Fuente: La Derecha Diario
Un exdiputado demócrata que actuaba como puntero en el estado de Pensilvania, más precisamente en el área de Filadelfia, se declaró culpable esta semana de cometer fraude electoral en favor del Partido Demócrata por los últimos 30 años y fue sentenciado a 2 años y medio de prisión por este delito.
De acuerdo al comunicado del FBI, Michael “Ozzie” Myers, de 79 años, se declaró culpable de conspirar para votar ilegalmente en una elección federal, falsificación de registros de votación, soborno, obstrucción de la justicia y de orquestar un esquema de fraude electoral para favorecer a candidatos de su partido en el estado de Pensilvania durante múltiples elecciones en las últimas tres décadas.
El expediente de la causa detalla que Myers sobornó al entonces juez electoral de Filadelfia, Domenick J. Demuro, para que arregle las votaciones favoreciendo a sus candidatos. Myers también confesó una conspiración para cometer fraude electoral con la ex juez electoral Marie Beren, quien ya se había declarado culpable en octubre de 2021 en la misma causa.
Aprovechándose de su estatus de magistrado, los jueces entraban a revisar el lugar de votación mientras se encontraba desocupado y se dedicaban a ingresar a las máquinas que cuentan los votos para así modificar los números en favor de los candidatos demócratas de Myers, en otra muestra de lo fácil que es arreglar las elecciones en los Estados Unidos, algo que viene denunciando Donald Trump hace años.
Los favorecidos por este esquema eran candidatos patrocinados por el Partido Demócrata que se presentaban para cargos judiciales electos cuyos equipos de campañas habían contratado a Myers para que oficie como puntero y recolector de boletas electorales. Otros candidatos del Partido Demócrata que se presentaban a diversos cargos electivos federales, estatales y locales también fueron beneficiados bajo este esquema.
El ahora condenado puntero político solicitaba pagos a sus clientes en forma de dinero en efectivo o cheques en concepto de “honorarios de consultoría” y luego utilizaba parte de estos fondos para pagar a los funcionarios electorales que se encargaban de manipular los resultados de las elecciones.
El prontuario de Myers es extenso y data de décadas atras. Ya en 1980, cuando era miembro de la Cámara de Representantes y era considerado como un referente demócrata en Pensilvania, fue uno de los funcionarios condenados en la operación Abscam del FBI, centrada en investigar la corrupción pública que ocurría en el Congreso.
El entonces diputado fue sentenciado a tres años de prisión y una multa pecuniaria por aceptar un soborno de 50.000 dólares, además de ser inhabilitado de por vida para volver a ejercer un cargo público. En ese momento, los diputados federales votaron para expulsarlo inmediatamente del Congreso Nacional, poniendo fin a su carrera política ese mismo año.
La causa fue investigada por el FBI, con la ayuda de la Policía Estatal de Pensilvania y fiscales federales nominados por el gobierno de Biden, que trabajaron para reducir su condena. Si bien Myers fue condenado por delitos que beneficiaban a funcionarios locales en años anteriores, curiosamente su participación en las elecciones presidenciales del 2020 como puntero demócrata para ayudar a Biden no fue investigada por el FBI.
Mientras se critica al expresidente Trump por denunciar este mismo tipo de fraude en las elecciones, la Casa Blanca de Biden admite tácitamente con esta condena que el fraude electoral está más vigente que nunca en el país, y que uno de los principales punteros políticos de su partido se encargó de perpetrarlo por décadas.