Por Michael Mustapich – BLes.com
La lista de libros y artistas prohibidos por el régimen chino continúa aumentando. El 29 de agosto, un medio informó que varias escuelas recibieron una nueva lista de libros prohibidos que fue enviada a los padres de los estudiantes. En dicha lista se incluyen las obras del dibujante Guo Jingxiong, de la escritora taiwanesa Lung Ying-tai y del escritor Yi Zhongtian entre otros.
Estos autores son bien conocidos por su calidad artística y por su compromiso con la verdad y con sus convicciones a la hora de expresarse en sus obras.
Yi Zhongtian, historiador, escritor y profesor en la Universidad de Xiamen se hizo popular por sus libros sobre la China clásica como “Crónicas de los Tres Reinos” e ” Historia de China de Yi Zhongtian”, y por los programas televisivos “Lecture Room“ emitidos por la CCTV contando historias del periodo de los Tres Reinos sobre figuras como Cao Cao, Liu Bei o Sun Quan.
Su forma de contar la historia, aparentemente molesto a las autoridades.
Lung Ying-tai, quien fue la Primer Ministro de Cultura de Taiwán en 2012, contribuyó con sus publicaciones a la consolidación de la democracia en su país. Autora de más de 30 libros, dos de los cuales,”El Gran río y el Mar 1949″ y “Por favor, use la civilización para convencerme” están prohibidos por el PCCH desde hace más de diez años. Su apoyo a favor de Hong Kong en 2019 sumaron más libros a la lista negra, como “Andre” y “Mirando”.
Esta vez la censura del régimen atacó a toda su bibliografía.
Guo Jingxiong, conocido como Daxiong, es un dibujante chino cuyo arte es reconocido mundialmente, sobre todo en el mundo del cómic y la animación. Recibió varios premios por su trabajo. Ganador en el China International Cartoon and Animation Festival (2008 China) y máximos honores en el 33º Festival Internacional de Cómics de Angouleme. (2006 Francia).
Según una fuente no verificada, Danxiong fue arrestado en China en el 2008 por sus dibujos sobre el libro Nueve Comentarios, que trata sobre la historia del PCCH y de cómo sus brutales métodos desembocaron en la muerte de más de 80 millones de personas. Este libro fue el impulsor del movimiento “Tuidang” que lleva recaudada más de 400 millones de renuncias al PCCH.
Después de radicarse en EEUU, Guo trabajo en la animación del film canadiense “Eternal Spring”, un documental animado que muestra la persecución a los practicantes de Falun Gong en China y relata la audaz intervención a la televisión estatal china de un grupo de sus seguidores para mostrar la verdad sobre la práctica.
Eternal Spring representará a Canadá para la nominación al Oscar en el 2023.
La censura en los genes del PCCH
Con la llegada del PCCh al poder en 1949 y la nacionalización de todos los diarios y revistas, se comienza con la prohibición de la disidencia política y la restricción de las publicaciones religiosas. Se criticaba y castigaba a aquellos que leian libros no aprobados por el régimen llamándolos personas con problemas ideológicos. La Revolución Cultural impulsada por Mao en 1966 endureció las medidas y prohibió todos los libros salvo algunos libros marxistas y los poemas y citas de Mao.
Al poco tiempo comenzó el caos. Junto a los arrestos, golpizas, humillaciones públicas de aquellos con “problemas ideológicos” y la destrucción de reliquias culturales, comienzan a aparecer las enormes pilas de libros en las calles para ser quemados.
Más de 30 años después la imágen se repite.
Cuando la disciplina espiritual Falun Gong comenzó a difundirse en 1992, nadie pensó que en poco más de 7 años lograria sumar 100 millones de seguidores. La demanda por sus libros de enseñanza se disparó y Zhuan Falun, el libro escrito por el fundador de la disciplina, el Maestro Li Hongzhi, alcanzó niveles récord de ventas.
Después de comenzar la persecución a los practicantes de Falun Gong en 1999, las autoridades secuestraron los libros formando grandes pilas en las calles a la espera de ser quemados o destruidos.
La máquina por dentro
La censura, la desinformación, y el adoctrinamiento ideológico han sido utilizados por el PCCH desde siempre para mantenerse en el poder y controlar a su población.
Un estudio publicado por Dan Blumenthal y Linda Zhang en AEI.org, enumera las distintas ramas del aparato burocrático con este fin.
- Administración General de Prensa y Publicaciones (GAPP) redacta y hace cumplir las regulaciones de restricción
- Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión (SARFT) controla el contenido de la radio, el cine y la televisión transmitido en China
- Ministerio de la Industria de la Información (MII) regula las telecomunicaciones chinas, las industrias de software y los servicios relacionados con Internet
- Oficina de Información del Consejo de Estado (SCIO): promueve los medios de comunicación chinos en el mundo y es responsable de la censura en Internet
- El Departamento Central de Propaganda (CPD) monitorea los contenidos.
- Ministerio de Seguridad Pública (MPS) monitorea, filtra Internet, castiga y detiene a quienes hablan
- La Administración General de Aduanas bloquea libros, videos y otra información que China no quiere dentro de sus fronteras.
- La Oficina de Secreto de Estado (SSB) hace cumplir las leyes de secreto de estado, que a menudo se utilizan para castigar a las personas que escriben contenido indeseable.
Las primeras víctimas
En los últimos años se ha reforzado la adoctrinación ideológica en las universidades y colegios en un esfuerzo por mantener el ideal de pensamiento único acorde a los lineamientos del PCCH.
Como describen los estudiantes universitarios, los cursos sobre Marxismo, Maoísmo y Socialismo son más rigurosos que en el pasado, y quienes no aprueben estas materias no recibirán su diploma de graduación.
La glorificación al PCCH en las escuelas primarias continúa como en antaño, los maestros del distrito de Jinggangshan relatan que más de 700 estudiantes de una sola escuela se organizaron para ir a la ciudad. Los estudiantes vestían uniformes del Ejército Rojo, llevaban mochilas impresas con un retrato de Mao Zedong, y gritaban el lema “Obedece órdenes, obedece comandos” al unísono, luego fueron educados sobre la revolución.
Por Michael Mustapich – BLes.com