Por Carlos Esteban – gaceta.es
La destrucción de las instituciones más respetadas es una de las especialidades del régimen ‘woke’ que domina ahora Estados Unidos, y la realidad está demostrando que el asalto del FBI a la residencia privada de Donald Trump en Mar-a-Lago ha sido una acción desesperada que les ha salido fatal a los demócratas y ha reforzado la popularidad de Trump.
Sobre todo, ha asestado un golpe de muerte a la imagen de la Oficina Federal de Investigación, el FBI, en el que una buena parte de los ciudadanos ve la ‘Gestapo personal de Joe Biden’. Según una encuesta de Rasmussen sobre mil ciudadanos estadounidenses con derecho a voto realizada entre el 15 y el 16 de agosto, el 44% de los consultados confiesa que la redada del FBI en Mar-a-Lago les ha hecho perder confianza en el FBI, frente a un 29% para los que ha ganado prestigio a sus ojos, y un 23% a los que ha dejado pensando lo que ya pensaban de la agencia federal.
«El 50% de los votantes tienen una impresión favorable del FBI, incluido el 26% que tiene una visión muy favorable de la oficina», agrega el informe de Rasmussen. «El 46% tiene ahora una visión negativa, incluyendo al 29% que tiene una impresión muy desfavorable de la agencia».
Sorprendentemente, la encuesta también mostró que la mayoría de los posibles votantes encuestados estuvieron de acuerdo con la declaración del exaliado de Trump, Roger Stone, de que «un grupo de matones politizados en la parte superior del FBI que están usando el FBI … como la Gestapo personal de Joe Biden». «La mayoría (53%) de los votantes ahora está de acuerdo con la declaración de Stone, frente al 46% en diciembre, incluido el 34% que está totalmente de acuerdo», informa la encuesta. «Treinta y seis por ciento (36%) no está de acuerdo con la cita de Stone, incluido el 26% que está muy en desacuerdo».
La encuesta se realizó antes de que se supiera que, en contra de lo que declaró en su momento, la Casa Blanca no solo conocía la preparación de esta redada, sino que la planificó en conjunción con el FBI desde abril.
Una investigación realizada por Just the News revela que la operación se empezó a preparar en la Casa Blanca el pasado abril, aunque algunas fuentes sugieren que desde octubre del año pasado se barajaba alguna operación que pusiera a Trump fuera de juego en el panorama político y no pudiera concurrir a las presidenciales de 2024.
La Casa Blanca de Biden cooperó directamente con el Departamento de Justicia y los Archivos Nacionales para instigar la investigación criminal sobre el presunto mal manejo de documentos, lo que permitió al FBI revisar la evidencia recuperada de Mar-a-Lago esta primavera y eliminar las reclamaciones del 45º presidente al privilegio ejecutivo, según documentos oficiales de aquel momento a que tuvo acceso Just the News.
La investigación apunta a la participación activa del abogado de la Casa Blanca Jonathan Su, implicado “en conversaciones con el FBI, el Departamento de Justicia y los Archivos Nacionales ya en abril, poco después de que 15 cajas de materiales clasificados y otros fueron devueltos voluntariamente a la agencia histórica federal desde la casa de Trump en Florida». El trabajo de Just the News apunta a una «larga carta fechada el 10 de mayo que la archivista nacional interina Debra Steidel Wall envió a los abogados de Trump resumiendo la participación de la Casa Blanca».