Por Gabriela Serrentino – BLes.com

Desde el comienzo de esta semana, los residentes de la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, están bajo las estrictas medidas de la política cero covid del partido comunista chino. Las nuevas olas de contagios por la cepa Ómicron BA.5.2. siguen avanzando, aunque los mandatos de vacunación están a la orden del día, los ciudadanos chinos todavía no retomaron la vida “normal” como el resto del mundo.

Este lunes 7 de noviembre, las autoridades de Guangzhou reportaron nuevos máximos de casos positivos. Con 1000 nuevos contagios diarios reportados, el brote lleva extendiéndose desde hace dos semanas.

Una de las medidas de “protección” es la obligación de pruebas masivas en nueve distritos de la ciudad, y respetar las normas de prevención, como chequeos de salud y restringir los movimientos cotidianos al mínimo.

Según los datos oficiales reportados, Guangzhou tiene más de 12.000 casos positivos en los últimos 9 días.

En el distrito de Haizhu, donde se encontraron el 90 por ciento de los casos positivos, se ordenó un cierre completo, impidiendo la salida de los vecinos del lugar desde el 31 de octubre hasta el 11 de noviembre.

Según reportan medios locales, las autoridades decidieron suspender los vuelos desde el aeropuerto de Guangzhou y cancelaron casi el 90 por ciento de los vuelos programados el 9 de noviembre.

Además, las escuelas primarias y secundarias tuvieron que cerrar. Los empleados de empresas privadas y públicas no pueden trasladarse a su sitio de trabajo, solo los trabajadores pandémicos tienen permiso de movimiento para hacer cumplir las ´´órdenes de “quedarse en casa”.

Cansados de los encierros, chinos rompen barricadas

Los cierres repentinos de vecindarios y distritos son comunes en China luego del inicio de la pandemia. Las autoridades levantan barricadas para impedir la salida de las personas, por lo que no pueden salir por provisiones ni alimentos, deben pedirlos por internet, sin embargo, no solo es mucho más caro, sino que hay faltantes de suministros.

Estas medidas empujan a la desesperación a muchos ciudadanos chinos y que ya están cansados de casi tres años de restricciones. Tienen pocas alternativas para pedir ayuda a las autoridades, que les prometen que llevarán comida y suministros, que nunca llegan.

Algunos videos atraviesan el Gran Cortafuegos chino de Internet y llegan a Occidente, mostrando la cruda realidad de la vida cotidiana bajo las restricciones covid del partido comunista chino.

Un internauta chino publicó un video en las redes sociales chinas sobre un ciudadano que había logrado escapar de las barricadas que le impedían la salida de su edificio. Un grupo de trabajadores pandémicos trataron de impedirle el paso, pero no lo lograron. Detrás del primer chino que salió, le siguieron varios más que se enfrentaron a los trabajadores covid. Luego de algunos forcejeos, pudieron salir.

Otro video muestra a un ciudadano chino enojado en un puesto de control de covid, discutiendo acaloradamente con un trabajador pandémico, que recibió varios golpes. Luego, llegaron algunos policías que se llevaron a este ciudadano por la fuerza.

El enojo de los residentes de Guangzhou no es solamente por los cierres. La falta de comida y suministros llevarían a cualquiera al borde de la desesperación, sin embargo, las autoridades del régimen comunista no hacen nada para ayudar.

Otro internauta publicó un video que mostraba a una mujer recogiendo hierbas silvestres comestibles a la vera de un riachuelo seco. En su publicación, decía que en Guangzhou no se podía conseguir comida.

Recientemente, las autoridades locales enviaron a decenas de residentes con resultados de covid positivos, pero asintomáticos, a un centro de cuarentena. Algunos internautas publicaron videos del estado del lugar y de los internados. No había camas, se usaban cartones para dormir en el suelo, y el lugar no estaba bajo techo, sino que era un gran patio. La gente allí estuvo esperando la comida del día por más de 20 horas.

El gobierno local continúa con los testeos masivos, por lo que cada día se reportan más casos. Además, está reforzando los controles y advirtió a los ciudadanos que si no cumplen con las normas, serán castigados.

Sin embargo, según los videos publicados en Twitter y obtenidos de las redes sociales chinas, los chinos están llegando a su límite.

El caso más reciente es la empresa Foxconn, una de las fábricas de Apple más grandes del mundo. Un brote de covid entre los trabajadores de la fábrica provocó un cierre masivo. Según los rumores que corrieron por las redes sociales, la fábrica de 350.000 empleados tenía a más de 20.000 trabajadores con resultados positivos de covid. Las personas no podían regresar a sus casas, luego de algunos días de aislamiento, también empezó a escasear la comida y los suministros.

Algunos videos de las redes sociales chinas mostraron a trabajadores de la fábrica escapando del encierro forzado, en otros se veía una larga fila de trabajadores de Foxconn caminando por las carreteras para regresar a sus hogares.

Algo similar sucedió en una escuela técnica en Zhengzhou. Las autoridades ordenaron el cierre total con los estudiantes adentro. Videos de internet mostraban a jóvenes chinos usando ropa atada como una soga para escapar a través de las ventanas.

Mientras que Occidente está retomando una vida relativamente normal luego de la pandemia, el pueblo chino sigue bajo las estrictas medidas draconianas del régimen comunista chino. Luego del XX Congreso del partido, los analistas internacionales y los grupos económicos siguen esperando alguna señal de transición a la normalidad como lo hizo el resto del mundo. Las consecuencias de la política cero covid de Xi Jinping están a la vista de todos, a pesar de ello, ¿China seguirá por el mismo camino que ha transitado desde noviembre de 2019 en Wuhan?

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