Traducido de Breitbart por TierraPura.org
El diario estatal chino Global Times se abalanzó el miércoles sobre la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata), al afirmar por error que “China es una de las sociedades más libres del mundo” cuando quería decir Taiwán.
Había algo de comedia negra en el alboroto del periódico comunista por el hecho de que alguien se atreviera a insultar a China por ser “libre”.
Pelosi cometió la metedura de pata durante una entrevista con el programa Today de la NBC el martes. Los propagandistas chinos no fueron los únicos en darse cuenta de que Pelosi defendía su viaje a Taiwán como “sólo para decir que China es una de las sociedades más libres del mundo”.
“No lo tomes de mí, eso es de Freedom House”, añadió.
A Freedom House, por supuesto, nunca se le ocurriría caracterizar a la China comunista como una de las sociedades más libres del mundo. La clasificación actual de China por parte de la organización de derechos humanos es de 9 puntos sobre 100, una calificación certificada de “no libre” que sitúa a China como una de las peores tiranías de la Tierra. China ha conseguido el ingenioso truco de tener una puntuación negativa en cuanto a derechos políticos, lo cual es difícil de conseguir sin lanzar bombas de barril y armas químicas sobre los ciudadanos que votan en sentido contrario.
Taiwán, por su parte, tiene una calificación de “Libre” del 94%, lo suficientemente buena como para situarse entre los 20 países más libres de Freedom House. Taiwán obtuvo la máxima puntuación en libertad política a pesar de que en sus últimas elecciones “se produjeron operaciones de desinformación e influencia en línea atribuidas al gobierno chino”.
El personal de Pelosi se apresuró a aclarar que se refería claramente a Taiwán, no a China, pero el Global Times se abalanzó sobre sus comentarios con más fuerza aún que los republicanos, que son los campeones mundiales en materia de ataques y agresiones, según la opinión de los medios de comunicación estadounidenses.
Todo lo que hizo el Comité Nacional Republicano fue publicar el clip de Pelosi sin comentarios, mientras que el Global Times tuvo un completo ataque de nervios:
Tanto el contexto como las meteduras de pata de la entrevista evidenciaron que Pelosi estaba muy tensa y preocupada. En la entrevista, trató de defender su viaje subrayando su importancia en la ideología, como la llamada libertad y democracia, pero también afirmó que esta provocadora visita no violaba la política de una sola China, señaló Shen Yi, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Fudan. Esto se debe a que es claramente consciente de que ha provocado problemas: su imprudente visita ha desafiado seriamente la línea roja de China. Por ello, en lugar de hacer alarde del “éxito” de su visita, ha intentado eludir la responsabilidad que le corresponde.
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Este desliz de lengua ha llamado la atención y ha provocado una nueva ola de críticas hacia ella en la opinión pública estadounidense. Muchos de los que arremeten contra Pelosi ni siquiera aceptan la explicación de que esa frase sea un acto fallido.
“Es una consecuencia de la histeria antichina y anticomunista alimentada por EEUU. La hostilidad estadounidense contra China atizada por los halcones chinos, representados por Pelosi, ha entrado en un estado de irracionalidad e histeria. Y Pelosi, a su vez, tuvo que tragarse su propia fruta amarga”, comentó Shen.
El Global Times estaba obsesionado con tachar a Pelosi de “niña egoísta”, insistiendo en la narrativa de que se fue imprudentemente a Taiwán sin consultar debidamente al presidente Joe Biden y sus funcionarios, y que ahora está tratando de “pasar la pelota” a la Casa Blanca.
Independientemente de lo que se pueda decir de la entrevista de Pelosi con Today, hay pocas pruebas de que haya pasado la pelota y no parece que se arrepienta de haber visitado Taiwán. De hecho, denunció al dictador chino Xi Jinping como un “matón” inseguro por hacer un berrinche con ejercicios militares después de que ella volara fuera de Taipei y animó a más legisladores estadounidenses a realizar sus propias visitas a Taiwán.
“No significa que vaya a hacer [Xi] mi agenda para los miembros del Congreso. Los miembros del Congreso pueden mostrar su apoyo a países y democracias que son nuestros amigos, y según la Ley de Política de Taiwán, Taiwán es nuestro amigo”, dijo durante la entrevista de Today.
Tal vez impulsado por el deseo de desviar las críticas a la respuesta beligerante de China como algo infantil, el Global Times construyó su narrativa de “pasar la pelota como un niño mimado” en torno a la vacilación de Biden. En lugar de apoyar con valentía la afirmación de Pelosi de que Xi no debería dictar los planes de viaje de los legisladores estadounidenses, Biden se conformó con murmurar que el viaje de la presidenta era “su decisión”.
“Ante la opinión pública desfavorable tanto en casa como en el extranjero, que considera que su viaje a Taiwán es imprudente y arriesgado, Pelosi está intentando racionalizar y legitimar la visita. Después de darse cuenta gradualmente de que no podía manejar la presión por sí misma, Pelosi está tratando de arrastrar a Biden”, chilló Zhang Tengjun, del Instituto de Estudios Internacionales de China, subestimando gravemente la capacidad de Joe Biden para arrastrarse a sí mismo.
“Se prevé que Pelosi haya hablado del viaje con Biden antes de su partida. A tenor de los comentarios de Biden y Pelosi, se están echando la culpa unos a otros. Esto es una encarnación del desorden y la división política de Estados Unidos -incluso dentro del Partido Demócrata, la unidad es difícil de lograr y las diferentes opiniones e incluso el antagonismo pueden ser ampliamente vistos”, fulminó Zhang.
Esto es aún más divertido viniendo de un editorial publicado el 10 de agosto, mucho después de que la mayoría de la clase política estadounidense y el público hayan pasado de la visita de Pelosi a Taiwán a otros asuntos. Hay mucho “lío y división política”, pero como China no lanzó realmente una guerra de disparos la semana pasada, muy poco del lío tiene que ver con la opinión de Joe Biden sobre la visita de Nancy Pelosi a Taiwán.
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