Por Sabrina Martín Rondon – elamerican.com

A medida que pasan los días salen a la luz nuevas revelaciones que demostrarían como el FBI se habría convertido en un instrumento político que jugó a favor de Hunter y Joe Biden para ocultar información, y así evitar que datos incriminatorios perjudicaran la campaña del ahora presidente de los Estados Unidos.

La salida del agente Timothy Thibault del FBI ha sido una clara señal de alarma de que el organismo sirvió para tratar de enterrar información sobre Hunter Biden etiquetándola de “desinformación rusa”. Ahora se conoce que Thibault no solo habría pausado las investigaciones relacionadas con Hunter Biden y sus negocios en el extranjero, sino que también habría decidido dejar en las sombras a uno de los principales testigos del caso.

Senadores del partido Republicano criticaron al FBI calificándolo de políticamente sesgado porque Timothy Thibault nunca dio seguimiento a las declaraciones del exsocio comercial de Hunter Biden, Tony Bobulinski, quien llegó a informar que Joe Biden, era el “big guy” de los negocios de Hunter en el extranjero.

De acuerdo con las revelaciones, el FBI decidió apartar a Bobulinski y no tomarlo en cuenta para las investigaciones del caso, aún cuando sería un “hombre clave” porque ha vinculado a Joe Biden con los negocios de su hijo. El actual presidente, sin embargo, asegura que cuando era vicepresidente nunca fue parte de las conversaciones de negocios con su hijo ni sus socios.

A medida que pasa el tiempo ha salido a la luz que Joe Biden se reunió regularmente con los socios comerciales de su hijo durante su vicepresidencia y, en algunas ocasiones, Hunter Biden se unió a su padre a bordo del Air Force Two para viajes oficiales. No está claro hasta qué punto Hunter y su padre intercambiaron dinero relacionado con negocios en el extranjero.

Bobulinski alegó un mes antes de las elecciones de 2020 que Joe Biden estaba involucrado en los tratos de su hijo Hunter y su hermano Jim con la compañía energética china CEFC, que supuestamente pagó a los Biden 4,8 millones de dólares en 2017 y 2018. No obstante, pese a estas declaraciones explosivas, no fue tomado en cuenta por el FBI para investigar el caso.

“Desafortunadamente, el testimonio presencial de primera mano de Tony Bobulinski sobre el conocimiento del presidente Biden de la comprometedora red de enredos financieros extranjeros de Hunter Biden, especialmente con los chinos, no solo fue ignorado por los medios, sino también por el FBI”, dijo el senador Ron Johnson al New York Post.

“La supresión y censura de su testimonio y el tráfico de influencias de Hunter afectaron las elecciones de 2020 en una medida mucho mayor que cualquier cosa que Rusia o China pudieran haber logrado”, dijo Johnson.

 Cómo el FBI habría ocultado información a favor de Hunter y Joe Biden

El principal republicano del Comité Judicial del Senado, Charles Grassley, escribió a fines de julio al jefe del FBI Christopher Wray y al fiscal general Merrick Garland sobre múltiples “informantes altamente creíbles” que denunciaron el “entierro de suciedad verificada y verificable” sobre Hunter al descartar falsamente inteligencia válida como “desinformación.”

“En octubre de 2020, se ordenó el cierre de una vía adicional de informes despectivos de Hunter Biden bajo la dirección de ASAC Thibault … [cuando] todos los informes fueron verificados o verificables mediante órdenes de registro criminal”, escribió Grassley.

“Thibault supuestamente ordenó cerrar el asunto sin proporcionar una razón válida como lo requieren las pautas del FBI… [y] posteriormente intentó marcar incorrectamente el asunto en los sistemas del FBI para que no pudiera abrirse en el futuro”.

Por su parte, Bobulinski nunca testificó ante el gran jurado convocado por Weiss el año pasado, aún cuando tendría información de primera mano sobre los negocios del hijo del presidente.

“Parece inexplicable que Bobulinski, quien se reunió dos veces con Joe Biden en 2017 sobre el acuerdo de CEFC y proporcionó información que corrobora el material condenatorio en la computadora portátil de Hunter, no es un testigo estrella, especialmente porque el FBI ha estado en posesión de la computadora portátil desde diciembre de 2019, y sabe que es auténtico”, cuestiona Miranda Devine del New York Post.

“En interés de la seguridad nacional, era deber del FBI investigar evidencia creíble que sugiriera que el futuro presidente podría haber sido comprometido por China a través de millones de dólares pagados a su familia (…)El hecho de que el FBI no lo haya hecho equivale a una interferencia por omisión en las elecciones de 2020”, sentenció.

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