientras tanto, en Estados Unidos, el gobierno de Joe Biden continúa promoviendo activamente el uso en niños de esos “cuidados de afirmación de género”, incluyendo el uso de bloqueadores de pubertad, como herramientas para “salvar vidas”.
La subsecretaria de salud de la administración demócrata, Rachel Levine, quien es una mujer transexual, ha criticado fuertemente a otras figuras políticas, especialmente republicanos como el gobernador de Texas, Greg Abbott, por promover investigaciones similares a centros de salud con procedimientos de cambio de sexo cuestionables.
“Los cuidados de afirmación de género para los jóvenes transgénero son esenciales y puede salvar vidas”, tuiteó Levine luego de que el gobernador Abott se refiriera a los procedimientos de cambio de sexo en niños como “abuso de menores”. “Estas acciones perpetúan el espíritu de intolerancia y discriminación contra los jóvenes transgénero, es inconcebible que se esté politizando la atención basada en evidencias”, continuó la funcionaria.
Levine, sin mostrar evidencia y negándose a las investigaciones independientes, ha dicho en el pasado que los procedimientos médicos de cambio de sexo, incluyendo cirugías irreversibles y agresivos tratamientos hormonales, son de un beneficio incuestionable, incluso para los niños.
Pero el tiempo y la ciencia parecen contravenir los intereses de Levine y la administración Biden.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) se vio obligada a publicar una advertencia sobre el potencial daño que los llamados “bloqueadores de pubertad” pueden causar en el cerebro de los menores.
Estos medicamentos, según la FDA, pueden causar hipertensión intracraneal idiopática, un pseudotumor cerebral que se desarrolla cuando la presión dentro del cráneo aumenta espontáneamente, lo que puede derivar en inflamación cerebral, dolores de cabeza intensos, náuseas, visión doble e incluso pérdida permanente de la visión.