Traducido de Breitbart.com por TierraPura.org
Miles de agricultores franceses, acompañados por centenares de tractores, se concentraron en la capital parisina en respuesta a la adopción por el Gobierno del último dictado de la agenda verde de la UE.
En lo que se reporta como la mayor manifestación de agricultores en Francia desde 2019, unos 500 tractores y miles de personas más convergieron en París el miércoles para protestar contra la decisión del mes pasado del gobierno de Emmanuel Macron de prohibir el uso de insecticidas neonicotinoides para la remolacha azucarera tras una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE.
La protesta fue la culminación de meses de descontento por parte de los agricultores de la nación, que se han ido reuniendo cada vez más en todo el país no sólo para denunciar las regulaciones cada vez más difíciles, sino también el aumento vertiginoso de los costes de producción debido a la crisis energética y a la falta de almacenamiento de agua para el riego.
En declaraciones a Le Parisien, un agricultor dijo: “Mi hermano cultiva remolacha y yo utilizo los subproductos de la remolacha como abono. Sin ellos, estamos expuestos a riesgos de enfermedades en nuestros cultivos”.
Otro declaró a la cadena BFMTV: “Como usuario de neonicotinoides, no siento que esté envenenando el mundo”.
Se cree que este tipo de insecticidas, emparentados con la nicotina, son menos tóxicos para los mamíferos y reducen la necesidad general de plaguicidas, ya que se aplican como recubrimientos de semillas en lugar de pulverizarse sobre los campos. Sin embargo, se ha informado de que pueden tener un impacto negativo en las poblaciones de abejas, por lo que la UE pretende eliminar su uso.
La gran manifestación paralizó parte de París el martes, y al parecer ha obligado al Gobierno a aceptar una reunión con los líderes de la protesta. El Ministro de Agricultura, Marc Fesneau, se reunió por la mañana con una pequeña delegación de agricultores para “debatir los retos a los que se enfrentan y el futuro de los sectores agrícolas”, y mantendrá otra reunión el jueves con representantes del sector de la remolacha para “presentar un plan de acción y apoyo en respuesta a la decisión europea”.
La protesta se produce en medio de un movimiento más amplio en toda Europa contra las onerosas normativas impuestas desde Bruselas a los agricultores de toda la UE. El verano pasado, los agricultores de los Países Bajos protagonizaron meses de protestas y acciones en respuesta a la imposición por parte del gobierno globalista del Primer Ministro Mark Rutte de las normas de la UE sobre emisiones de nitrógeno en las explotaciones agrícolas cercanas a zonas supuestamente sensibles desde el punto de vista medioambiental.
Los planes, que aún no han entrado en vigor, podrían suponer la incautación o el cierre de más de 3.000 explotaciones agrícolas privadas, a pesar de la reacción generalizada en contra del plan.
La comentarista política holandesa Eva Vlaardingerbroek declaró a Breitbart London en noviembre: “Lo que esto demuestra es que la voluntad del pueblo no significa nada para nuestro gobierno. A pesar de todas las protestas y reacciones internacionales, siguen adelante con lo que considero políticas criminales”.
“Nuestro gobierno no atiende a los deseos de sus propios ciudadanos, atiende a instituciones globalistas cuyo interés es controlar el suministro de alimentos, para poder controlarnos a nosotros”, dijo, y añadió: “Es el Great Reset en toda regla”.