Por Gabriela Serrentino – BLes.com
Un informe recientemente publicado señala las debilidades del ejército chino, conocido como el Ejército Popular de Liberación (EPL), que afectan directamente a todos los niveles de liderazgo dentro de las fuerzas armadas chinas.
Joel Wuthnow, autor del informe publicado por la Universidad de Defensa Nacional de Estados Unidos, investigó a más de 300 altos oficiales chinos entre 2015 y 2021 del ejército, la marina, la fuerza de cohetes, la fuerza aérea y la fuerza de apoyo estratégico.
Según la investigación, los altos oficiales del ejército chino logran ascender en la carrera militar de forma conservadora y a través de varios años, sin embargo, carecen de una preparación fundamental para coordinar con otras áreas del ejército. La formación de los líderes está limitada a su campo de carrera y no reciben una capacitación cruzada, como sí lo hace el ejército de Estados Unidos con la reforma de 1986.
Esta reforma conocida como Ley de Reorganización del Departamento de Defensa Goldwater-Nichols fue la mayor reestructuración del ejército de los Estados Unidos. Uno de los objetivos principales fue reunificar a las fuerzas y simplificar la estructura de mando para lograr una comunicación más directa con el gobierno civil. A su vez, esta nueva línea de mando unificada también facilitaría la coordinación dentro del ejército.
La Ley Goldwater-Nichols modificó la forma en que los distintos servicios del ejército interactúan, y también la gestión del personal de oficiales. De este modo, los oficiales deben realizar capacitaciones conjuntas en otros servicios para avanzar en la carrera militar y ascender a puestos más altos. En cuanto a la coordinación, los servicios responden a los comandantes de las operaciones militares, y no como servicios individuales. Un ejemplo de esto es la estructura del Comando Sur, que es un mando conformado por miembros del Ejército, las Fuerzas Armadas, Fuerza Aérea, Guardia Costera, Marines y agencias federales.
En este sentido, el EPL no ha pasado por una reforma similar, aunque Xi Jinping, desde 2015, implementó una serie de medidas alineadas a la campaña de limpieza y anticorrupción del partido comunista chino. Como resultado, varios altos oficiales fueron purgados, y los cuatro departamentos generales del ejército fueron marginados.
Xi Jinping dijo que “China necesita tener un ejército moderno y disciplinado”, con este fin permitió que jóvenes oficiales ocuparan más posiciones de liderazgo, a la vez que reorganizaba el poder dentro del ejército como mando conjunto al estilo occidental.
Sin embargo, el informe de Wuthnow argumenta que la falta de entrenamiento y de coordinación entre los distintos servicios del ejército podría socavar la eficacia del EPL, sobre todo en conflictos que requieran de una acción conjunta, como le sucedió a Rusia con su “operación militar especial” en Ucrania.
La reciente derrota del ejército ruso en Izium por parte de las fuerzas ucranianas deja a la vista las graves fallas de Rusia en la coordinación y la estrategia militar.
Como resultado del avance de Ucrania, las fuerzas rusas perdieron una ubicación clave, además de las grandes cantidades de equipamiento militar y municiones que las tropas dejaron abandonadas en el camino.
Para los analistas y expertos, la guerra de Rusia contra Ucrania mostró la falta de cohesión dentro del ejército ruso y graves deficiencias en la estructura militar.
En este sentido, el informe de Wuthnow señala que dentro del EPL “los comandantes operativos que nunca han necesitado adquirir un alto nivel de comprensión de la logística o el mantenimiento podrían no utilizar esas fuerzas de forma óptima, en paralelo a otro fracaso ruso en 2022”.
“La rigidez en las asignaciones del EPL podría reducir la eficacia de China en futuros conflictos -especialmente aquellos que requieren un alto nivel de unión y adaptabilidad, como la guerra que Rusia lanzó contra Ucrania en 2022- si los líderes militares chinos carecen de perspectivas más allá de su propio servicio, especialidad y departamento”.
Los cambios que debería realizar el EPL para avanzar no serían fáciles de implementar, debido a las fuertes costumbres arraigadas desde hace décadas. Aunque la nueva generación de oficiales está ascendiendo, se encontraría con la resistencia de los antiguos miembros que provienen de la Guerra Fría. Sin embargo, las reformas necesarias para la capacitación de nuevos oficiales orientados a un mando militar conjunto, como efectuó Estados Unidos con la Ley Goldwater-Nichols, tomarían más de un par de décadas, además del tiempo suficiente para afianzar la nueva estructura.
Otra diferencia relevante entre el EPL y el Ejército de EE. UU. es la experiencia de los altos mandos. Casi todos los comandantes de cuatro estrellas del Ejército de EE. UU. habían realizado tareas de servicio conjunto, mientras que la mitad de los altos oficiales del EPL eran “comisarios políticos profesionales”.
Además, el EPL está constituido por una mayoría de hombres de la etnia han, mientras que el ejército estadounidense es más diverso, y está conformado por más mujeres y hombres de otras razas y etnias. Otro punto a destacar es que los oficiales norteamericanos tienen más experiencia en operaciones de varias partes del mundo, algo que los oficiales chinos no tienen.
“Todos los oficiales del EPL son del Partido Comunista”
Con la reforma iniciada por Xi Jinping, el líder chino no solo se asegura la modernización de un ejército con una estructura militar obsoleta inspirada en el ejército soviético, sino que también afianza su influencia con los nuevos oficiales designados por él mismo.
Los oficiales que entraron en el EPL a finales de los finales de los 80 y los 90 no tienen recuerdos personales del caos de la Revolución Cultural y están más familiarizados con una China post-Mao en desarrollo, y quizás son más propensos a sobreestimar las capacidades del EPL y las perspectivas de China en un conflicto militar, señala Wuthnow, investigador principal del Centro para el Estudio de los Asuntos Militares de China de la Universidad de Defensa Nacional.
“Todos los oficiales militares son miembros del Partido Comunista y deben tener suficiente perspicacia política para demostrar lealtad a Xi Jinping y su agenda”, dice el informe, y señala que Xi Jinping rota a los oficiales militares de alto rango con el fin de evitar que desarrollen sus propias “facciones” para eludir amenazas su liderazgo.