Traducido de HumansBeFree.com por TierraPura.org
En la década de 1970, una gran cantidad de dinero de los contribuyentes se destinó a un ambiguo proyecto conocido como Stargate. Los funcionarios del gobierno querían investigar la legitimidad de los fenómenos paranormales, como las experiencias extracorporales, las hazañas telequinéticas y otras habilidades sobrenaturales. Lo que finalmente ocurrió durante una misión concreta cambiaría para siempre las vidas de los implicados.
Un viaje cósmico inesperado
La visión remota se refiere a la práctica de ver impresiones de un sujeto o lugar distante dentro de la mente. Durante la Guerra Fría, un hombre llamado Joseph McMoneagle se dedicó a esta forma única de espionaje psíquico. Mientras trabajaba con la CIA, proporcionó información sobre operaciones soviéticas encubiertas que resultó ser asombrosamente precisa. Una de estas misiones consistía en localizar el tamaño y la posición exacta de un submarino nuclear ruso.
Dada su alta tasa de éxito, se ganó rápidamente el respeto de sus colegas. En mayo de 1984, el estimado espía clarividente recibió una misión inusual después de ser despertado de una siesta de mediodía. Robert Monroe, un compañero de la visión remota e inventor de los latidos binaurales, le entregó un sobre cerrado. En su interior había una sola ficha que contenía tres líneas de texto.
Surge una alta raza alienígena
Sin saberlo, McMoneagle se embarcó en un increíble viaje más allá de los confines del tiempo y el espacio. Tras entrar en un estado de trance, Monroe le dio una serie de coordenadas específicas. Casi instantáneamente, el viajero astral se vio empujado a un entorno desconocido. Una vista de 360 grados de violentas tormentas de polvo, enormes pirámides, megalitos, carreteras que se cruzan y acueductos entró en su visión.
Tras una inspección de la zona, Monroe le indicó que visite otras regiones. De repente, surgió un grupo de humanoides altos y delgados. A través de la comunicación telepática, McMoneagle descubrió que esta antigua raza se enfrentaba a una situación extrema. Todo el planeta estaba experimentando eventos cataclísmicos y pronto sería inhabitable. Un grupo de voluntarios se había aventurado a buscar un lugar más seguro para vivir. Los que quedaron atrás esperaban desesperadamente su regreso.
Tras esta sorprendente expedición cósmica, McMoneagle recibió la orden de abrir el sobre. Al leer su contenido, su corazón se llenó de una profunda tristeza por los seres marcianos condenados a un destino inevitable. Stargate funcionó de 1972 a 1995 y se gastaron más de 20 millones de dólares en esfuerzos trascendentales. Una solicitud de la Ley de Libertad de Información hizo que la CIA publique la transcripción completa, acertadamente titulada Exploración de Marte. Los escépticos sugieren que el programa no era más que propaganda destinada a desviar las tropas rusas.
Otros creen que los participantes fueron capaces de activar partes del cerebro previamente dormidas y abrir portales a otras dimensiones. Independientemente del lado en el que se sitúe uno, Joseph McMoneagle ha mantenido su historia durante casi cuarenta años y afirma que está diciendo la verdad. Tal vez, a medida que más exploradores aterricen en el Planeta Rojo, se corroboren sus observaciones.