Traducido de expose-news.com por Tierrapura.org
El proyecto de ley C-11 de Trudeau es una ley autoritaria que dirá a los canadienses lo que pueden ver en Internet. Regula los contenidos de los usuarios y oculta los que no le gustan en YouTube, Rumble y otras plataformas. Obliga a los servicios de streaming a ofrecer los contenidos que le gustan al gobierno y prohíbe los servicios que no le gustan. Todos los servicios se convierten en la CBC. Estas normas se aplicarán también a Facebook.
Los que no son elegibles ni rinden cuentas tendrán un poder sin precedentes.
Es la última oportunidad para detenerlo y continuar con la libertad de expresión en Internet. Si Canadá pierde la libertad de expresión, empoderará a la izquierda que actualmente está pisoteando los derechos constitucionales de Estados Unidos, empezando por la 1ª y 2ª Enmienda.
SILENCIAR LA EXPRESIÓN EN INTERNET
La ley se presentó como una protección de los creadores de contenidos, pero como un Mussolini, Trudeau en realidad está silenciando la expresión.
Winnepeg Free Press advierte que “está claro que al primer ministro Trudeau no le importan los creadores de contenidos canadienses. Invade la privacidad de los canadienses y disminuye la capacidad de exigir responsabilidades al gobierno al influir en lo que pueden ver o decir en línea.
Su justificación ha sido “completamente desacreditada”.
El C-11 obliga a los espectadores nacionales a ver contenidos de YouTube y Tiktok que no les interesan y a reducir el porcentaje de clics, lo que lleva a las plataformas a despriorizar los contenidos canadienses afuera de Canadá. Los extranjeros disfrutan de más del 80% de los contenidos canadienses en plataformas como YouTube.
El contenido puede ir un poco mejor en Canadá, pero fracasará en todo el mundo, afirma Free Press.
El gobierno de Trudeau afirma que el proyecto de ley de censura C-11 ayudará a los creadores de contenidos canadienses y preservará su papel para el futuro.
El Toronto Sun señala que canadienses de todas las clases sociales están pidiendo al Senado que frene el proyecto de ley de censura del gobierno de Trudeau.
DECENAS DE MILES DE PERSONAS ESCRIBEN CARTAS
La semana pasada, una carta de más de 40.000 creadores de contenidos canadienses instó a los senadores a rechazar el proyecto de ley C-11 en su forma actual. Consideran que es una ley muy peligrosa.
Digital First Canada, un grupo que representa a decenas de miles de pequeños creadores de contenidos canadienses, envió una carta a todos los senadores, advirtiendo que el proyecto de ley C-11 podría acabar con las carreras de los mismos artistas que el gobierno de Trudeau afirma querer ayudar.
“Ahora mismo, nuestros medios de vida están en peligro”, dice la carta. Y señala que el gobierno hizo pasar el proyecto de ley C-11 por la Cámara de los Comunes sin ningún espacio para el debate o las enmiendas. “A principios de este año, más de 40.000 creadores y usuarios alzamos nuestras voces en la Cámara y a través de cartas para defender nuestros negocios digitales contra estos cambios. Nos ignoraron”.
Trudeau, príncipe del Foro Económico Mundial, quiere asegurarse de que los canadienses crean lo mismo que él. Al igual que Estados Unidos, los canadienses se dirigen a un paisaje infernal de totalitarismo. La gente no necesita que el gobierno elija lo que puede ver.
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