Fuente: Gaceta.es
El mundo se enfrenta a diversos retos en este siglo XXI, entre ellos, hay muchos que compartimos. Una tendencia global muy clara, en casi todo el orbe, es el envejecimiento de la población y una pirámide demográfica invertida. América Latina aun cuenta con números positivos pero cada año hay una disminución en el índice de fertilidad. Existen varias razones a las que se debe esto, pero sobre todo es la falta de apoyo que tienen las familias para desarrollarse en nuestra sociedad.
Ahora bien, debemos conocer si existe una solución para revertir lo que parece inevitable, con las graves consecuencias en las próximas generaciones. En muchos países la tendencia no cambia a pesar de los esfuerzos de los gobiernos en hacer políticas sociales y soluciones mal orientadas. ¿Qué le espera a América Latina en términos de población para los próximos años? ¿Con que mirada vemos hacia el futuro? ¿Realmente las políticas sociales están teniendo los resultados que deseamos? ¿Seguimos pensando que es bueno reducir la población?
Una respuesta práctica a muchas preguntas que surgen para el futuro son las políticas familiares de Hungría. El modelo húngaro sobre familias y desarrollo está mostrando que puede cambiar la peligrosa tendencia que observamos hoy, pasando de un declive en la tasa de fertilidad a un aumento. Siendo que América Latina y muchos otros países occidentales comparten los mismos valores que este país en Europa del Este, es posible y sensato buscar replicar muchas de sus innovadoras ideas. La familia es considerada el núcleo de la sociedad y por eso debe ser protegida y promovida. Comparando solo dos datos podemos ver por qué las políticas en Hungría resultan tan favorables. El índice de fertilidad que muestra una clara tendencia a bajar en América Latina y el Caribe, se habla de una crisis demográfica. Pero en Hungría esta tendencia ha cambiado completamente en los últimos diez años y está apuntando a mejores cifras.
El Gobierno húngaro de Fidesz, conservador y democristiano, llegó al poder en 2010. Desde su arribo a la política, después de cuatro décadas de dictadura comunista, se comprometió a fomentar una nación competitiva que apoyara a las familias para hacer frente a los problemas demográficos de la nación, que comparten con toda Europa y que ponen en riesgo la propia subsistencia de las naciones.
El caso de Hungría nos causa alivio y optimismo para el futuro, ya que el objetivo principal es invertir en las familias. La comunidad es el foco principal de su política gubernamental, y la familia se reconoce como el principio fundamental de la sociedad, no solo en el discurso sino ya plasmado en la recientemente establecida Ley Fundamental de la Nación. La protección de las familias y la mejora del bienestar familiar son una responsabilidad compartida por el Estado, las iglesias, los gobiernos locales, las organizaciones civiles, los medios de comunicación y los agentes económicos.
El objetivo es ayudar a las personas a tener el número de hijos que deseen, con especial atención a las familias desfavorecidas. Y ayudar a que los niños deseados nazcan y ofrecer protección a las familias. El apoyo a las madres se da sin importar lo que elijan: quedarse en casa o seguir trabajando. Entre 2010 y 2021, el Gobierno duplicó los recursos financieros destinados a la política familiar hasta alcanzar el 6,2% del PIB, más del doble de la media de la OCDE. Los países latinoamericanos, según la OCDE, gastan muchísimo menos que el promedio en beneficios familiares.
En los últimos 10 años la política familiar húngara alcanzó resultados alentadores: la tasa de fertilidad aumentó de 1,25 en 2010 a 1,59 en 2021, que es el valor más alto desde 1996. Desde 2010, se detecta una tendencia favorable en términos de matrimonios y divorcios. Los matrimonios se encuentran en un máximo histórico (más de 72.000 en 2021), la cifra más alta desde los años ochenta, los divorcios han disminuido un 30%, los abortos están en su mínimo histórico (25.000 en 2020) siendo la mitad que hace 10 años. Contrariamente a la tendencia característica de la mayoría de los países desarrollados, la proporción de bebés nacidos dentro del matrimonio está aumentando, y es actualmente en el 70%. Hay mucha esperanza por los prometedores datos demográficos de los próximos años. Ninguna otra nación ha experimentado una evolución tan positiva en el contexto de Europa.
Considerando que la tasa de fecundidad de una nación sana es de 2,1, Hungría está en camino de lograr dicha tasa, primero revirtiendo la tendencia a la baja, y promoviendo a la familia como centro de la atención estatal. Asimismo, la estabilidad familiar contribuye a tener familias más sanas, más integradas y más proclives a la felicidad, por ello, el que haya más matrimonios y estos se mantengan unidos más tiempo nos da un pronostico de desarrollo humano basado en la naturaleza humana.
Apoyando a las familias
El Gobierno húngaro puso en marcha una serie de medidas que abordan muchas situaciones de la vida familiar, con el objetivo general de alcanzar la tasa de fertilidad ideal de 2,1 hasta 2030. Dichas medidas, entre otras, son:
-El subsidio para matrimonios jóvenes: cualquier pareja casada, en la que la esposa tenga entre de 18 a 40 años, puede optar a un préstamo sin intereses de un máximo de 30 000€. Si la pareja tiene un hijo, el reembolso se suspenderá durante 3 años en el momento del nacimiento del hijo; mientras que el reembolso se suspenderá durante otros 3 años en el momento del nacimiento de un segundo hijo con 30% de la deuda pendiente. La totalidad del importe restante se liberará al nacimiento del tercer hijo.
-El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas: Las mujeres después del cuarto hijo quedan exentas de pagarlo por el resto de su vida.
–Beneficios para los jóvenes: Los húngaros menores de 25 años están exentos de pagar cualquier impuesto sobre la renta, esta medida ayudará a iniciar su carrera y su familia.
–El Bono Bebé: permite a los padres ahorrar dinero para sus hijos con ayuda del Estado y contribuye a financiar la deuda nacional.
-La ampliación del préstamo de vivienda con bonificación de intereses a los compradores de viviendas de segunda mano. Además de los pisos nuevos, las viviendas de segunda mano también están cubiertas por el de interés máximo, con un importe de 33 000 euros para 2 hijos o 47 000 euros para 3 hijos, cuando se opta por la subvención del CSOK. La cotización a la seguridad social pagada en el extranjero se tiene en cuenta para atraer de nuevo a los jóvenes húngaros que trabajan en la UE. La burocracia de las solicitudes se ha reducido considerablemente.
-La ampliación del plan de reducción de la deuda hipotecaria por la llegada de los hijos: al nacer el segundo hijo, el gobierno deducirá aprox. 3000€ de las hipotecas de las familias y 8600€ al nacer el tercer hijo (y otros 3000€ en caso de nuevos nacimientos).
-Beneficio fiscal para la familia: El importe de la reducción depende del número de hijos. Hay una exención del impuesto sobre la renta para las madres con cuatro o más hijos.
-La ayuda a la compra de coches para familias numerosas: Las familias con 3 o más hijos podrán solicitar una subvención de 7.000 euros para la adquisición de un coche nuevo.
-Programa de desarrollo de guarderías públicas: Constante aumento de plazas de guarderías, de modo que cualquier padre con un hijo menor de 3 años pueda colocar a su hijo en una guardería si lo desea.
-La introducción de la prestación por cuidado de niños para los abuelos: Los abuelos no jubilados podrán tener derecho a la prestación por cuidado de niños con condiciones similares a las de los padres que trabajan.
-La oportunidad de un comedor infantil gratuito o subvencionado: En aquellas familias en las que viven 3 o más niños o niños discapacitados, o en las que la renta media per cápita es inferior a unos 400 euros mensuales, los padres no tienen que pagar la comida de sus hijos. También se ofrecen comidas gratuitas durante los periodos de vacaciones.
-La gratuidad de libros: alumnos de primaria reciben sus libros de texto de forma gratuita.
-El apoyo a la maternidad: pago único que se ofrece al nacer el niño. Si la madre ha tenido cobertura de la seguridad social antes de que naciera el niño, se ofrece una ayuda para el cuidado de los niños durante medio año, que asciende al 100% del salario percibido antes del nacimiento del niño, no se aplica ningún tope.
-La licencia de paternidad: ambos padres, especialmente la madre, pueden quedarse en casa con sus bebés incluso durante 3 años si lo desean y recibir una ayuda por maternidad, o volver al mercado laboral a tiempo parcial o completo.
–La reducción o exención de préstamos estudiantiles de las madres.
El primer ministro Viktor Orbán mencionó en la IV Cumbre Demográfica que “estamos aquí porque, en lugar de limitarnos a estar sometidos a las tendencias demográficas, queremos darles forma (…). El país debe ser favorable a la familia, la institución de la familia y los niños deben estar protegidos por la ley, y las familias deben tener acceso a la propiedad privada». La realidad es que la innovación y mejora siempre surgirá de una inversión en las personas.
El futuro se desarrolla construyendo familias, porque el recurso más importante y precioso de todo país es su población. Las estructuras políticas, jurídicas y económicas deben dar a la gente la libertad de ser innovadores y emprendedores, así como la posibilidad de tener el numero de hijos que deseen. Es importante reconocer los valores culturales y prácticas que acogen y se alegran de la llegada de nuevos niños y familias en Hungría, y como este modelo puede ser llevado a unos nuevos lugares. Los líderes de las naciones tienen mucho trabajo por delante con las políticas familiares.