Traducido de LifeSiteNews.com por TierraPura.org
Una declaración, que se origina entre médicos y profesionales preocupados en India, apunta a un vínculo entre la “vacuna” de COVID-19 y el exceso de mortalidad.
Más de 400 médicos, científicos y profesionales de más de 34 países declararon esta mañana una crisis médica internacional por “enfermedades y muertes asociadas a las ‘vacunas COVID-19’”.
Lanzada en una conferencia de prensa el sábado 10 de septiembre, la declaración dice: “Actualmente estamos presenciando un exceso de mortalidad en aquellos países donde la mayoría de la población ha recibido las llamadas ‘vacunas COVID-19’. Hasta la fecha, este exceso de mortalidad no ha sido suficientemente investigado ni estudiado por las instituciones de salud nacionales e internacionales”.
Continúa:
Es especialmente preocupante el gran número de muertes súbitas en jóvenes previamente sanos que fueron inoculados con estas ‘vacunas’, así como la alta incidencia de abortos espontáneos y muertes perinatales que no han sido investigadas.
Se han informado oficialmente una gran cantidad de efectos secundarios adversos, incluidas hospitalizaciones, discapacidades permanentes y muertes relacionadas con las llamadas “vacunas COVID-19”.
El número registrado no tiene precedentes en la historia mundial de la vacunación.
La declaración, que se origina entre médicos y profesionales preocupados en la India, hace ocho demandas “urgentes”, incluida la suspensión inmediata de las vacunas y la investigación de todas las muertes en personas previamente sanas.
Lea el texto completo a continuación y, si es médico, científico u otro profesional, considere firmar.
Declaración de Crisis Médica Internacional por las enfermedades y muertes co-relacionadas con las ‘vacunas COVID-19’
Nosotros, los médicos y científicos de todo el mundo, declaramos que existe una crisis médica internacional debido a las enfermedades y muertes corelacionadas con la administración de los productos conocidos como ‘vacunas COVID-19’.
Actualmente asistimos a un exceso de mortalidad en aquellos países donde la mayoría de la población ha recibido las llamadas ‘vacunas contra el COVID-19’. Hasta la fecha, este exceso de mortalidad no ha sido suficientemente investigado ni estudiado por las instituciones sanitarias nacionales e internacionales.
Es particularmente preocupante el gran número de muertes súbitas en jóvenes previamente sanos que fueron inoculados con estas ‘vacunas’, así como la alta incidencia de abortos espontáneos y muertes perinatales que no han sido investigadas.
Se han informado oficialmente una gran cantidad de efectos secundarios adversos, incluidas hospitalizaciones, discapacidades permanentes y muertes relacionadas con las llamadas “vacunas COVID-19”.
El número registrado no tiene precedentes en la historia mundial de la vacunación.
Al examinar los informes sobre VAERS de los CDC, el Sistema de Tarjeta Amarilla del Reino Unido, el Sistema de Monitoreo de Eventos Adversos de Australia, el Sistema EudraVigilance de Europa y la Base de Datos VigiAccess de la OMS, hasta la fecha ha habido más de 11 millones de informes de efectos adversos y más de 70,000 muertes co -relacionadas con la inoculación de los productos conocidos como ‘vacunas Covid’.
Sabemos que estos números representan casi entre el 1% y el 10% de todos los eventos reales. Por ello, consideramos que estamos ante una grave crisis médica internacional, la cual debe ser aceptada y tratada como crítica por todos los Estados, instituciones de salud y personal médico a nivel mundial.
Por lo tanto, las siguientes medidas deben tomarse con carácter urgente:
-Un ‘paro’ mundial a las campañas nacionales de inoculación con los productos conocidos como ‘vacunas COVID-19’.
-Investigación de todas las muertes súbitas de personas sanas previas a la inoculación.
-Implementación de programas de detección temprana de eventos cardiovasculares que pudieran conducir a muertes súbitas con análisis como Dímero D y Troponina, en todos aquellos que fueron inoculados con los productos conocidos como ‘vacunas COVID-19’, así como la detección temprana de enfermedades graves tumores
-Implementación de programas de investigación y tratamiento para víctimas de efectos adversos tras recibir la denominada ‘vacuna COVID-19’.
-Realizar análisis de la composición de viales de Pfizer, Moderna, Astra Zeneca, Janssen, Sinovac, Sputnik V y cualquier otro producto conocido como ‘vacunas COVID-19’,
por grupos de investigación independientes sin afiliación a compañías farmacéuticas, ni ningún conflicto de interés.
-Estudios a realizar sobre las interacciones entre los diferentes componentes de las denominadas ‘vacunas COVID-19’ y sus efectos moleculares, celulares y biológicos.
-Implementación de programas de ayuda psicológica y compensación para cualquier persona que haya desarrollado una enfermedad o discapacidad como consecuencia de las llamadas ‘vacunas COVID-19’.
-Implementación y promoción de programas de ayuda psicológica y compensación para los familiares de cualquier persona fallecida como consecuencia de haber sido inoculada con el producto conocido como ‘vacunas COVID-19’.
En consecuencia, declaramos que nos encontramos en una situación sin precedentes.
En consecuencia declaramos que nos encontramos en una crisis médica internacional sin precedentes en la historia de la medicina, debido a la gran cantidad de enfermedades y muertes asociadas a las ‘vacunas contra el COVID-19’, por lo que exigimos a los organismos reguladores que supervisan los medicamentos seguridad así como las instituciones sanitarias de todos los países, junto con las instituciones internacionales como la OMS, PHO, EMA, FDA, UK-MHRA y NIH responden a esta declaración y actúan de acuerdo con las ocho medidas exigidas en este manifiesto.
Esta Declaración es una iniciativa conjunta de varios profesionales que vienen luchando por esta causa. Hacemos un llamado a todos los médicos, científicos y profesionales a respaldar esta declaración con el fin de presionar a las entidades involucradas y promover una política de salud más transparente.
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