Fuente: La Derecha Diario
Al comienzo de la guerra en Ucrania, el empresario Elon Musk había puesto a disposición su sistema de telecomunicaciones por satélite Starlink, para darle internet gratis a los ucranianos en todo el país mientras durara la invasión.
Esta decisión le valió a Musk ser incluido en los murales de varias ciudades y ungido como un héroe en la resistencia de Ucrania contra la invasión rusa, pero esto no duró mucho. La semana pasada, el CEO de Tesla y SpaceX tuiteó que le gustaría ver una negociación de paz entre Zelénski y Putin.
El jefe de asesores de Zelénski, Mikailo Podoliak, dijo que Elon Musk era un “ridículo” y pidió que “se llamara a silencio” sobre la guerra en su país. Pocos días después, el embajador de Ucrania en Alemania, Andrij Melnik, le dijo a Musk que “se vaya a la mierda“.
Este jueves, se informó que Starlink ya no podía seguir costeando de manera gratuita el servicio de internet gratis, y según diferentes medios de comunicación, SpaceX le pidió al Departamento de Defensa de los Estados Unidos y al gobierno de Ucrania que si querían que siga operando debían empezar a pagar.
En respuesta a los informes, Musk confirmó la noticia y escribió en Twitter: “Solo estamos siguiendo su recomendación”, seguido de un emoji de encogimiento de hombros, en referencia a la frase del embajador ucraniano de que se “vaya a la mierda”.
Musk declaró el viernes pasado que “la operación le ha costado a SpaceX unos US$ 80 millones de dólares y superará los US$ 100 millones para fin de año”. El empresario destinó alrededor de 20.000 unidades de satélite Starlink al territorio ucraniano en los primeros días de la invasión rusa, y lo mantuvo operativo durante los últimos 8 meses de guerra.
El dueño de Starlink explicó que además de la provisión de satélites y terminales de SpaceX, la compañía tuvo que pagar para “crear, lanzar, mantener y reponer satélites y estaciones terrestres y pagar a las empresas de telecomunicaciones por el acceso a Internet a través de puertas de enlace”, y agregó que la compañía “también tuvo que defenderse de los ataques cibernéticos rusos y las interferencias, que son cada vez más difíciles y costosas”.
Starlink además le dio a las Fuerzas Armadas de Ucrania la posibilidad de identificar a los aviones rusos de guerra no tripulados a través de los sistemas satelitales, y poder derribarlos a pesar de su tecnología de sigilo.
Según Elon Musk, el servicio le cuesta hoy a Starlink unos 20 millones de dólares por mes, y hasta la fecha jamás recibió un solo dólar en compensación por el apoyo. Por el contrario, recibe constantemente los insultos de funcionarios ucranianos que lo critican por pedir la paz.