Fuente: Derecha Diario
Mientras el mundo deja en el pasado el infierno de la pandemia, con solo pocos países manteniendo las restricciones sanitarias, especialmente el pase verde que exige estar vacunado para ejercer derechos civiles básicos como el libre movimiento; en China la pandemia sigue destruyendo la vida de millones de personas.
Tras 1.000 días de confinamiento, numerosos videos se han viralizado de personas que tienen que dormir en las calles de Shenzhen y otras ciudades porque no lograron hacer una prueba PCR en las últimas 24 horas, y los códigos QR de sus pases sanitarios fueron denegados.
Desde la introducción de la política “COVID CERO” en las principales ciudades chinas, el Partido Comunista Chino introdujo un pase sanitario que tiene la capacidad de bloquear el acceso de las personas al transporte público, oficinas, restaurantes, comercios, e incluso su propio departamento.
A pesar de que toda la población está vacunada de manera forzosa (desde julio es ilegal en China no estar inoculado), se le exige a toda la población en los grandes centros urbanos a realizar un test todos los días para demostrar su negatividad.
Según los videos que verifican la situación e informes difundidos el día 6 de septiembre, los ciudadanos de Shenzhen se han visto obligados a dormir en la calle después de que sus códigos QR impidieran la entrada a sus apartamentos.
La situación es una clara muestra del caos que se vive en China, particularmente en las ciudades de mayor población como Shenzhen que cuenta con 12,6 millones de habitantes, debido a las extremas medidas de control sanitario impuestas por el régimen de Xi Jinping.
Muchos videos han aparecido en las redes sociales como WeChat (el “WhatsApp chino”) y Weibo (el “Twitter chino”), donde se pueden ver constantemente choques entre ciudadanos y las policías locales cuando intentan detenerlos o llevarlos a confinamiento si poseen síntomas de Covid.
China implementa hace meses la política de “Covid Cero”, que implica que la detección de un solo caso ya es suficiente para que el régimen declare el estado de emergencia en toda la ciudad y someta a una parte (o toda) la población bajo la más estricta cuarentena, en una violación total a la libertad.
En la ciudad de Xishuangbanna, en la provincia de Yunnan, la semana pasada se detectaron 3 casos de Covid, lo cual llevó a un total confinamiento en toda la prefectura.
Videos se viralizaron en las redes sociales estatales donde las personas están intentando tomarse un tren en una estación, pero agentes del régimen, vestidos de pies a cabeza con uniformes sanitarios, los contienen con rifles.
Por último, nuevas imagenes salieron a la luz de los campos de confinamiento que siguen operando en China. En estas unidades se encierra en contra de su voluntad a las personas que son contactos estrechos asintomáticos de otra persona que haya dado positivo.
Estas personas deben permanecer en estos cubículos por 7 días, y solamente tras dos pruebas PCR negativa son permitidos volver a la normalidad.
Las personas que dan positivo son ingresados a hospitales también en contra de su voluntad, incluso si son positivos asintomáticos, y según reportes muchas personas se han agarrado peores enfermedades en los centros de salud que el propio COVID.