Fuente: Panam Post

Varios de los alimentos básicos desaparecerán en 30 años, según Sam Kass, quien se desempeñó como el chef y asesor principal de políticas de nutrición de la Casa Blanca durante el gobierno de Barack Obama. En su opinión, el causante de este escenario es el «cambio climático», a este fenómeno atribuye lo que acarrearía, de acuerdo a este criterio, la pronta desaparición del café, el chocolate, el arroz y el vino.

“Muchos alimentos que apreciamos mucho y que en gran medida damos por sentados están bajo una amenaza real y ustedes lo están viendo en el futuro. Estamos en camino de que muchos de estos alimentos se vuelvan bastante escasos y algunos realmente no estén disponibles para la mayoría de las personas y otros simplemente aumenten significativamente en costo”, advirtió Kass, según la revista People.

Kass también esta semana fue protagonista de un evento para resaltar la amenaza contra los alimentos básicos. Fue auspiciada por la marca de productos sintéticos Knorr y se denominó la «Cena de 500 dólares», que se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York. Presuntamente promovía la adopción generalizada de prácticas de agricultura regenerativa. Según la Fundación de la Bahía de Chesapeake se centra en un «enfoque holístico» en la agricultura para fomentar sistemas alimentarios sostenibles y la salud ambiental.

El precio de la cena hacía alusión a la inaccesibilidad que tendrían los alimentos en el futuro. La cena de arroz con mariscos y trufas tendría un costo de 72 dólares ahora, pero en 2050 estaría en 566 dólares. De acuerdo a Kass, en menos de 30 años “los ingredientes de los que dependemos se vuelven aún más escasos”.

Resulta paradójico que una empresa que elabora productos artificiales con químicos ahora sea portavoz de alimentos y agricultura holística. Más considerando que los cubos de Knorr son extremadamente altos en sodio. Superan por 100 % la ingesta diaria de referencia recomendada. Esto puede dar pie a enfermedades cardiacas e hipertensión, según advierte la Procuraduría Federal del Consumidor de México.

Y no solo eso, sino que basta revisar y ver que Knorr está en asociación con la WWF, fondo mundial para la naturaleza por sus siglas en inglés, una subsidiaria de la ONU que tiene el logo de la Agenda 2030 en su página. Entre las ocho predicciones del Foro Económico Mundial para el 2030 está la disminución del consumo de carne. Para lo cual Knorr es clave en la suplantación de dicho alimento por medio de alternativas sintéticas.

Otra predicción clave es que «Los valores occidentales serán puestos a prueba«. Esto incluye la libertad, en este caso la libertad de elegir qué comer.

Intereses: Kass es accionista de firma promotora de cambios alimenticios y agrícolas

El siguiente aspecto sospechoso de esta campaña es que el chef Kass ahora es socio de Acre Venture Partners. Dicha firma dice que invierte en «empresas que crean cambios fundamentales en la alimentación y la agricultura para abordar problemas a gran escala en la salud humana y ambiental». Sumado a su interés personal en esta campaña, plasma su compromiso con la agenda globalista. En 2017, el Foro Económico Mundial lo seleccionó como uno de sus Jóvenes Líderes Globales.

“La alimentación y la agricultura son el segundo impulsor de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y utilizan alrededor del 70 % de las aguas del mundo. Es el principal impulsor de la deforestación, el cambio de uso de la tierra. Realmente está en el centro de muchos de estos problemas ambientales”, dijo Kass.

Kass también dijo: “La alimentación y la agricultura son la única oportunidad real que tenemos para secuestrar suficiente carbono en la escala que la ciencia nos dice, dentro del horizonte de tiempo que la ciencia dice que tenemos, y eso es realmente exclusivo de la alimentación y la agricultura. ”

Una verdad incómoda: la cúpula Demócrata no practica lo que predica

El alarmismo climático es parte activa del discurso del Partido Demócrata. El exvicepresidente Al Gore ha sido el principal difusor. No obstante, sus predicciones han fallado. El polo norte aun tiene nieve, el oso polar no se ha extinguido y el Gore exige reducir la emisión de carbono pero usa excesivamente una de las formas que más lo produce: la electricidad.

Según el Centro Nacional de Investigación de Políticas Públicas, en un solo año, el aspirante a la presidencia, utilizó suficiente energía eléctrica para abastecer a una familia promedio a lo largo de 21 años. Al Gore consumió 230.889 kilovatios-hora (kWh) en su residencia de Tennessee, que incluye su casa, la piscina y y la iluminación que abarca la distancia entre la casa y la puerta eléctrica de la entrada. Mientras la cifra promedio de consumo eléctrico de una familia típica es alrededor de 10.812 kWh por año, de acuerdo a la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos.

Es común que las élites pregonen políticas restrictivas para las masas, mientras gozan de abundancia plena y contradicen sus propios postulados. Se evidenció en la Cumbre del Cambio Climático, donde incontables líderes mundiales arribaron en aviones privados altamente contaminantes. Se ve en la forma de vida de Gore y ahora en el hecho que una empresa que elabora alimentos sintéticos ostenta comida saludable y sostenible.

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