Por Oriana Rivas – Panampost.com

Con un ataque directo contra el Partido Republicano y contra el exmandatario Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció un discurso cargado de polarización. Con estas palabras también fijó su posición de cara a las elecciones intermedias de noviembre para reemplazar a todos los integrantes de la Cámara de Representantes y la mitad del Senado, más algunas gobernaciones. Esta postura la asume a menos de un mes del inédito allanamiento a la residencia de Trump en Florida.

El mandatario demócrata configuró su discurso bajo el supuesto riesgo que corren las instituciones del país y la democracia a raíz de que algunos organismos —en especial el FBI— están recibiendo fuertes críticas por presunto sesgo político. Pero Biden, en lugar de objetar el procedimiento de la agencia de vigilancia o cuestionar por qué la orden judicial se publicó tachada y editada, exhortó a dar «la batalla por el alma de la nación».

Dijo que los seguidores del movimiento «Make America Great Again» (MAGA) son una «amenaza» para la democracia y que tienen la voluntad de hacer «retroceder» a EE. UU., olvidando que bajo su Administración se ha cometido una larga lista de desaciertos en materia internacional que han debilitado la imagen de la primera potencia mundial, además el país experimenta un nivel inflacionario que no se veía en cuatro décadas y ha llevado las reservas de petróleo a su nivel más bajo desde hace 38 años (con alta posibilidad de continuar la caída).

Todo esto sin mencionar la promoción de la cultura woke y de políticas de corte progresista de la mano del ala más izquierdista del Partido Demócrata. Aún así, en su discurso Joe Biden habló de ataques contra «la igualdad y la democracia».

La respuesta republicana

Con su discurso en Filadelfia, la cuna de la democracia estadounidense, Joe Biden también aumenta la polarización que prometió eliminar cuando ganó la presidencia. En ese momento se comprometió a dejar atrás la «era sombría de demonización» de EE. UU. y hacer todo lo posible para “unificar” a la población.

Pero la promesa quedó olvidada. Para el congresista Pat Fallon, se trató de un pronunciamiento «divisivo y sordo». «Esta Administración ha vilipendiado a cualquier estadounidense que no esté de acuerdo con su agenda radical de extrema izquierda», aseveró un mensaje en su cuenta de Twitter.

Otra crítica vino de Matt Gaetz, miembro de la Cámara de Representantes. «Es irónico que Joe Biden llame a MAGA los fascistas. La historia nos enseña que son los dictadores fallidos los que allanan los hogares de sus oponentes políticos y dividen explícitamente a la ciudadanía en función de la raza», recordó.

Cada palabra pronunciada por el mandatario está siendo refutada desde el lado republicano. La foto que quedó del discurso de Biden es la mejor evidencia del contraste entre aquella promesa de unidad y la soberbia de su discurso de este jueves.

«En lugar de tratar de unir a nuestro país para resolver los MUCHOS problemas que ha creado, el presidente Biden ha optado por dividir, degradar y menospreciar a sus compatriotas estadounidenses, simplemente porque no están de acuerdo con sus políticas», agregó Kevin Mccarthy, líder republicano en la Cámara baja.

Ataque directo contra Trump

“Mucho de lo que está pasando hoy en nuestro país no es normal. Donald Trump y los republicanos MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos de nuestra república», continuó el mandatario demócrata, señalando directamente a su antecesor.

Biden habló por 25 minutos en horario prime time frente al Independence Hall, donde se adoptó la Declaración de Independencia en 1776. Un lugar más que simbólico para pronunciar un discurso que promete aumentar la división política estadounidense a dos meses de unas elecciones en las que se medirá la popularidad de la actual Administración, pero también la del exmandatario republicano, que ha conseguido impulsar la victoria en las primarias de más de 90 % de sus candidatos.

Aún así, quiso hacer una salvedad al mencionar que «no todos los republicanos, ni siquiera la mayoría, son republicanos MAGA». Pero el ataque verbal continuó. «No hay duda de que el Partido Republicano de hoy está dominado, impulsado e intimidado por Donald Trump y los republicanos MAGA. Y eso es una amenaza para nuestro país».

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