Fuente: Vision Times en español
El Hospital Materno Neonatal «Ministro Dr. Ramón Carrillo» de la provincia de Córdoba, en Argentina, está en el ojo de la tormenta ya que al menos una decena de bebés que nacieron sanos han muerto en los últimos meses y por causas altamente sospechosas, lo que ha provocado una gran conmoción en la sociedad.
En este sentido, este martes 16 de agosto, madres y familiares de las pequeñas víctimas se manifestaron para exigir explicaciones frente a la institución donde ocurrieron los hechos.
“Justicia y verdad”, “Queremos respuestas”, “Justicia por todos los angelitos”, “No al silencio cómplice” eran algunos de los letreros que portaban los familiares en la manifestación.
En un caso en el que no se descarta mala praxis ni intencionalidad, el fiscal Raúl Garzón es quien tiene a su cargo la investigación de las muertes de neonatos ocurridas en forma sospechosa entre finales de marzo y junio pasados. Garzón asegura que trabaja sobre “diez o más” y que ese global “se irá cerrando” en función de los peritajes y los estudios en marcha. “Se van a investigar todas las muertes”, ratificó, en referencia a que se siguen sumando denuncias.
«Hay cinco muertes que son las más sospechosas, pero eso no quiere decir que desde la fiscalía no se haya ampliado el universo para tener un seguimiento de eso que sucedió en un número mayor», detalló el fiscal a los medios locales. Asimismo, indicó que la primer denuncia vino desde el hospital ante dos casos donde «no se podía entender a qué se debían los fallecimientos».
«A posteriori, un ciudadano pone en conocimiento que habría más muertes. Eso llevó a una investigación más ampliada. Se va a ampliar todo lo necesario el seguimiento y evaluación de las muertes sucedidas. Los padres tendrán una respuesta de qué sucedió», agregó.
El Gobierno de Córdoba se constituyó como querellante y se puso a “disposición total” de brindar cualquier elemento que requiera la Fiscalía mientras brinda asistencia de acompañamiento a los familiares. Sin embargo en las últimas horas se conoció que el fiscal Garzón rechazó el pedido del gobierno.
La madre de un bebé fallecido el 18 de marzo pasado llamada Vanesa consideró “una burla” que el Gobierno provincial se constituya como querellante: “Nos da mucha impotencia porque son uno de los que tienen que salir a dar explicaciones”, dijo llorando a Eldoce.tv en la marcha frente al hospital.
Por ser el primer caso, Vanesa se fue pensando que “fue una desgracia”, pero “las cosas cambiaron” y señaló que podría “haberse evitado la muerte de otros bebés”.
María, una mujer que tuvo una bebé sana el 6 de junio en ese hospital manifestó que su hija nació en el periodo en el que ocurrieron los fallecimientos y que su bebé se salvó pero sufrió lesiones que no le fueron explicadas.
“Mi hija nació bien. Horas después cambió de color y se puso fría. El enfermero me dijo que era normal y se fue”, relató a El Doce TV de Córdoba y añadió que ante el alerta de que otro recién nacido también se había descompensado los médicos se acercaron y cuando observaron que la bebé no estaba bien se la llevaron.
“Me devuelven a mi hija estabilizada y con un hematoma en la espalda, que no lo tenía cuando se la llevaron”, aseguró y agregó que por esa lesión estuvo internada más de 20 días debido a una “necropsia” que se le formó en la espalda.
La mujer señaló que los médicos intentaron culparla y acusarla de haber golpeado o quemado a la bebé, quien hoy se encuentra bien, pero realiza un tratamiento dermatológico por la severa cicatriz que le quedó en la espalda.
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Exceso de potasio
Los casos investigados no solo son por la irregularidad de que un bebé que estaba sano muera repentinamente, si no por la coincidencia en la causa de muerte: todos tenían exceso de potasio en sangre, lo que no es compatible con una causa natural de muerte.
Frente a las hipótesis que se barajan una es que se haya incurrido en una mala praxis que afectó a uno de cada 3 pacientes neonatos este año. La otra, es que haya una «mano negra», es decir un enfermero o médico que haya provocado a sabiendas la muerte de los bebés.
Según informó el Ministerio de Salud cordobés esta semana, en el nosocomio trabajan 800 personas y 23 fueron separadas del cargo en los últimos meses, aunque algunos ya fueron reintegrados luego de una investigación interna del hospital.
Dentro de lo que parece un «pacto de silencio» por parte del staff del hospital, hay una supervisora de enfermería que se animó a hablar y sus acusaciones fueron gravísimas: “Lamento que haya pasado todo esto y que recién ahora haya salido a la luz siendo que venía pasando desde marzo”, dijo Gladys Edith Ríos.
En una entrevista con El Doce TV, Ríos habló de “una mano negra”, mientras también cuestionó el accionar de la directora del centro de salud, que fue apartada de su cargo. Asimismo relató que parte del personal vivió con “angustia” durante los últimos meses cuando se fueron sucediendo las muertes de los bebés.
Sin dar detalles, Ríos aseguró que vio “cosas espantosas”. Además, explicó que ante las sospechas por la cantidad de muertes les hicieron retirar lotes completos de vitamina K, a pesar de que “no estaban vencidos”, según recogió La Nación.