Fuente: La Derecha Diario
La provincia de British Columbia, al oeste de Canadá, se convierte en la primer región de Occidente que legaliza completamente la posesión de drogas duras como la cocaína, la heroína, el fentanilo, las metamfetaminas y la morfina no medicinal.
A partir de este martes, la provincia más grande del país norteamericano permitió que los residentes mayores de 18 años posean hasta 2,5 gramos de las drogas más duras del mundo sin consecuencias legales. Esto incluye la posesión, la compra, la venta y cualquier otro tipo de acción relacionada con estas drogas.
El gobierno local debió pedir permiso al Gobierno nacional para implementar esta medida. Después de varios meses de revisión, el primer ministro Justin Trudeau, de extrema izquierda, dio el visto bueno para que la provincia lo haga, y los agentes federales no arrestarán a las personas que posean estas drogas duras, a diferencia de lo que ocurre en el resto del país.
Bajo el lema “La Adicción no es un Crimen“, British Columbia despenalizó la posesión y el tráfico de drogas por 3 años. “Somos la primera provincia en tomar este paso y tratar la adicción como un problema de salud, y no como un problema de justicia criminal“, aseguraron los funcionarios.
La provincia es una de las regiones con más adictos de todo el país. Desde 2016, British Columbia registró más de 10.000 muertes por consumo de drogas duras, lo que llevó al gobierno a declarar una emergencia de salud pública.
Desde entonces se creó el ministerio especializado en Salud Mental y Adicciones (distinto al de Salud) para implementar medidas de concientización e incluso abrir centros gubernamentales donde los adictos pueden “drogarse en un ambiente libre de riesgo”. Ahora, directamente se decidió por la legalización total de todas las drogas, incluso las más duras.
No hay evidencia de que la legalización reduzca las muertes por sobredosis, por el contrario, los niveles de drogacción han subido sustancialmente en los países donde se han despenalizado, como Holanda, aunque allí la despenalización ocurrió para drogas blandas. No hay registro de otro país occidental que haya legalizado este tipo de estimulantes.
Hay evidencia que la legalización disminuye el poder de los carteles narcos y la violencia pandillera, pero estos no son problemas que British Columbia tenga actualmente.
Varias voces han expresado públicamente su oposición a la despenalización de las drogas, incluido Chuck Doucette, presidente de la Red de Prevención de Drogas de Canadá, quien dijo que “facilitar el consumo de drogas para ellos es como un cuidado paliativo“.
“Simplemente se los condena a una muerte lenta a causa de las drogas, mientras que si los sacas de las drogas, les devuelves la vida, pueden disfrutar de la vida“, reprochó Doucette, en una entrevista para el New York Times, y agregó que el plan no otorga ayudas a los drogadictos para abordar las causas profundas “que los llevaron a consumir drogas en primer lugar”.
Otros han señalado que un plan similar en Oregón promulgado hace dos años no ha arrojado buenos resultados y que la mayoría de las muertes por sobredosis siguen ocurriendo, y en el caso de Estados Unidos, no había tantas drogas duras como en la despenalización que se empezó a llevar a cabo en Canadá.