Por Daniela Carrasco – La Gaceta de la Iberosfera
Una de las promesas de la campaña presidencial de Gabriel Boric fue que acabaría con los “pitutos”, es decir, que los cargos estatales no se otorgarían a sus amigos y cercanos, sino que se evaluaría a las personas por sus méritos y experiencia profesional en el rubro. Sin embargo, han salido a la palestra nuevos casos en que se pagan favores políticos con puestos en el Estado, como a exconvencionales y amigos de coalición. Así, se devela una vez más que lo propuesto en campaña fue solo un embuste para obtener más votos.
Recientemente se dio a conocer que Nicolás Valenzuela Levi, director del Metro de Santiago y militante de Revolución Democrática (partido del Frente Amplio), escribió en su cuenta de Twitter “Evadir, no pagar, otra forma de luchar” junto a la etiqueta #EvasiónMasiva, el mismo 18 de octubre de 2019. Este tuit, publicado desde Barcelona, fue borrado por Valenzuela porque recibió críticas transversales del mundo político. No obstante, el Gobierno defendió su designación como miembro del directorio del Metro.
Por su parte, la senadora de la Democracia Cristiana, Ximena Rincón, compartió en esta misma red social imágenes de Valenzuela en las que aparecía encapuchado, y otra posando al lado de una iglesia en la que sostenía que había “mucha leña” —aludiendo a la quema de iglesias—. Valenzuela es sobrino del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela (del partido FRVS).
En consecuencia, la oposición ha pedido su renuncia como condición para aprobar la Ley de Presupuesto del año 2023. De igual manera, Luis Cortés (presidente del sindicato interempresas de trabajadores del Metro) se opuso a su nombramiento. Valenzuela, quien asumió la presidencia del Metro de Santiago en abril de 2022, recibe un sueldo millonario.
A pesar de lo anterior, Camila Vallejo (vocera del gobierno frenteamplista), defendió el nombramiento de Nicolás Valenzuela —a pesar de los mensajes dotados de ánimos octubristas— y que “en eso el Gobierno no va a retroceder”. Con todo, durante el día 13 de octubre, finalmente Valenzuela cerró su cuenta de Twitter.
Este caso no solo devela que el gobierno respalda la destrucción e insurrección del 18-O, sino que no son capaces de retroceder en el nombramiento de un personaje que recuerda la violencia de la que fueron víctima las instalaciones del metro y todos sus usuarios. Recordemos que la insurrección chilena comenzó con la evasión masiva del metro, la que luego, de toda la red, más de veinte estaciones fueron quemadas de manera simultánea, y de ellas, nueve quedaron completamente inutilizables por meses. Las estaciones quemadas están situadas en lugares de clases medias y vulnerables.
Sin embargo, lo anterior no es de preocupación para el gobierno del presidente Boric.
Por otro lado, recientemente la exconvencional Constanza Schönhaut (militante de Convergencia Social, partido del Frente Amplio) asumió como asesora de la ministra Carolina Tohá (nombrada titular de la cartera de Interior hace unas semanas). Schönhaut no solo es conocida por su amistad con Boric, la que viene desde la época universitaria de ambos, sino porque tiene una relación amorosa con el ministro Giorgio Jackson —actual ministro de Desarrollo Social y Familia, y mano derecha de Boric—. Por ello, desde la oposición se puso en duda su designación.
Asimismo, otro exconvencional arribó al ministerio del Interior. César Valenzuela (Partido Socialista), llegó a la Subsecretaría de Prevención del Delito, dependiente del Ministerio del Interior. Por estos dos nombramientos se ha acusado a la ministra Tohá de pagar favores políticos, dichos que buscó desmentir.
Empero, no solo los exconvencionales quedaron sin trabajo después del plebiscito de salida del pasado 4 de septiembre, pues sus asesores también quedaron sin sueldo. Hasta el momento, 10 asesores ya han llegado a trabajar en el Gobierno.
Y como si lo anterior fuese poco, distintas autoridades cercanas al mismo presidente chileno han destacado por sus polémicas que dan cuenta que no están capacitados para sus cargos. Uno de ellos es el embajador de Chile en España, Javier Velasco.
Velasco fue llamado al “orden” por la ministra de Relaciones Exteriores a finales de septiembre, por dos polémicas.
La primera trataba de una crítica a los últimos “30 años”, desconociendo su legado en un foro de Madrid en el contexto de la celebración del Acuerdo de Asociación entre Chile y la Unión Europea, y en el que Pablo Iglesias presidió la ceremonia. Por ello, hasta el expresidente Ricardo Lagos le respondió, sosteniendo que “no conoce los números” ni los avances macroeconómicos de esos 30 años.
El segundo escándalo que protagonizó el embajador de Chile en España, fue una imagen que circuló por las redes sociales de él sentado en un vehículo oficial de la embajada, junto a una mujer descalza, mientras él le abrazaba los pies. Las críticas fueron transversales, acusándolo de haber superado todos los límites de la decencia, que no ha respetado los códigos diplomáticos, y hasta han pedido su renuncia.
Sin embargo, todo lo relatado hasta aquí es solo la punta del iceberg. El medio chileno La Tercera realizó una investigación sobre las redes de parentesco y amistad en el oficialismo.
Entre el mundo frenteamplista destaca la relación entre Nicolás Grau (ministro de Economía, a quien se le perdieron $120 millones de pesos chilenos al organizar una fiesta universitaria de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en 2005) tiene a su Matías Grau en la Subsecretaría de Servicios Sociales. Además, su primo, Luis Santa Cruz Grau, es asesor de proyectos presidenciales. Y una cuñada del ministro es la jefa de gabinete de la Subsecretaría de Evaluación Social.
De la misma envergadura, se encuentra el caso de Claudia Mix (diputada de Comunes, del Frente Amplio), ya que su hermana, Patricia Mix, es la Seremi de Cultura de Valparaíso. Y el hijo de la diputada, Ariel Jara trabaja en la Delegación Provincial de Talagante.
Dentro del mundo comunista, hay varias conexiones de parentescos. Juan Pablo Jadue es jefe de TI de la División de Administración y Finanzas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, quien es hermano de Daniel Jadue (alcalde de Recoleta y excandidato presidencial del Partido Comunista). Además, María Elisa Kaelin, quien trabaja en la secretaría general de la Corporación Municipal de San Joaquín, es pareja de Daniel Jadue. Así, hay innumerables casos de relaciones cercanas en distintos cargos del servicio público.
Es lamentable que la narrativa en la campaña presidencial de Gabriel Boric fuera construida en base a falsas promesas. Porque, por un lado, no habría problemas en que existan relaciones de parentescos si las personas involucradas cumplen con las credenciales necesarias para desempeñar un cargo. Pero la mayoría de los casos del actual Gobierno dan cuenta que no se cumple este principio.
En suma, este Ejecutivo no sólo ha destacado por sus volteretas y contradicciones, sino además ha faltado a las principales promesas con las que logró llegar al poder. Sin duda, el Gobierno frenteamplista es el Gobierno del “pituto”.