Fuente: Vision Times en español
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo que la libre expresión en redes sociales puede considerarse un “arma de guerra” moderna y que está trabajando en una iniciativa para automatizar la censura.
Durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), Ardern dijo que estaba trabajando conjuntamente con distintas compañías y ONG “para ayudar a mejorar la investigación y la comprensión de cómo las experiencias en línea de una persona son seleccionadas por procesos automatizados”.
La funcionaria de extrema izquierda dijo que el trabajo será de gran importancia “para comprender más sobre la información errónea y la desinformación en línea”, lo cual representa un “desafío” para los líderes del mundo.
“Como líderes, nos preocupa, con razón, que incluso los enfoques más leves sobre la desinformación puedan malinterpretarse como hostiles a los valores de la libertad de expresión que valoramos tanto”, señaló Ardern.
“Aunque hoy no puedo decirles cuál es la respuesta a este desafío, puedo decir con total certeza que no podemos ignorarlo. Hacerlo representa una amenaza igual para las normas que todos valoramos”, agregó.
“Después de todo, ¿Cómo se pone fin con éxito a una guerra si se hace creer a la gente que la razón de su existencia no solo es legal sino noble? ¿Cómo se aborda el cambio climático si la gente no cree que existe? ¿Cómo se garantizan los derechos humanos de los demás, cuando están sujetos a una retórica e ideología odiosas y peligrosas?”, se preguntó Ardern.
En este sentido, la mandataria se refirió a la libre expresión de ideas en línea como un “arma de guerra” que puede utilizarse para “causar caos” e impedir que otros se defiendan, para “disolver comunidades” e incluso para “colapsar la fuerza colectiva de países que trabajan juntos”.
Asimismo, urgió a los mandatarios presentes en la Asamblea General a trabajar juntos para “garantizar que estas armas de guerra” no se usen en contra de sus objetivos.
“Por cada nueva arma que enfrentamos, hay una nueva herramienta para vencerla”, dijo la mandataria neozelandesa sobre la amenaza que supone la libertad de pensamiento y expresión.
Ardern tiene antecedentes autoritarios. Durante la pandemia, impuso fuertes restricciones a la libertad mientras mantenía una perturbadora sonrisa en su rostro.
En noviembre de 2021, miles de ciudadanos autoconvocados tomaron las calles de Nueva Zelanda para protestar en su contra la vacunación obligatoria y las extremas cuarentenas que impuso bajo la excusa de la pandemia del COVID-19.